Antiguo presidente de los dicasterios romanos Cor unum y Justicia y Paz Fallece el cardenal Roger Etchegaray a los 96 años

El cardenal Etchegaray
El cardenal Etchegaray

Durante dos décadas fue un estrecho colaborador del Papa Juan Pablo II, de quien ejerció como enviado especial en misiones delicadas, en Cuba, Irak, Palestina, Ruanda o China

Mención especial merecen sus intervenciones para poner fin al sitio de la Basílica de la Natividad de Belén en 2002 y sus diferentes misiones en Irak en 1986, 1998 y 2003

El cardenal Roger Etchegaray, natural de Ezpeleta, y una de las figuras más prominentes de la Iglesia vasca ha fallecido a la edad de 96 años en su retiro de Kanbo, según ha confirmado en la noche del miércoles la Diócesis de Baiona.

El cardenal Etchegaray (Ezpeleta, 1922) abandonó Roma el 26 de enero de 2017, tras una larga trayectoria en el Vaticano.

Antiguo presidente de los dicasterios romanos Cor unum y Justicia y Paz, Etchegaray anunció su decisión en una carta de despedida dirigida al Papa Francisco y al Papa emérito Benedicto XVI.

Ello antes de regresar a Euskal Herria y de instalarse definitivamente en una casa de retiro en Kanbo, donde ha terminado sus días.

La Diócesis de Baiona informaba este miércoles por la noche de la muerte del cardenal, a través de su página web.

Inmediatamente llegaban los primeros mensajes de condolencia. Algunos desde las propias esferas vaticanas, para destacar la aportación diplomática del prelado vasco.

Ya en Euskal Herria, el presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray, trasladaba su pésame a los allegados de Etchegaray y se refería al fallecido como «un hombre de su tiempo» y como «un embajador del País Vasco».

Nacido en 1922 en Ezpeleta, Roger Echegaray fue ordenado sacerdote en 1947. Bajo el apostolado del Papa Pablo VI fue nombrado obispo auxiliar de París, en marzo de 1969, y un año después arzobispo de Marsella. En 1979 fue consagrado como cardenal.

Durante dos décadas fue un estrecho colaborador del Papa Juan Pablo II, de quien ejerció como enviado especial en misiones delicadas, en Cuba, Irak, Palestina, Ruanda o China. Mención especial merecen sus intervenciones para poner fin al sitio de la Basílica de la Natividad de Belén en 2002 y sus diferentes misiones en Irak en 1986, 1998 y 2003.

Roger Etchegaray
Roger Etchegaray

Distinciones diversas

Siendo presidente emérito del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz recibió en 2003 el Premio «Raoul Follereau» a la paz, por «su compromiso al servicio de un mundo sin violencia».

La UNESCO le otorgó un año después el Premio «Felix Houphouet-Boigny» por su contribución a la búsqueda de la paz.

El prelado ezpeletarra compartió esa alta distinción con el gran mufti de Bosnia-Herzegovina, Mustafá Cedric. Con ese galardón se destacaba la larga trayectoria de mediador y enviado del Vaticano de Echegaray.

En 2005, Etchegaray fue promovido, ya con Benedicto XVI, a vicedecano del Colegio Cardenalicio.

Por su prolongada labor al lado de tres Papas, y por los puestos prominentes que ha ocupado, Roger Etchegaray ha sido destacado como el religioso vasco que ha alcanzado un puesto más relevante en la Curia romana.

Etchegaray
Etchegaray

Amigo de la paz en Euskal Herria

En su calidad de «diplomático» del Vaticano, el nombre de Etchegaray ha sido citado de forma más o menos recurrente también en relación al conflicto vasco.

Es conocido su papel de consejero de varios obispos vascos, que le visitaban de forma periódica en su apartamento romano, y se ha publicado variada infomación sobre sus relaciones con distintos representantes políticos a la resolución del conflicto vasco.

Entre 2003-2004 su nombre fue citado como interlocutor del PSOE y también de la izquierda abertzale, y se destacó su labor de escucha, también en el periodo de la ilegalización.

Conocido por su discreción, preguntado al respecto, en una de sus habituales visitas a su Ezpeleta natal, Etchegaray desmentía que se le hubiera pedido que intercediera en relación al llamado conflicto vasco pero acotada de la expresión: «Lo hubiera hecho de haberme encomendado el Papa esa labor».

En todo caso, desde entidades ligadas a la resolución, entre ellas el Foro Social se agradecía la cercanía y compromiso con la búsqueda de la paz mostrados por el ahora fallecido.

En un mensaje de reconocimiento a Etchegaray, el ex senador vasco Urko Aiartza revelaba que, ya retirado en Kanbo, Etchegaray recibió una visita tan especial como significativa.

Según Aiartza, el cardenal Etchegaray recibió la visita de Mateo Zuppi, arzobispo de Bolonia y miembro de la considerada diplomacia paralela vaticana, la comunidad de San Egidio.

Zuppi estuvo presente en el acto de desarme de ETA y mantuvo un compromiso activo hasta el final definiivo de esa organización, anunciado en mayo de 2018 en Villa Arnaga (Kanbo).

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