La REPAM-Brasil lanza nota de repudio contra la tentativa del Gobierno de esquilmar la Amazonia

Las reacciones contrarias por parte de la Iglesia brasileña contra el Decreto Presidencial que extingue la RENCA, un área de reserva, en la Amazonia, con 46.450 km2, equivalente al territorio de Dinamarca, continúan. Esta vez, siguiendo la actitud de las diócesis de Macapá y Santarem y de Monseñor Corbellini, obispo de Marabá, la REPAM-Brasil y la Comisión Episcopal para la Amazonia, han emitido una nota, que ha sido traducida al inglés, italiano y español, firmada por el Cardenal Claudio Hummes y Monseñor Erwin Kräutler, obispo emérito de la Prelatura del Xingú.

La nota, lanzada este lunes, 28 de agosto, en Brasilia, “viene a repudiar públicamente el anuncio antidemocrático del Decreto Presidencial, altamente dañino, que extingue la Reserva Nacional de Cobre y sus Asociados (RENCA) el último miércoles (23)”, pues “la apertura del área para la explotación mineral de cobre, oro, diamante, hierro, niobio, entre otros, aumentará la deforestación, la pérdida irreparable de la biodiversidad y los impactos negativos contra los pueblos de toda la región”.

Como ya han advertido las notas de la semana pasada, el decreto no respeta la Constitución brasileña, ni los tratados internacionales, y es una prueba más de que “el Gobierno cede ante los empresarios de la extracción mineral que solicitan hace años su extinción y a las presiones del grupo de parlamentarios vinculados a las compañías extractivistas que financian sus campañas”.

La consecuencia de este decreto genocida aumentará “el rastro de destrucción que las empresas mineras brasileñas y extranjeras han dejado en la Amazonia en las últimas décadas”, provocando el “aumento de la violencia, droga y prostitución, aumento de los conflictos por la tierra, agresión descontrolada a las culturas y modos de vida de las comunidades indígenas y tradicionales”.

Esta es una situación que pone de manifiesto que las advertencias del Papa Francisco en la Laudato Si, van haciéndose realidad poco a poco: “hay propuestas de internacionalización de la Amazonia que sólo sirven a los intereses económicos de las corporaciones internacionales” (LS 38), ante lo que es necesario que “digamos no a una economía de exclusión y desigualdad, donde el dinero reina en vez de servir. Esta economía mata. Esta economía excluye. Esta economía destruye la madre tierra”.

La nota advierte que éste es un precedente peligroso, “abriendo espacio para que otras pautas sean flexibilizadas, como la autorización para explotación mineral de tierras indígenas, prohibida por el actual Código Mineral”. Ante este peligro, los firmantes de la nota hacen una llamada a la movilización y convocan a los parlamentarios “a denfender la Amazonia, impidiendo que más empresas mineras destruyan uno de nuestros mayores patrimonios naturales”, pues no se puede olvidar que “¡El futuro de las generaciones venideras está en nuestras manos!”.

Una nueva actitud profética, la de la Iglesia brasileña, que últimamente está dejando cada vez más claro que está al lado de los que sufren las consecuencias de las políticas arbitrarias de un gobierno que sólo piensa en llenar el bolsillo a costa de esquilmar un país en el que cada vez queda menos.



Nota de repudio al Decreto Presidencial que extingue la RENCA

Oímos el grito de la tierra y el grito de los pobres

La Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM), dependiente del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM), y en Brasil organismo vinculado a la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), juntamente con la Comisión Episcopal para la Amazonia, de la CNBB, por medio de su Presidencia, unida a la Iglesia Católica de la Pan-Amazonia y a la sociedad brasileña, en especial a los pueblos de las tierras indígenas Waãpi y Río Paru d´Este, viene a repudiar públicamente el anuncio antidemocrático del Decreto Presidencial, altamente dañino, que extingue la Reserva Nacional de Cobre y sus Asociados (RENCA) el último miércoles (23).

La RENCA es un área de reserva, en la Amazonia, con 46.450 km2 - tamaño del territorio de Dinamarca -. La región engloba nueve áreas protegidas, siendo tres de ellas de protección integral: el Parque Nacional Montañas del Tumucumaque, las Florestas Estatales del Paru y del Amapá; la Reserva Biológica de Maicuru, la Estación Ecológica del Jari, la Reserva Extractivista Río Cajari, la Reserva de Desarrollo Sostenible del Río Iratapuru y las Tierras Indígenas Waiãpi y Río Paru d`Este. La apertura del área para la explotación mineral de cobre, oro, diamante, hierro, niobio, entre otros, aumentará la deforestación, la pérdida irreparable de la biodiversidad y los impactos negativos contra los pueblos de toda la región.

