Son guardianes de valores esenciales, señalan Pide Arquidiócesis Primada de México reconocer el valor de los pueblos originarios

Pide Arquidiócesis Primada de México reconocer el valor de los pueblos originarios
Pide Arquidiócesis Primada de México reconocer el valor de los pueblos originarios

La Arquidiócesis Primada de México, dedicó su texto editorial de esta semana a las comunidades indígenas y pueblos originarios del país, destacaron que muchas veces han sido marginadas y despojadas, pero que pese a eso, siguen siendo guardianes de valores esenciales: el respeto por la naturaleza, la centralidad de la familia y la comunidad.

Por lo que pidió abrir un espacio real para que su voz tenga peso en las decisiones que afectan sus territorios, su medio ambiente y su forma de vivir.

La Arquidiócesis Primada de México, informó mediante su órgano informativo “Desde la Fe” que se encuentra trabajando en el fortalecimiento de la Pastoral de los Pueblos Indígenas.

“Cuidar a los pueblos indígenas es cuidar de la memoria, de la vida y del alma misma de nuestra humanidad”, enfatizaron

En su texto, señalan que en un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, donde las culturas tienden a homogeneizarse y la memoria se diluye, los pueblos indígenas nos interpelan con una fuerza silenciosa pero firme.

“Ellos custodian lenguas, ritos, símbolos y saberes que son fruto de siglos de relación armoniosa entre comunidades. Su modo de entender la vida no es un vestigio del pasado: es una fuente de sabiduría para el presente y una brújula para el futuro”.

Los obispos capitalinos, destacaron que estas comunidades, muchas veces son marginadas y despojadas, pero que han resistido con dignidad a pesar de la incomprensión, la exclusión, y del abuso de poderosos que han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones.

“Sin embargo, siguen siendo guardianes de valores esenciales: el respeto por la naturaleza, la centralidad de la familia y la comunidad, la gratitud por los dones recibidos, y la conciencia de que la vida es un regalo que se cuida en cada etapa”

Además, aseguraron que en tiempos de crisis ambiental y social, estas comunidades no son una nota al pie en los libros de historia: son protagonistas de un modo de vivir que puede ayudarnos a recuperar la armonía con la creación y a sanar heridas profundas.

“Escucharlos no es un gesto de cortesía; es un acto de justicia y de responsabilidad hacia el futuro común”.

Por lo que pidieron a los feligreses reconocer el valor de los pueblos originarios, más allá de admirar su folclore o preservar sus artesanías, si no realmente abrir un espacio para que su voz tenga peso en las decisiones que afectan sus territorios, su medio ambiente y su forma de vivir.

Ya que las comunidades indígenas nos recuerdan que el progreso no puede medirse solo en cifras económicas, sino en la capacidad de vivir en equilibrio y en paz con lo que nos rodea.

  “Valorar a los pueblos indígenas es reconocer que la historia humana es plural, que su belleza está en su diversidad. Es asumir que sin ellos y sin su aporte comunitario, el mundo pierde un pilar de su identidad”.

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