Vivimos tiempos convulsos y la inmigración se convierte en un tema de tiras y aflojas, de prejuicios y tensiones.. es aquí donde los cristianos estamos llamados a la fraternidad universal, ese deseo de ir hacia un nosotros cada vez más grande, más justo, más pacífico, más digno... tarea tenemos. La oración del Padre nuestro nos alimenta y nos interpela: qué pensamos, qué sentimos, qué hacemos... Nuestro Padre nos quiere y nos empuja a ser comunidades acogedoras y misioneras.
Nuestro encuentro interdiocesano en Fuente del Maestre el 29 de Septiembre
Mi blog lleva años titulándose "Cree en la Universidad", jugábamos con "creer" y "crear" en el ámbito de pastoral universitaria, que era la encomienda apostólica que tenía asignada en la Universidad de Extremadura en Badajoz. Desde ahí hemos caminado y convivido en este espacio de compartir eclesial online. Ahora, tras jubilarme de mi labor universitaria, paso a trabajar en otros espacios eclesiales. He de priorizar la tarea de coordinar y animar la delegación diocesana de migraciones de Mérida-Badajoz, estoy muy contento con este reto. Lo significo con este cambio de cabecera en el que uso un dibujo que me regalaron con cariño en mi cumpleaños hace tiempo, ahí se mezcla los elementos parroquiales y humanos. El slogan me encantó, inspirado en Fratelli Tutti, y en convencimientos personales de este camino unversal de salvación. Gracias a todos los que me acompañais en esta tarea del blog y que me haceís ecos de bondad y acogida. Deseo que el blog sea un facilitador de nuestras comunidades acogedoras y misioneras ante los migrantes.
En el éxodo era Moisés quien quería saber el nombre de Dios para poder decirle al pueblo quien les ofrecía un camino de libertad a través del riesgo del desierto. Ahora es Jesús quien pregunta cómo le llaman y le nombran a él, quién piensan que es él. Las respuestas son variadas, lecturas de unos y de otros y lo sitúan en el marco profético. Los más allegados, los que se han vinculado con él, se atreven a vaticinar más desde sus expectativas mesiánicas. Jesús sabiendo de su modo de pensar mesiánico, pide silencio y comienza a exponer las claves de un mesianismo verdadero, pensado desde Dios. A Pedro no le cabe esta lógica divina, busca más eficacia y éxito.
En el proceso de reflexión novenario ante la fiesta de la virgen de la Estrella de los Santos de Maimona (Badajoz) hemos andado por los derechos humanos a la luz de la Palabra y la fe María con referente y luz para los cristianos, seguidores de Jesús. Hoy nos tocaba adentrarnos en ese derecho fundamental a la salud que tiene dimensión universal y que ha de comprometernos a todos. Nos ha servido el momento de enfermedad del pastor de la comunidad, Leonardo, para poder orar y profundizar en esta derecho vital.
He bailado muchas veces en la vida y espero poder seguir haciéndolo siempre, Dios mediante. Un baile muy especial fue con Fermina en el centro hermano, con la mejor música, con la mayor alegría, con profundidad y con la belleza de una mujer que comenzaba a hacerse bien a ella misma, a creer en su persona y a soñar... Todo lo estaba comenzando a hacer bien. Todo un sueño de bondad esperada y amada. Ojalá su baile de bondad y esperanza no se acabe. Hace unos días vino a hablar conmigo en la Parroquia, era un reto para ella, hablar de sí misma con alguien.
Pisando ya el terreno de lo normalidad, tras unos días de ejercicios espirituales, me toca adentrarme en la colaboración en un novenario en honor de la virgen de la Estrella, por invitación de mi amigo Leonardo. El arciprestazgo ha tenido la bendita idea de unir las novenas de la zona al tema de los derechos humanos, buscando reflexión bíblica y social en estos pueblos. Ayer me tocó adentrarme en el tema del hogar y la vivienda, hoy me corresponde reflexionar y orar junto a la comunidad de los Santos de Maimona sobre el derecho al trabajo y su sentido cristiano.
Leonardo nos posbilita estar en comunión con él al relatarnos sus vivencias en su convalecencia de enfermo en la paz de su pueblo de origen,Hornachos, allí con su familia, hermanos, sobrinos,sobrinos-nietos, naturaleza, y con el corazón en su parroquia de los Santos y en los que quiere, ancianos, inmigrantes... abrazado a la cruz desde el dolor y la esperanza en Cristo, único Maestro y Señor. Recordando a la patrona, virgen de la Estrella.
