"Con ese término se ha humillado e injuriado a millones de personas durante siglos" ¿Soy sodomita? Sodoma y la homosexualidad

¿Deberíamos seguir utilizando la palabra sodomita como se ha utilizado a lo largo de los siglos? ¿Realmente los homosexuales somos sodomitas?

Con el pasaje bíblico de Sodoma se ha justificado el acoso, rechazo y persecución de quienes, amando a personas de su mismo sexo, han sido convertidos en chivos expiatorios de la homofobia institucional

Seguro que, en mas de una ocasión, has oído utilizar la expresión “sodomita”. Obviamente, con carácter peyorativo y deseo de ofender a alguien. La historia está repleta de episodios de persecución y condena de las personas homosexuales. Se trata de un término que, desde el principio del cristianismo y hasta el día de hoy, se emplea para insultar y ofender a las personas homosexuales. Con él, se ha humillado e injuriado a millones de personas durante siglos, marcándolas como si fueran verdaderos criminales.

La iglesia, apartándose de las enseñanzas de Jesús y aprovechando su gran influencia política, social, espiritual y moral, ha inoculado este odio en la conciencia colectiva de la sociedad. Una fobia que ha llegado hasta el punto de considerar a las personas homosexuales bestias salvajes que debían ser erradicadas. ¿Piensas que exagero cuando empleo esta expresión? Escucha con atención algunos ejemplos.

El Concilio XVI de Toledo, celebrado en el año 693, considera la homosexualidad un crimen severo que ha de ser castigado con el exilio. En 1140, el Decreto de Graciano, primera codificación del derecho canónico occidental, califica toda práctica homosexual como crimen contra natura. En la mayoría de los pronunciamientos magisteriales que la iglesia ha realizado, la sodomía es descrita como un crimen grave, pecado horrible y práctica execrable. El papa san Pío X, en la primera década del siglo XX, la definía como vicio maldito que merece el castigo de Dios. ¡¡Tremenda expresión de alguien que la iglesia ha canonizado!!

El historiador y profesor británico, Henry Kamen, ha dedicado parte de su vida a la investigación de la Inquisición española, poniendo de manifiesto las atrocidades y aberraciones que los tribunales eclesiásticos realizaban contra las personas homosexuales. Parafraseando a Kamen, los castigos más comunes que se aplicaban en España consistían enazotes, encierro en galeras, castración o lapidación. Hasta que en el año 1497, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, cambiaron estos crueles castigos por uno bastante peor: la quema en público de las personas gays, y la correspondiente confiscación de todas sus propiedades y bienes. Estas terribles prácticas que los Reyes Católicos fomentaron, deberían ser tenidas en consideración por el papa Francisco, a la hora de tomar la decisión de abrir el proceso de beatificación de Isabel la Católica.

La iglesia ha convertido esta narración bíblica en el paradigma moral del supuesto pecado que las personas gays cometen, cuando practican el coito anal. La ha interpretado como una condena explícita de las relaciones homoeróticas. Así ha logrado convertirla en una epopeya ética que ha inspirado a infinidad de escritores religiosos y autoridades eclesiásticas, a escribir terribles historias de intolerancia y fanatismo religioso. Emperadores, papas y gobernantes, interpretando errónea y supersticiosamente el pasaje de Sodoma, han llegado a atribuir a las personas homosexuales catástrofes naturales. En el año 538, el emperador Justiniano, gran defensor de la iglesia y protector del cristianismo, llegó a afirmar que las prácticas homosexuales eran una amenaza al Estado, porque provocaban la venganza de Dios en forma de terremotos, hambres y pestes.

¿Cómo es posible que la iglesia haya llegado hasta el punto de ordenar la ejecución pública de personas homosexuales? ¿Cómo ha alcanzado tal aberración? ¿Deberíamos seguir utilizando la palabra sodomita como se ha utilizado a lo largo de los siglos? ¿Realmente los homosexuales somos sodomitas?

En este nuevo vídeo, analizo el pasaje bíblico de Sodoma y Gomorra, para ayudarte a comprender cuál es la verdadera enseñanza que el autor sagrado quiere transmitir en este relato. Una enseñanza que nada tiene que ver con la homosexualidad humana tal y como hoy la entendemos. ¡Entra en el enlace (https://acortar.link/sJj55c) y visualiza el vídeo!

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