El teólogo de Comillas publica 'Morfología del Infinito" Pedro Castelao: "Espero que el lector encuentre en mi libro un nuevo fundamento filosófico para una antropología teológica todavía por hacer"

Pedro Castelao y su 'Morfología del Infinito'
Pedro Castelao y su 'Morfología del Infinito'

"Me gusta decir que la teología es análisis de la síntesis de la fe. Consiste en reflexionar, exponer y desarrollar el contenido de la confesión creyente. Este ejercicio es una obligación propia de toda nueva generación cristiana"

"Ofrezco una estructura filosófica alternativa —en diálogo con M. Cababa, Torres Queiruga, B. Pascal y G. Cantor— que tiene en su centro lo que Jean Terrason nombró como infinito creado actual"

"Pienso en gallego y todos mis cuadernos y todos mis apuntes los sigo escribiendo en gallego. Incluso los esquemas de conferencias que imparto en castellano. Como una vez le oí decir al siempre genial Quico Cadaval: 'coxeo dese pé'"

"Con este libro 'Morfología del infinito' solo he perfilado el instrumental más básico con el que ahora debiera intentar escribir una antropología teológica completa. ¿Qué si me siento satisfecho? Por ahora, vamos tirando. Veremos si, de aquí en adelante, tengo fuerzas y tiempo para continuar"

Pedro Manuel Fernández Castelao (Ribeira, 1975) es un teólogo-filósofo joven, laico, gallego y profesor de la Universidad de Comillas. Cuatro títulos que, combinados, le convierten en uno de los pensadores de futuro de la fe, como demuestra fehacientemente en su último libro 'Morfología del infinito.Un nuevo fundamento filosófico para la antropología teológica' (Comillas), en el que espera que "el lector o lectora encuentre en sus páginas un nuevo fundamento filosófico para una antropología teológica todavía por hacer".

Y todo ello en diálogo con Andrés Torres Queiruga, Manuel Cabada, Blaise Pascal o Georg Cantor, sin vértigo en la relación con estos grandes maestros, "sino con cercanía y estima por su inmenso trabajo y con un gran respeto por su forma de ver las cosas".

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Pedro Castelao
Pedro Castelao

¿Qué buscas con un libro de teología dogmática denso y profundo en medio de una sociedad líquida como la actual?

Me gusta decir que la teología es análisis de la síntesis de la fe. Consiste en reflexionar, exponer y desarrollar el contenido de la confesión creyente. Este ejercicio es una obligación propia de toda nueva generación cristiana. Y ha de hacerse siempre con una sólida fundamentación en las raíces de la Escritura y la Tradición, así como en diálogo permanente con las exigencias culturales de cada momento. La realidad actual de enorme fluidificación en la concepción del mundo, del ser humano y de la sociedad exige, a mi modo de ver, un plus de radicalidad científica que ayude a redescubrir los auténticos muros de carga entre tantos tabiques de pladur. 

¿Puedes resumirnos la tesis de tu libro, pero al alcance de 'profanos' en teología y la filosofía?

Siempre se suele dar por hecho que la condición de criatura es constitutivamente finita y sólo así se podría concebir su diferencia respecto de Dios. Dios es infinito. La creación no. Y si algo de infinitud hubiese en las criaturas sería únicamente bajo la forma de apertura, capacidad o inclinación hacia la divinidad infinita. Sólo en Dios hallaríamos un infinito actual. En la criatura, si la infinitud comparece, lo haría únicamente como infinitud potencial. Por eso, los grandes teólogos del s. XX son prácticamente unánimes en conceder a la finitud la base evidente sobre la que, a continuación, desarrollan cómo la criatura es capax Dei, pero siempre —según ellos— manteniendo su finitud estructural. 

