Por su labor con los jóvenes y por la reconciliación IV Memorial Cassià Just a la Comunidad de Taizé

(Peio Sánchez).- El jurado de la IV edición del Memorial Cassià Just concedió este galardón a la Comunidad de Taizé por su tarea con los jóvenes, a favor de la reconciliación y con perspectiva ecuménica según señaló Enric Vendrell, Director General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya

El premio de la Fundación Cassià Just lo ha entregado la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, a dos hermanos de esta comunidad que se han desplazado expresamente a Barcelona para recibir este reconocimiento a través de una obra del pintor Perico Pastor.

Como indicó la vicepresidenta "frecuentemente se habla de crisis de valores, de ausencia de referentes espirituales, de exceso de materialismo, de pérdida del sentido de comunidad, de mucho individualismo,... No vivimos en una sociedad perfecta, pero podemos mejorarla si damos visibilidad a todas las personas que han puesto sus energías al servicio de los otros"

El profesor Francesc Torralba, en su glosa de presentación, señaló "la comunidad de Taizé se fundó en el año 1942 por Roger Schutz y desde entonces es un foco de espiritualidad para jóvenes de todo el mundo procedentes de confesiones, nacionalidades diversas. Nacida como comunidad monástica y ecuménica integra hermanos de diversas iglesias cristianas, sobre todo protestantes, aunque también católicos, procedentes de una quincena de países. Su ideal es la comunión entre todos los seres humanos y por eso trabajan, sobre todo, por la reconciliación de los cristianos en una sola Iglesia, germen y signos, de que no hay más que una familia humana".

En clave espiritual fueron las palabras de Griselda Cos, monja del Monasterio de Sant Pere de les Puelles, que presentó a la comunidad de Taizé para este reconocimiento. Resaltó que "como monja contemplativa que está en el monasterio intentando vivir también desde la prioridad de Dios, desde la fraternidad y la apertura a los hermanos que buscan respuestas a las inquietudes profundas y personales, valoro también vuestra vida monástica abierta a las necesidades espirituales de nuestros tiempos"

Tras le recepción del galardón el hermano Pere en nombre del hermano Alois, prior de Taizé, confesó un deseo, que lo es de toda su comunidad. "Siempre habrá diferencias entre los cristianos, serán siempre un desafío y una invitación a dialogar con franqueza, y de esta manera, puedan convertirse en un enriquecimiento. Pero, ¿no ha llegado ya el tiempo de juntarnos bajo un mismo techo, incluso sin esperar que todas las dificultades estén en plena armonía?... Los cristianos reunidos visiblemente bajo un mismo techo, pueden ser juntos, este testimonio de paz"

Este acto tuvo su prolongación en la parroquia de Santa Ana de Barcelona donde se celebró una oración por la paz. Como el hermano Pere indicó "aquí se reunieron amigos de Taizé de distintas generaciones, desde los más jóvenes que pasaron este verano por la comunidad, hasta los que participaron de cerca en los encuentros de Barcelona de 1979, 1985 y 2000".

La oración acompañada por los cantos propios de esta comunidad tuvo especialmente presente la situación de África, de violencia y persecución en Siria, Irak y Afganistán, así como todos los lugares donde la paz es un anhelo. La plegaria terminó con una invitación a acudir al Encuentro Europeo de Praga este fin de año.

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