Presentación del libro "Contemplar, orar y cuidar el planeta" Juan Souto: “El mensaje de Laudato Sí no ha circulado suficiente, no ha calado en el cuerpo de la Iglesia”

Juan Souto Coelho
Juan Souto Coelho

Los documentos eclesiales ofrecen “una reflexión que muchas veces puede ser teórica, demasiado lejana para la mayoría de los creyentes en la Iglesia, que muchas veces casi no se lee”

“Mi objetivo primero es ayudar a leer y a conocer Laudato Si con una mirada integradora y con una triple dimensión, contemplativa, orante y activa, ecología de la mente, del corazón y de las manos”

“El gran desafío de Laudato Sí es cultivar, educar, promover una ecología integral, que va más allá del cuidado del ambiente, una ecología que tiene que ver con todo lo creado, con las personas, con las relaciones, con todo”

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Los documentos eclesiales ofrecen “una reflexión que muchas veces puede ser teórica, demasiado lejana para la mayoría de los creyentes en la Iglesia, que muchas veces casi no se lee”. Esa constatación de Jaime Tatay, Profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, muestra importancia la obra de Juan Souto Coelho, que ha sido publicada este jueves en la Librería San Pablo de Madrid. El libro, “Contemplar, orar y cuidar el planeta. Una propuesta de conversión ecológica integral con textos de Laudato Si´”.

En sus palabras, el jesuita, autor de “Ecología integral, la recepción católica del reto de la sostenibilidad”, una de las obras de referencia en este campo de la reflexión teológica, destacaba la importancia de hacer accesible, divulgar y dar a conocer. Por ello, considera que “este tipo de obras es una gran ayuda para poder digerir, poder interpretar, poder llevar a la vida diaria muchas de las cosas que nos dice la Doctrina Social de la Iglesia. Ojala hubiera este tipo de libros sobre otras encíclicas similares”. En sus palabras, Jaime Tatay, destacaba la oportunidad de un libro “que puede llegar a mucha más gente de lo que suelen llegar los documentos oficiales, densos, largos, sesudos, y que quizás tienen que ser así”, lo que hace que esta tarea de divulgación le parezca fundamental, pues acerca la Doctrina Social al común de los creyentes.

Se trata de un libro que tiene bastantes propuestas, tanto en las vigilias de oración que aparecen al principio del libro, como en los 30 días, que pueden ser usados en las familias y en las comunidades parroquiales, catequesis, revisiones de vida, reuniones, en la vida diaria, paseando, en el metro o autobús, en las redes sociales, algo en lo que insistía Antonio García Rubio. En su opinión, se trata de un libro muy sencillo, muy útil pero que contiene propuestas que se deben “ponerlas en práctica y bañarse en ellas cada semana”.

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De hecho, en el libro aparecen elementos que nos llevan a cambiar nuestra relación con el medio ambiente y con los otros, en palabras de Antonio García Rubio, “pequeñas perlas que nos pueden servir mucho en la vida pastoral y en la vida familiar, en la vida real y en la vida personal”. En ese sentido, se trata de “una lectura muy positiva, muy bella y muy equilibrada para el momento en que estamos y lo que realmente tenemos que trabajar todos con relación al cuidado de este planeta, el cuidado de nuestras personas y de los pobres en relación al planeta”.

El libro aparece en el contexto del Sínodo para la Amazonía, que el Papa Francisco definía como hijo de la Laudato Sí. Podemos decir que el Sínodo ha concretado en la práctica la reflexión de la encíclica papal, algo que ha surgido a partir del proceso de escucha y que se ha manifestado en la asamblea sinodal y en todas las actividades de Amazonía Casa Común, que trajo a Roma la vida de la Amazonía, que amazonizó Roma.

Aprender con los pueblos originarios sobre el cuidado de la Casa Común, de aquello que entre los pueblos originarios no se considera propio, sino de la comunidad. El libro nos ayuda a reflexionar sobre eso, organizando las palabras de la Laudato Sí, sobre cosas que forman parte de nuestra vida cotidiana. También ayuda a tomar conciencia del cuidado de la Casa Común, del medio ambiente, de la Creación, que ha sido colocada al servicio de todos y exige actitudes concretas de nuestra parte.

Si hace treinta o cuarenta años alguien nos dijese que había que rezar por el planeta, le miraríamos como un bicho raro, olvidando que esto de la ecología integral no es algo nuevo, sino que fue algo que un loco que vivía en Asís ya dijo hace 800 años. Siempre hay que partir de aquello que es común a todos, y el cuidado del planeta es un elemento que debería estar presente en la vida de todos, por encima de ser creyente o de la religión que se profese.

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El autor del libro, que es doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, iniciaba su intervención reconociendo que “no he querido escribir un libro sobre Laudato Sí o sobre ecología integral en Laudato Sí”. Dado que mucha gente habla de la Doctrina Social de la Iglesia sin haber leído los textos, Juan Souto afirmaba que “mi objetivo primero es ayudar a leer y a conocer Laudato Si con una mirada integradora y con una triple dimensión, contemplativa, orante y activa, ecología de la mente, del corazón y de las manos”.

Lo que pretende el autor es “que la Doctrina Social de la Iglesia sea bien recibida y vivida en los distintos contextos de la vida de las personas y de las sociedades”, queriendo con este libro “dar cuerpo a una idea educativa y pastoral en la perspectiva de Laudato Sí en el capítulo VI”. Su propósito ha sido como captar el contenido y la metodología de lectura de una encíclica que “es uno de los textos más bellos de la Doctrina Social, y uno de sus valores es ser accesible a todo el mundo”. El propósito de las encíclicas al ser escritas es “que circulen entre los destinatarios y muchas veces se queda en las estanterías, en la mente de los expertos, pero no circula entre los católicos en general”, ha insistido el sociólogo. En su opinión, “el mensaje de Laudato Sí no ha circulado suficiente, y el mensaje, como lluvia fresca y abundante, no ha calado en el cuerpo de la Iglesia”.

Por eso es importante que se hagan propuestas concretas. En ese sentido, citaba diferentes ejemplos de esa tentativa de concretar el conocimiento de la encíclica. Entre ellos que dentro del Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal Española para el año 2020 es conocer la Laudato Sí, algo desconocido por la mayoría de los católicos españoles. También citaba el número 82 del documento final del Sínodo para la Amazonía, que propone crear ministerios especiales para el cuidado de la Casa Común, la promoción de la ecología integral y de la encíclica Laudato Sí, algo que considera muy interesante.

Finalmente, Juan Souto destacaba que “el gran desafío de Laudato Sí es cultivar, educar, promover una ecología integral, que va más allá del cuidado del ambiente, una ecología que tiene que ver con todo lo creado, con las personas, con las relaciones, con todo”.

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