Ayer, sábado, 2 de octubre, se clausuraron las IV Jornadas de “Novela histórica” de Verín (Ourense, Galicia, España). Este año, un puñado de mujeres novelistas han enseñado deleitando a un público multitudinario sobre sus mujeres protagonistas y el protagonismo de sus mujeres. Recuerdo la experiencia honda e imborrable de la primera vez que pude hablar  con el autor de  alguno de los libros que yo había leído. Ayer, el público se despidió con la experiencia de haber hablado, escuchado, convivido intensamente, aunque durante muy poco tiempo con plumas que han  escrito de manera brillante y atractiva historias, la mayoría de las veces, dejadas del lado por la historia, que les habían impresionado.  El pentagrama de las Jornadas lo escribió la viola de la profesora y concertista Sara Ruiz. En estas cuatro Jornadas han pasado por Verín las plumas más brillantes del género y las que aún no han podido pasar, pero ya son y las que vayan llegando, pasarán por lo que ya se llama “el fenómeno cultural de Verín”, propiciado y protagonizado por el Ayuntamiento, en las personas de Gerardo, alcalde, y Emilio, concejala de Cultura, y la Biblioteca, en las personas de sus responsables, Aurora y Vicente.  A lo largo de las Jornadas,  salió a colación la religión y su  importancia para  las protagonistas de las novelas y de la sociedad en que vivieron