Iglesia y Mundo Obrero: Participar activamente

Desde el Secretariado Social Diocesano de Vitoria me han hecho llegar este escrito que adjunto y que destaca alguna de las aportaciones expuestas en el marco de las Vª Jornadas de Iglesia y Mundo Obrero y que tenía como elemento de base la última Reforma Laboral. Aprovecho para añadir mi particular Non solum sed etiam …

IGLESIA Y MUNDO OBRERO

El Secretariado Social Diocesano de Vitoria y, muy especialmente, el Equipo de Pastoral Obrera, ubicado en dicho Secretariado, organizamos las 5as. Jornadas de Iglesia y Mundo Obrero en nuestra ciudad de Vitoria-Gasteiz.
Como no podía ser de otra manera, este año se ha analizado la última Reforma Laboral (RL). Lo hicimos con la ayuda de tres ponentes: Martín Auzmendi (Abogado), Pablo Angulo (Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas) y Mariano López (HOAC) a quienes planteamos cuestiones diferentes para responder en tres charlas. Sus respectivos títulos fueron:
- ¿Una Reforma Laboral necesaria ante los cambios en el mercado de trabajo?
- La entrada y la salida del mercado de trabajo según la última Reforma laboral
- Mirada desde la ética cristiana a la reciente Reforma laboral
Se partía de dos constataciones:
- Las tasas de desempleo en el Estado Español duplican las de la Unión Europea.
- Desde los centros de poder se habla de ”rigideces” en el mercado de trabajo y falta de adaptación a la economía.
Esta R. L. se desarrolla en un contexto especial: estamos inmersos en una crisis financiera y económica de ámbito internacional, que ha traído consigo una intensa destrucción de empleo, la caída de la actividad productiva, falta de crédito, etc.

El primer ponente se hacía la siguiente pregunta: ¿Esta legislación tan “destructiva” para el empleo, no estaba vigente cuando se creaba empleo?. Algunas conclusiones y líneas de reflexión en torno a la temática apuntada:
• La Reforma laboral no ha bajado el paro ni la temporalidad.
• Reformar sí, pero manteniendo la cohesión social.
• ¿El crecimiento que teníamos es sostenible? Si el empleo lo vinculamos al crecimiento tenemos un problema porque no es posible ni deseable volver a los modelos de crecimiento del año 2007.

En la segunda ponencia vimos con claridad que, antes de la última Reforma laboral, ya era fácil entrar y salir del mercado de trabajo, y, después de la aplicación de dicha reforma, aún más. La globalización y el sistema económico dominante que exige maximizar beneficios plantean un nuevo marco para el mercado laboral. Partiendo de la premisa que hay que mantener unos standares de protección elevados, el ponente sostuvo que no hay una única solución. Es más, afirmó que es un error fiarlo todo al paradigma europeo de la “empleabilidad”. El abaratamiento de los costes empresariales no ha servido para crear más empleos y mucho menos estables, tal y como nos lo prometían. En este sentido, hay un discurso manipulado y falso que dice que los que están dentro del mercado laboral con sus derechos /privilegios ponen fuera de dicho mercado a otros trabajadores.
Esta es la 8ª Reforma Laboral y no se ha terminado de diseñarla en toda su totalidad. Lo siguiente por negociar con los trabajadores y sus representantes serán los “Convenios Colectivos”, los “salarios ligados a productividad en vez de carestía de vida (IPC)”, etc. Se habló también de la necesidad de crear un capitalismo de rostro humano: empresas sociales, banca ética, .... no bonificar el empleo y crear empleo público.
En cuanto al papel de los sindicatos, sin “exculparlos”, hay que tener en cuenta que están “atados de pies y manos”, como solemos decir coloquialmente, por su necesidad de financiación, que en este momento les llega desde los gobiernos, y que, además, son reflejo de la cultura dominante: individualismo y acomodación.

En una tercera ponencia nos asomamos a la Reforma laboral desde la visión ética cristiana. Constatamos que en la sociedad que vivimos hay una debilidad en la lucha por la justicia social, una sociedad organizada de forma capitalista, en la que el sufrimiento y la deshumanización del mundo obrero nos ha hecho insensibles para con las víctimas de esta sociedad.
El mundo del trabajo hoy, está perdiendo su conciencia social. Está sufriendo situaciones de injusticia (trabajo inseguro, más precarizado, más desprotegido, más peligroso…) debido a la cultura imperante que nos está invadiendo.
Necesitamos construir un nuevo modelo de mercado laboral, revisar la manera de entender la economía. Los cristianos lo debemos hacer teniendo muy en cuenta los criterios del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia.
¿Qué podemos hacer?, nos preguntaba el ponente y nos preguntábamos cada uno de nosotros:
-participar activamente.
-hacer frente a este modelo de sociedad que empobrece a los más débiles.
-como cristianos orar desde las víctimas del mundo obrero y del trabajo
-que nuestras comunidades y parroquias y nuestros movimientos desarrollen un trabajo de concienciación que rompa la normalidad de cómo se comprenden muchos de estos temas.

Desde el Equipo de Pastoral Obrera hemos valorado positivamente, tanto las aportaciones de los ponentes, como los debates habidos en cada una de las sesiones. No queríamos que pase la oportunidad de acercarnos a esta cuestión, como es la última Reforma laboral, desde perspectivas distintas. No es un tema sencillo ni fácil de comprender, en un primer momento. Quisimos así, organizando estas Jornadas, que todos los ciudadanos tuviésemos la oportunidad de reflexionar, conocer datos y situaciones y tener opinión de “algo” que preocupa.


Vitoria-Gasteiz, abril 2001

Non solum sed etiam …
Si me presto a difundir este texto es porque obviamente el tema me parece de interés, y en esta reflexión personalísima quiero partir de dos palabras que vienen en el mismo “participar activamente”. Esta frase se enmarca como una de las propuestas a la pregunta ¿qué podemos hacer? (… en este tema del mundo laboral con sus problemas, dificultades, injusticias, …)
Pues lo que ha sido una constante en la historia de la Iglesia desde sus orígenes, la participación activa, militante, como cristianos sin complejos en todos los ambientes del mundo. No olvidemos que estamos llamados a ser levadura (Mt. 13, 33); luz (Mt. 5,16); que el mensaje de Jesús tiene vocación de presencia UNIVERSAL (Católica) y que quienes nos decimos seguidores de Jesús somos los vocacionados, llamados, a hacer presente ese mensaje en las diversas realidades del mundo: en la familia, en la política, en el trabajo, en el ocio, …, en la vida. Estamos llamados a “participar activamente” en el mundo desde nuestra condición de cristianos.
Podemos buscar, y encontraríamos, referencias a esta llamada a “participar activamente” en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, en la patrística, en la Doctrina Social expuesta en las encíclicas desde León XIII hasta Benedicto XVI (destacando particularmente a los beatos Juan XXIII y a Juan Pablo II), en muchos santos de la Iglesia (particularmente fundadores), en la teología de la Liberación, en los postulados y principios de movimientos y asociaciones, en infinidad de charlas y conferencias.
Lo triste de todo esto es que demasiadas veces los CATOLICOSAPOSTOLICOSYROMANOS estamos más cerca del “ande yo caliente y ríase la gente” que del “lo que hicierais a uno de estos pequeños a mi me lo hacéis”… por eso es necesario difundir mensajes como los salidos de estas Jornadas, en los que, entre otras cosas se nos recuerda que hay que “Participar activamente”.
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