El prelado tendrá que disculparse con quienes le acusaron de abusos Roma obliga al ex obispo Bransfield a devolver el dinero que gastó en una vida de lujo y en 'sobornos' a Dolan, Burke o Viganò

El cesado obispo de Wheeling-Charleston, Michael J. Bransfield
El cesado obispo de Wheeling-Charleston, Michael J. Bransfield

Bransfield era el presidente de la fundación papal fundada por el ex cardenal McCarrick, expulsado del Colegio cardenalicio por Francisco tras comprobarse que había abusado sexualmente de varias personas durante décadas

El prelado realizaba donaciones millonarias, con dinero de la diócesis, a los cardenales Dolan, Burke, Wuerl o al ex nuncio papal Carlo María Viganò, uno de los más destacados opositores al Papa Francisco

Michael J. Bransfield, ex obispo de Wheeling-Charleston depuesto por el Papa Francisco, deberá disculparse personalmente con los seminaristas que o acusaron de abuso, y tendrá que devolver casi medio millón de dólares (441.000) por despilfarrar los fondos diocesanos en gastos de lujo, como restaurantes, aviones privados y hoteles.

Así se desprende de la sanción emitida por la Congregación de Obispos, que investiga al antiguo prelado, sobre el que pesa la doble acusación de abuso sexual e irregularidades financieras. Bransfield, además de llevar una vida de lujo, enviaba 'regalos' en forma de miles de dólares a obispos y cardenales para ganarse su complicidad. Bransfield era el presidente de la fundación papal fundada por el ex cardenal McCarrick, expulsado del Colegio cardenalicio por Francisco tras comprobarse que había abusado sexualmente de varias personas durante décadas.

Disculpas con matices

En un comunicado, el actual obispo, Mark E. Brennan, se hace eco de la decisión vaticana, al tiempo que la web diocesana también publica una disculpa de Bransfield, quien pide perdón por “cualquier escándalo causado por las palabras y acciones que se me atribuyen”. En la nota, el ex obispo admite que durante su mandato “se me reembolsaron ciertos gastos considerados como excesivos” aunque, matiza, “creía que eran adecuados”.

El palacio episcopal en el que vivía Bransfield
El palacio episcopal en el que vivía Bransfield (Michelle Boorstein/The Washington Post

El obispo emérito deberá, en primer lugar, "disculparse públicamente con la gente de la diócesis de Wheeling-Charleston por el escándalo que ha creado", al tiempo que “disculparse en privado con algunos individuos que han denunciado abusos y acosos".

En segundo lugar, Bransfield "debe reembolsar a la diócesis de Wheeling-Charleston la suma de 441.000 dólares por los beneficios no autorizados recibidos de los recursos diocesanos". Dichos fondos “se sumarán a los ya reservados de la venta de su antigua residencia para la asistencia a las víctimas de abusos".

Seguirá recibiendo un sueldo mensual

El prelado recibirá 2.250 dólares al mes como salario mensual, un tercio de lo que se ofrece a un obispo retirado. La cantidad fue "recomendada" por la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos, que también determinó que el obispo no recibirá otros beneficios, como una secretaria o el reembolso de los gastos de viaje.

La intervención vaticana vino después de una investigación de The Washington Post, que hablaba de un despilfarro que podría superar los 2,4 millones de dólares de la diócesis. El diario también publicó las transferencias que Bransfield hizo, entre otros, a los cardenales Dolan, Burke, Wuerl o al ex nuncio papal Carlo María Viganò, uno de los más destacados opositores al Papa Francisco.

Michael J. Bransfield (i) presenta una tarta de cumpleaños al Papa Benedicto XVI
Michael J. Bransfield (i) presenta una tarta de cumpleaños al Papa Benedicto XVI

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