"En ese mismo lugar, el 4 de mayo de 2001, con ocasión de la “Peregrinación Jubilar a Grecia, Siria y Malta”, ante el entonces Presidente de la República helénica, Konstantinus Stephanopoulos, el Papa Juan Pablo II, pronunció también un importante discurso"
"Ambos papas hicieron bien en no “pasarse” en una supuesta identificación entre el pensamiento griego y el judeo-cristiano, pues una cosa es admirar y reconocer la excelencia y profundidad del pensamiento helénico, y otra es no ver las profundas diferencias entre uno y otro pensamiento"
"Todo lo que se institucionaliza, inevitablemente, adquiere un carácter conservador, se hace de derechas; y la Iglesia, en cuanto institución y con unas personas físicas a su servicio, clérigos obedientes (que han de velar por que lo del Evangelio sea perenne y no pasajero), lo conservador es esencial"
Aquellos eran tiempos en que los Propagandistas tenían en su seno opositores brillantes, casi “conditio sine qua non” para ser propagandistas, teniendo en cuenta que don Ángel Herrera fue en su día Abogado del Estado
Los propagandistas que conocí entonces, no eran como son los de ahora, barbudos y de larguísimos apellidos (no los precisaban), y cuya Asociación, por eso de las universidades, es riquísima hoy; está forradísima
Y si yo fuera diablo, a los siempre queridos propagandistas, los tentaría con los dineros y la vanidad. Y si fuera ángel, les recordaría que fueron esencialmente centristas, no sabiendo si es verdad la acusación que ahora se les hace de ser aglutinadores de todo el “facherío” andante y militante, desde el religioso que es un monumental y catedralicio “facherío”, al restante, incluido el político
"Dicen que el Papa Ratzinger quiso ser un 'dom', un benedictino, como San Benito, y dicen que el Papa Bergoglio quiso ser 'fray', un franciscano, como San Francisco"
"Siempre se ha alabado la finura de los “hombres de Iglesia”, su excelencia negociadora con los Estados, ese decir sí para acabar diciendo no, ese no dejarse llevar por aceleramientos e impaciencias incompatibles con una existencia de eternidad de la Iglesia"
"Resulta que la Iglesia se equivoca y mucho en sus reacciones, que no son, al final, mesuradas sino radicales –esto en la Iglesia española es manifiesto-"
"A los desvaríos anticlericales de la II República española, la Iglesia responde llamando Cruzada a la Guerra Civil española, sirviéndose del Concordato (1953) y de los privilegios inmatriculadores e hipotecarios"