Piden cuidar, proteger y acompañar a los más pequeños con amor y responsabilidad Más de dos mil niños participaron en el Jubileo Infantil organizado por la Arquidiócesis Primada de México

Como una oportunidad para renovar el compromiso con la infancia y construir una comunidad donde cada niño se sienta amado y valorado, la Arquidiócesis Primada de México realizó con éxito el Jubileo Infantil, miles de niñas y niños vivieron momentos de fe y fraternidad, con diversas actividades, debates, canciones, aprendizajes y juegos.
Durante su homilía el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, dejó 4 mensajes para alentar a los menores: “Aborrezcan el mal y practiquen el bien”, “Ámense los unos a los otros como buenos hermanos”, “Que la esperanza los mantenga alegres” y “Hay que ser perseverantes en la oración”.
Jimena Hernández corresponsal en México
En el marco del Año Jubilar de la Esperanza 2025, la Arquidiócesis Primada de México organizó el Jubileo Infantil, una celebración para mirar el futuro con confianza y alegría; que reunió a niñas y niños que con su inocencia y entusiasmo, fueron portadores de esperanza.
El Cardenal Aguiar animó a los pequeños a conocer a Jesús a través de los Evangelios, a confiar en Él y a mantener la esperanza viva “Jesús es el mejor maestro. Siempre tiene cosas nuevas que decirnos, ante situaciones alegres y también ante situaciones desafiantes… Hagan feliz a Jesús, niños. Allí lo encontrarán: en su parroquia, en su capilla. Busquen dónde está el Sagrario. Háblenle de sus penas y de sus alegrías, de sus preocupaciones y de sus proyectos. Y nunca les fallará”, concluyó.
Durante su homilía pidió a los menores que “aborrezcan el mal y practiquen el bien”, ya que aunque parece sencillo, muchas veces no lo es.
“Parece sencillo, ¿verdad? Pero a veces el mal se disfraza y parece que es un bien para mí, cuando va a ser un mal para toda mi familia. Cuando parece que va a ser un bien para mí, pero va a disgustar a mis maestros en la escuela; hay entonces allí una dificultad. Pero si tenemos la confianza en Jesús, sabremos afrontar esas situaciones”
También les pidió que si quieren ser amigos de Jesús, dispuestos a lo que venga: hay que servir y a amar, porque Dios es amor. Y como señaló San Pablo: “que la esperanza los mantenga alegres”.
“También nos dice: sean constantes en la tribulación, nunca se desanimen. Algo salió mal, hice todo lo que pude ante la tribulación, la tristeza me apaga el ánimo. Hay que tener la esperanza de que vas a poderlo hacer mejor dentro de poco, que no te preocupes, que Dios te va a ayudar”
Finalmente, les dijo que deben ser perseverantes en la oración. “¿Qué significa? ¿Rezar muchas Aves Marías, Padres Nuestros y todas las oraciones que sabemos? No. Orar es hablar con nuestro Padre, hablar con Dios. Las oraciones sirven de instrumento, de medio para hablar con Dios”, comentó.
Por lo que los motivo a hablar en todo momento con Jesús, contarle lo que les pasa, contarle sus deseos y sus penas, pues Jesús siempre nos escucha.
En el mismo tenor, la Arquidiócesis Primada de México, mediante su editorial enfatizó que en un mundo marcado por la violencia, la prisa, la desigualdad y la indiferencia, los niños nos interpelan con su fragilidad y esperanza, ya que son el reflejo más puro de la humanidad, portadores de una promesa que solo podrá cumplirse si les garantizamos un entorno donde puedan crecer con dignidad, amor y oportunidades reales.
“En el corazón del Evangelio resuena con fuerza la invitación de Jesús: “Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos” (Mt 19,14), y aunque estas palabras expresan ternura, también son un mandato: cuidar, proteger y acompañar a los más pequeños con amor y responsabilidad”
Lamentaron que la realidad nos muestre que muchos niños viven en condiciones de vulnerabilidad, expuestos a la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades. Destacando que lo más grave es que muchos de ellos hoy son reclutados por el crimen organizado, privándolos de su niñez, su inocencia y poniendo en riesgo su futuro.
Por lo que enfatizaron que los niños son el presente que nos desafía a construir una sociedad más justa y compasiva; su bienestar es el termómetro de nuestra humanidad.
“Si hoy nos alarman los altos índices de asesinatos, mucho tiene que ver la carencia de formación de valores dentro del núcleo familiar y el desprecio por la vida humana; si hoy nos quejamos de la inseguridad y la violencia, es por que hemos descuidado la construcción de un entorno más justo y humano para la infancia”
El encuentro realizado en el Seminario Menor Casa Huipulco, al sur de la Ciudad de México contó con diversas actividades, debates, canciones, juegos, aprendizajes y momentos de fe y fraternidad. Las niñas y niños se sintieron escuchados ya que pudieron manifestar sus preocupaciones sobre lo que viven en su familia, con sus padres y hermanos, dentro de la escuela con su amigos y también en sus comunidades; también hablaron sobre la justicia, la violencia, la paz y que a veces no cuentan con los servicios básicos (agua, luz, comida, casa).