1 de noviembre, fiesta de los muertos ¿Para qué el teléfono?: La fiesta Samhain
"El día 1 de noviembre los celtas apaciguaban los poderes del otro mundo y propiciaban la abundancia de las cosechas con la celebración de la fiesta Samhain, el principio de una nueva gestación, y de un período de intensa comunicación entre los habitantes de este y del otro mundo"
"De todos los ritos que el hombre ha practicado a lo largo de la historia, los funerarios han sido los primeros"
El día 1 de noviembre los celtas apaciguaban los poderes del otro mundo y propiciaban la abundancia de las cosechas con la celebración de la fiesta Samhain, el principio de una nueva gestación, y de un período de intensa comunicación entre los habitantes de este y del otro mundo. Se reunía una gran multitud porque era una fiesta obligatoria. Por boca de los niños, los borrachos son como niños, hablan los dioses. De tal manera que los dioses podían castigar a quien tratara de conservar la razón. Por eso era obligatorio beber hasta perder el dominio de la razón.
Por las mismas fechas, los romanos celebraban las saturnales. El mundo de los espíritus se entreabría y salían personajes de pesadilla, las almas tenues, los cuerpos que habían sido enterrados y las sombras. Durante la preparación de parentalia, los romanos ofrecían a sus muertos, que eran menos ávidos de riquezas y de fastos que los dioses que habitaban las profundidades de la laguna Estigia, modestas ofrendas, granos de sal, el don de Ceres (pan), violetas esparcidas sobre las tumbas, ramas de árboles como el pino, pero sobre todo: piedad para con ellos. Todos se nutrían de los platos depositados sobre las tumbas. El día exacto de la celebración depende de la tradición oral.
"Con los muertos nos ejercitamos en el silencio porque lo desconocido y lo ilimitado es indecible"
En las mismas fechas que los celtas y los romanos celebraban el recuerdo de sus antepasados, Gregorio IV, fundándose en las visiones del Apocalipsis, instituyó la fiesta de Todos los Santos para celebrar y honrar a los santos, y la de los Fieles Difuntos para socorrer con las buenas obras y oraciones a los muertos que aún están purificando su alma en el purgatorio. Con los muertos nos ejercitamos en el silencio porque lo desconocido y lo ilimitado es indecible. Los emigrantes irlandeses y escoceses que llevaron a los EEUU el Samhain, en Irlanda y Escocia ya se llamabaHalloween. Ante el abandono de ceremonias en Europa, los cazadores de novedades y los grandes almacenes importaron de los Estados Unidos Halloween, creyendo que era algo completamente nuevo.
La continuación de la fiesta celta y romanas es sin duda, aunque con las transformaciones que ha ido implantando el tiempo, en Cataluña la “castañada”, en Las Alpujarras la “mauraca” y en Galicia el “magosto”. Las castañas se asan sobre una gran hoguera, por lo general, visible desde varios puntos de la parroquia. Con un tronco encendido de la hoguera de asar las castañas, en muchos lugares encendían el fuego del hogar que debía durar todo el año. La gente joven siempre hizo gala de una cierta libertad de costumbres, casi como en el carnaval, libertad solo propia de los habitantes del otro mundo.
Los puristas olvidan que, muchas veces, ni el origen ni el inicio de grandes celebraciones: solsticios, difuntos, carnaval celebran acontecimientos se pueden datar. Lo que ellos creen el inicio y origen ya es un inicio sobre otro inicio anterior. Los puristas pretenden prescindir por completo de la tradición a la hora de hacer fiesta, pero solo pueden estar convencidos de hacerlo olvidando que están determinados por la tradición que están deconstruyendo. A los puristas, la mayoría de las veces, lo único que les preocupa es el nombre olvidando que para que algo pueda merecer el nombre de histórico debe de referirse a la totalidad de lo que fue y que nada está vivo sino en la medida en que sigue siendo un problema.
De todos los ritos que el hombre ha practicado a lo largo de la historia, los funerarios han sido los primeros. Los cadáveres insepultos pueden ser pasto de las aves carroñeras y de los perros. Y, en el fondo, trae más a cuenta estar a bien con los muertos que con los vivos pues con ellos eternamente he de reposar. Los antepasados creían que los muertos se iban de viaje y, para reponer fuerzas y seguir caminando les metían o ponían en el ataúd sus joyas, y comida. Enterrar a los muertos es procurarles un refugio, enviarlos al seno del fuego o de la tierra y darles protección. En algunas partes de Galicia le metían castañas. Mucha gente ha dejado de creer en la inmortalidad del alma y quiere inmortalizar el recuerdo, y en muchos casos el cuerpo con la tanatopraxia.
¿Pará qué el día del funeral, delante del ataúd va una camionerita cargada de rosas, el día de los difuntos se les llevan rosas al cementerio; para qué los maquillan como para una fiesta o un programa de televisión, le meten el teléfono móvil o una cajetilla de cigarrillos?
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