"Dios nos sabe Pedros traicioneros, Marías insignificantes, Pablos engreídos, pero nos ama así" ¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?

¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?
¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?

Yo soy terriblemente defectuoso Y terriblemente maravilloso. Como un palo lleno de agujeros O un trozo de carbón, Que en las manos de Dios se vuelve flauta

¡Cuánto fariseo hay en la Iglesia y en el mundo repartiendo sopapos a diestro y siniestro Con el corazón lleno de lepra y gusanos!

¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?

De nada valen filtros y caretas,

De nada vale subirse a una escalera  alta

Para mirar a todos por encima del otro.

De nada vale cavar un pozo

Para sentirme el gusano más gusano de todos los gusanos.

Lo digo muchas veces:

Yo soy terriblemente defectuoso

Y terriblemente maravilloso.

Toño Casado, en Argentina
Toño Casado, en Argentina

Como un palo lleno de agujeros

O un trozo de carbón,

Que en las manos de Dios se vuelve flauta

O llama poderosa que calienta a este mundo de hielo.

La envidia es la ceguera que desconoce las propias maravillas.

El orgullo es la estupidez que ignora las propias calamidades.

Porque todos, todas, todos,

Tenemos un historial de decepciones y abandonos, de desastres y oscuridad.

Pero todos, todas, todos

Somos héroes gloriosos en esta batalla tan dura que es la vida.

Dios nos sabe Pedros traicioneros, Marías insignificantes, Pablos engreídos,

Pero nos ama así,

Que también somos Pedros líderes, Marías fieles, Pablos apasionados.

Aun así a veces nos desajustamos

Y nos creemos santos o listos, superiores a los demás.

Y así nos volvemos estúpidos.

¡Cuánto fariseo hay en la Iglesia y en el mundo repartiendo sopapos a diestro y siniestro

Con el corazón lleno de lepra y gusanos!

Somos diferentes y no todos valemos para todo.

Pero nuestro valor esta en lo que somos y no solo en lo que sabemos hacer,

Ni cuento las cosas que tenemos, que eso sí que no cuenta para Dios.

Toño Casado, en Via Crucis
Toño Casado, en Via Crucis

Quiérete un poco más. Acepta tu historia, aguanta tus heridas. Perdona tus pecados.

Dios lo hace todos los días contigo.

Porque eres únic@ y contigo se rompió el molde.

Mejora dentro de lo que puedas la versión de ti mismo

Sabiendo que hay taras que arrastrarás de por vida.

Pero quiérete y ten misericordia de ti mismo.

Acèptate.

Porque tú eres tú,

Y el mundo es más bueno porque estas en él.

Tan único, maravilloso desastre,

Tú.

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