El Decreto de extinción de la RENCA vilipendia la democracia brasileña, pues con el objetivo de atraer nuevas inversiones al país el Gobierno brasileño consultó apenas empresas interesadas en explotar la región. Ninguna consulta a los pueblos indígenas y comunidades tradicionales fue realizada, como manda el Artículo 231 de la Constitución Federal de 1988 y la Convención 169, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El Gobierno cede ante los empresarios de la extracción mineral que solicitan hace años su extinción y a las presiones del grupo de parlamentarios vinculados a las compañías extractivistas que financian sus campañas.

Al contrario de lo que afirma el Gobierno en nota, al abrir la región para el sector de la extracción mineral, no habrá como garantizar la protección de la floresta, de las unidades de conservación y mucho menos de las tierras indígenas - que serán directamente afectadas de forma violenta e irreversible -. Basta observar el rastro de destrucción que las empresas mineras brasileñas y extranjeras han dejado en la Amazonia en las últimas décadas, con deforestación, contaminación, comprometimiento de los recursos hídricos por el alto consumo de agua para la extracción mineral y su contaminación con sustancias químicas, aumento de la violencia, droga y prostitución, aumento de los conflictos por la tierra, agresión descontrolada a las culturas y modos de vida de las comunidades indígenas y tradicionales, con grandes insenciones de impuestos, pero mínimos beneficios para las poblaciones de la región.

Riesgos ambientales y sociales incalculables amenazan el “pulmón del Planeta repleto de biodiversidad” que es la Amazonia, como nos recuerda el Papa Francisco en la carta encíclica Laudato Si, alertando que “hay propuestas de internacionalización de la Amazonia que sólo sirven a los intereses económicos de las corporaciones internacionales” (LS 38). La política no debe someterse a la economía y a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia, pues la prioridad deberá ser siempre la vida, la dignidad de la persona y el cuidado con la Casa Común, la Madre Tierra. En Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, el 9 de julio de 2015, el Papa Francisco no dejó de proclamar: “digamos no a una economía de exclusión y desigualdad, donde el dinero reina en vez de servir. Esta economía mata. Esta economía excluye. Esta economía destruye la madre tierra”.

En la LS, el papa Francisco alerta todavía que “el drama de una política focalizada en los resultados inmediatos (…) vuelve necesario producir crecimiento a corto plazo” (LS 178).

Al contrario, para él “en el debate, deben tener lugar privilegiado los habitantes locales, aquellos mismos que se preguntan sobre lo que desean para si y para sus hijos y pueden tener en consideración las finalidades que transcienden el interés económico inmediato”, (LS 183).

La extinción de la Renca representa una amenaza política para Brasil entero, imponiendo una presión más sobre las tierras indígenas y Unidades de Conservación y abriendo espacio para que otras pautas sean flexibilizadas, como la autorización para explotación mineral de tierras indígenas, prohibida por el actual Código Mineral.

Por todos esos motivos, nos unimos a las Diócesis locales de Amapá y de Santarem, a los ambientalistas y a la parcela de la sociedad que, por medio de manifestaciones en las redes sociales e de recogida de firmas, piden la inmediata revocación del Decreto Presidencial que extingue la Reserva.

Convocamos a las señoras y señores parlamentarios a denfender la Amazonia, impidiendo que más empresas mineras destruyan uno de nuestros mayores patrimonios naturales. ¡No nos resignemos a la degradación humana y ambiental! Unamos esfuerzos en favor de la vida de los pueblos que viven en el bioma amazónico. ¡El futuro de las generaciones venideras está en nuestras manos!

Que Dios nos anime en lo más hondo de nuestros corazones y nos ilumine y confirme en la búsqueda de la tan soñada Tierra Sin Males.

Don Claudio Cardenal Hummes
Presidente de la REPAM y de la Comisión Episcopal para la Amazonia.

Don Erwin Kräutler
Presidente de la REPAM-Brasil y Secretario de la Comisión Episcopal para la Amazonia.

Brasilia, 28 de agosto de 2017
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