16 jul 2022
La Amazonía se deja soñar
Francisco ha soñado, Dios nos ha soñado, y el sueño de Dios es como su Palabra, crea la realidad con suavidad y eficacia, escribiendo con renglones humanos pero firmes. Buscamos caminar juntos para alinearnos con su sueño: se llama discernimiento.
La visión de Dios la intuimos al compartirla, la vamos descubriendo y desplegando mano con mano, haciéndonos uno, misioneros y pueblos nativos y ribereños. Es apasionante amanecer a una Iglesia más sinodal, más sencilla, samaritana y valiente. No será fácil, pero Dios sueña para que despertemos.