La verdad de nuestro Dios se ratifica cuando su palabra se hace fecunda, realidad viva. El son litánico del génesis formulando: “Dijo Dios, hágase y se hizo”, es el tono vital confirmatorio de que todo sale de dentro, de su corazón, de su amor incondicional y absoluto sin vuelta atrás. El Señor va manifestando su interior, su luz, su verdad, su camino, en su palabra que es acción, sacramento vivo y luminoso. Lo es en la creación y se verifica en la historia, por eso lo es de salvación.
Traigo a colación este hecho de vida de Antonio e Isi. Hace unos días hemos estado compartiendo visita a la Vera, donde nos hemos bautizado en las aguas limpias y claras, puras, de sus cascadas y gargantas. Allí hemos hablado de la presencia de Dios en el amor y del deseo de celebrarlo.
La elección no es la esencia de la libertad, aunque es condición para ella. Elegir es tarea, el don es la clave que nos permite resolver el dilema entre la vida y la carne, apostando por lo que realmente nos hace libres.
Quien tiene el don de la luz y la verdad puede vivir libremente incluso aquello que ha de hacer forzado por otros y por circunstancias externas. Dios es el referente de la libertad absoluta que entra en el juego de unas condiciones de determinación que no le son propias, con el deseo amoroso de liberar, sanar y salvar.
"Señor, tu amigo está enfermo..." Hoy volvemos a dirigirnos a Jesús con esta oración tan sencillas de los amigos. Tu amigo Leonardo, vuelve a ser intervenido, la enfermedad vuelve a hacerse presente y necesitamos sentirte muy cerca. Tú sabes que él te quiere y desea quererte más. Permite que te hablemos de él, para que nuetro corazón también halle descanso en tí y , con nuestro hermano, sepamos decirte que se cumpla la voluntad del Padre, sea la que sea, como oraba también su admirado Carlos Foucauld.
Dios en Cristo comulga con todos para que todos puedan comulgar de él. A partir de Cristo crucificado y resucitado toda la historia es lugar de comunión de lo eterno y para la eternidad. Todo está llamado a vivir en la comunión del amor sin exclusión, podemos comer su cuerpo y beber su sangre porque él nos ha amado –comulgado- primero.
El cielo se ha roto, se ha abierto y ya no tiene vuelta atrás. La comunión entre cielo y tierra ya está establecida para siempre. No lo han conseguido las fuerzas de este mundo, ni sus poderes, ni los ejércitos, ha sido el corazón del Padre en la complicidad de una mujer sencilla del Pueblo que ha creído que Dios cumple lo que promete, y que cada promesa cumplida se convierte en fuente de una nueva esperanza, que es inagotable y que se abre al futuro para hacerse absoluta y plena. El que promete, acaba comprometiéndose, y ya no puede darse, si no es a sí mismo; esto sólo puede hacerse por amor en el corazón de una mujer aldeana sencilla y firme que se fía de Dios y que se pone a su disposición como una esclava para generar la verdadera libertad en la historia. En ella está nuestra esperanza y nuestra libertad, la del Pueblo de Dios.
Estar en la playa en Chipiona, junto al santuario en la casa de oración de los franciscanos, es un misterio de luz y mar, que trae a la orilla imágenes para no olvidar y dejarlas entrar con gozo en lo profundo de uno mismo, como voz de lo trascendente en lo ordinario de la vida. Ayer el cardenal Ayuso en una conversación me animaba a poner en escritos estas señales que nos llegan y acarician en este lugar oculto y sencillo. Puedes estar en la playa, en el lugar donde está habilitado el paso y la ayuda para que los que tienen minusvalía fisica puedan acceder al mar y gozar de lo que todos tenemos. Puedes ver a un señor no muy alto, vestido sencillo, junto a otro que se acerca en silla de ruedas, acompañado de una señora y de otro hombre que también se apunta a ayudar al equipo. Da gusto ver este lugar de integración y acogida para todos. Y a mí me alegra de que el que está detras de este grupo sea el cura de Berlanga, mi compañero Antonio que conocía siendo pequeño en el seminario menor de Badajoz, al que le impartí clases de teología más tarde y con el que comparto el presbiterio y la misión ahora. Gozo con la humildad y naturalidad que vive y hace las cosas, sin faltarle nunca el humor.
