Este año Santo Jacobeo, a su llegada a Santiago y franquear la Puerta Santa,  al peregrino se le abrirá un camino misterioso que va hacia dentro y puede sentir como un impulso a dejarse abrazar por lo desconocido, por lo sagrado, por el misterio, por la luz que se filtra por las vidrieras. La puerta es un límite al otro lado del cual algo puede emerger que le permita llegar a la presencia o a la ausencia de lo que busca. El misterio, lo espiritual, lo sagrado, puede ser un momento de la vida incrementado por el dolor o por la alegría de algún acontecimiento. El sentido que cada uno de a su encuentro con Santiago será el fundamento de los descubrimientos de su peregrinación.  Ya sea verdad histórica o realidad mítica, el pluralismo es indisociable, inherente, a la reconstrucción que cada peregrino haga tratando de explicar lo irracional o racional que haya encontrado y sentido en el Camino y en su encuentro con Santiago.