Fundó la diócesis de Essen en 1951, y la dirigió hasta su muerte en 1991 La Iglesia alemana admite "graves" acusaciones de pederastia contra el fallecido cardenal Hengsbach

Estatua del cardenal en el jardín de la catedral de Essen
Estatua del cardenal en el jardín de la catedral de Essen captura de pantalla

En un comunicado, el obispo Franz-Josef Overbeck manifestó el temor de que puedan existir más víctimas e instó a éstas a ponerse en contacto con la diócesis

Los supuestos abusos se produjeron entre las décadas de 1950 y 1970 y el primer indicio se conoció en 2011, según la nota, aunque aquella alegación fue retirada por el denunciante tres años más tarde

El difunto ya había sido acusado de abusar de una menor en 1954, un dato que había sido transmitido además al Vaticano, que resolvió sin embargo que la alegación no era plausible y dio el caso por cerrado.

La diócesis de Essen, al oeste de Alemania, dio a conocer este martes que existen dos alegaciones de "graves" abusos sexuales a menores por parte del cardenal Franz Hengsbach, muerto en 1991.

En un comunicado, el obispo Franz-Josef Overbeck manifestó el temor de que puedan existir más víctimas e instó a éstas a ponerse en contacto con la diócesis.

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Con ello, el cardenal Hengsbach, que fundó la diócesis de Essen en 1951 y fue su obispo hasta su muerte en 1991, se convertiría en el clérigo católico de mayor rango acusado de abusos sexuales en Alemania.

Los supuestos abusos se produjeron entre las décadas de 1950 y 1970 y el primer indicio se conoció en 2011, según la nota, aunque aquella alegación fue retirada por el denunciante tres años más tarde.



La investigación actual se abrió después de que en otoño del año pasado se pusiera en contacto con la diócesis una persona que afirmó haber sido agredida por Hengsbach en 1967.

Esta información llevó a Overbeck a solicitar las actas de la archidiócesis de Paderborn, donde Hengsbach había sido sacerdote auxiliar.



Así halló que el difunto ya había sido acusado de abusar de una menor en 1954, un dato que había sido transmitido además al Vaticano, que resolvió sin embargo que la alegación no era plausible y dio el caso por cerrado.

No obstante, en vista de la nueva acusación, Overbeck decidió "teniendo en cuenta todas las informaciones disponibles" hacer públicas las alegaciones contra Hengsbach con la esperanza de poder recabar así más indicios.

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