Jesús en su profecía, ante el hambre y la violencia de lo humano, se presenta como el pan vivo bajado del cielo, su promesa es radical, el que coma de este pan vivirá para siempre. Él, como la pobre viuda, ha aceptado el reto de deshacerse en favor de su Padre para que la promesa se haga realidad: “Tomad, comed todos de él, porque este es mi cuerpo que será entregado por todos vosotros”. No hay amor más grande que el que da la vida por los que ama.
Me reafirmo en la experiencia probada de la sencillez de esta persona, Miguel Ángel Ayuso, que descansa siempre en el santuario de Regla en Chipiona, desde hace décadas.
No es fácil, por lo que observamos en el cardenalato actual, permanecer siendo él mismo y en la misma sencillez de siempre, aunque sus responsabilidades de colaboración con el Papa sean altas y universales. En este caso en lo que se refiere al Diálogo interreligioso y el deseo de la fraternidad universal.
Me gusta poder compartir cada año un sencillo comentario de alguna anécodta de lo diario y común en esta casa de oración junto al Santuario de Regla. Una sencilla eucaristía llena de sentido de vida ordinaria y creyente.
A vueltas con el milagro. Hemos terminado la eucaristía celebrada en la mayor intimidad, con la familia de Juliana, y en ese mismo momento su tía Carolina ha recibido una llamada de ella, muy emocionada desde la UVI. La niña ha querido hablar tambien con su hermano Alejandro que tiene diez años; ha sido un momento de tabor, entre el dolor llorado y el abrazo glorioso. Se han saludado y han llorado juntos, Juliana desde su cama de hospital,tras recibir un trasplante de higado, y Ale desde el altar de la parroquia en la que hemos orado a Dios Padre desde lo que estaba viviendo la familia de esta niña querida.
Ahora tenemos el secreto, nuestro alimento es hacer la voluntad del Padre, ser buen pan en la mesa de la humanidad. Deshacernos para construir una comunidad llena de vida y de amor con la fuerza del pan que ha bajado del cielo y nos ha trasmutado nuestro corazón. “Señor resucitado, queremos ser pan partido para el pueblo, trozos de tu aleluya para todo sufrimiento y tristeza en nuestro mundo, danos siempre de tu pan”.
El domingo nos invita adentrarnos en un evangelio de compasión y y compromiso con la justicia a favor de los que viven en la necesidad, la debilidad y la búsqueda deseperada de la esperanza. Cuando vemos a tantos atletas que compiten deportivamente por logros con su propio su cuerpo , junto a otros, en coordinación, hago memoria evangélica con aquellos que son refugiados, huídos de la violencia y sobre todo aquellos, que vienen dolidos por la necesidad y la pobreza de los suyos, desesperados buscando la esperanza de un futuro de vida, con una lucha sin límites. La olimpiada de los migrantes y sus orillas.
Ahora cuando el calor del verano se hace favorable para los que encuentran más seguridad en las aguas y en la pateras, que en su propia tierra y pueblo. Ahora cuando los pueblos ricos de la tierra, a los que quieren arribar no sólo para ganar sino también para vivir, nos relajamos en el consumo del turismo. Ahora es tiempo para reflexionar en calma sobre nuestros modos de vivir, relacionarnos, consumir, así como de las políticas y las ideologías que se introducen y ganan adeptos frente a los pobres de la tierra, con la justificación de la racionalidad práctica de la riqueza. Escuchemos este evangelio desde esas aguas y esas orillas de vida y de muerte.
El verano nos propicia poder estar más con la familia y sobre todo con los pequeños. A los que somos solteros, con edad, nos sorprende la dificultad que hoy tienen los padres para educarlos en caminos y normas de cierto equlibrio emocional y con criterios de cuidado y coherencia. Los he visto con frustraciones y manifestaciones de gran duelo por cosas bastante pequeñas en mi valoración. Ellos piden y no resisten una contrariedad mínima a lo que es su santa voluntad y ejercen un poder de pataleo muy fuerte. No es que los mayores lo tengamos todo equilibrado pensaba yo, pero si lo disimulamos mucho mejor. No es tan fácil saber lo que pedimos y lo que queremos. A Santiago también le ocurría lo mismo según cuentan los evangelios...