Mi libro cuestiona y contradice este planteamiento. Lo cuestiona señalando graves aporías escatológicas en relación con el problema del mal y la salvación. Y lo contradice ofreciendo una estructura filosófica alternativa —en diálogo con M. Cababa, Torres Queiruga, B. Pascal y G. Cantor— que tiene en su centro lo que Jean Terrason nombró como infinito creado actual. Espero que el lector o lectora encuentre en sus páginas un nuevo fundamento filosófico para una antropología teológica todavía por hacer.

Andrés Torres Queiruga

"Para Cris, o amor da miña vida. Polo seu apoio incondicional e a sua paciencia infinita". La dedicatoria es todo un homenaje a tu esposa y un guiño a nosa terra, ¿no?

Así es. Nací en el hospital de Santiago, pero siempre viví, con toda mi familia, en Santa Uxía de Ribeira. Interiormente creo que nunca me he ido de allí. Tengo la suerte de mantener amistades y lo paso mal cuando la vida me impide volver con frecuencia. Pienso en gallego y todos mis cuadernos y todos mis apuntes los sigo escribiendo en gallego. Incluso los esquemas de conferencias que imparto en castellano. Como una vez le oí decir al siempre genial Quico Cadaval: «coxeo dese pé». A mi mujer la conocí en el Instituto. Creo que con eso ya está todo dicho. 

Una obra para dialogar con dos de los grandes, Andrés Torres Queiruga y Manuel Cabada. ¿No te da un poco de vértigo?

Grandes, sin duda. Pero no es vértigo lo que he sentido al dialogar con ellos. Vértigo me dan las cuestiones filosóficas y teológicas que ellos tratan de forma tan sólida, tan aguda y tan elegante. Vértigo he sentido al formular mis modestas respuestas ante preguntas que, a mí, al menos, me sobrepasan y me abruman en gran medida. Pero con relación a ellos no he sentido vértigo, sino cercanía y estima por su inmenso trabajo y un gran respeto por su forma de ver las cosas. Si acaso, como cantaba E. Bunbury, me sentí «entre dos tierras», pues uno apuesta por la finitud y otro por la infinitud de la creación.   

¿Qué opinan esos dos 'maestros' citados (Queiruga y Cabada) de tu tesis y de tus conclusiones?

Eso es algo que deben responder ellos. Yo sólo puedo decir que tengo la gran suerte de tener una sincera y amistosa relación con ambos (más estrecha y larga con Andrés y algo menos con Manuel) y que siempre me han tratado con mucha consideración y afecto. 

Libro de Castelao

¿Quién ha aportado más a tu pensamiento: Pascal o Cantor?

Blaise Pascal es un genio extraordinario y su acercamiento a la cuestión del infinito es sumamente sugerente. Tuvo muy hondas vivencias religiosas y una inigualable capacidad para verbalizarlas en fragmentos inolvidables. Incluso creo que, con independencia de la cuestión jansenista, murió en santidad. No obstante, en mi opinión, no fue un buen teólogo. Georg Cantor, por su parte, descubrió los números transfinitos y, en cierta medida, se adentró firmemente en un sendero sólo sospechado por Pascal. El pensamiento de Cantor —cuyo conocimiento debo a Manuel Cabada y a Camino Cañón— me parece muy novedoso y fecundo, sobre todo, si se buscan, como es mi caso, posteriores aplicaciones filosóficas y teológicas de sus intuiciones más centrales. 

¿Te sientes satisfecho del trabajo realizado?

Celestino Fernández de la Vega, al final de su delicioso ensayo O segredo do humor (Galaxia, Vigo, 1963) dice, al concluir su libro, que con esto no queda agotado el tema, quien queda agotado es el autor. Y esto máxime cuando con este libro solo he perfilado el instrumental más básico con el que ahora debiera intentar escribir una antropología teológica completa. ¿Qué si me siento satisfecho? Por ahora, vamos tirando. Veremos si, de aquí en adelante, tengo fuerzas y tiempo para continuar.

Libro de Castelao

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