La responsable de la Comunidad de Sant'Egidio en Madrid anima a celebrar la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores Tíscar Espigares: "Este domingo daremos gracias por el gran don que suponen los mayores en nuestras vidas"

(Archimadrid).- Este domingo, 27 de julio, la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid se une a toda la Iglesia para celebrar la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que este año, en el contexto del Jubileo de la Esperanza, lleva por lema: «Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza». En un tiempo marcado por numerosos y graves conflictos, «los ancianos son un precioso depósito de esperanza, porque conocen bien el valor de la paz», afirma Tíscar Espigares, responsable de la comunidad en Madrid.

La celebración tendrá lugar a las 19:00 horas en la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas, y estará presidida por Javier Cuevas. A ella asistirán numerosos ancianos amigos de la comunidad.

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Como signo de la cercanía del Señor a la vida de todos —y de modo especial a la de los mayores y las personas más frágiles—, durante la Eucaristía se administrará el sacramento de la unción de los enfermos a quienes se encuentran en situación de debilidad. «Son personas a las que la Comunidad de Sant’Egidio acompaña cada día con su oración y su amistad», explica Espigares.

«Daremos gracias por el gran don que suponen los mayores para nuestras vidas y para nuestra ciudad. ¡Te invitamos a participar junto con tus padres, abuelos y familiares mayores!», concluye.

El mensaje del Papa León XIV

Este año 2025, en sintonía con el Jubileo, el Papa León XIV ha elegido el tema«Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza»: «Este mensaje nos recuerda que los mayores están llamados a ser testigos y sembradores de esperanza, capaces de transmitir su experiencia, fe y fortaleza en estos tiempos difíciles y es también una invitación a derribar los muros de la indiferencia y el abandono que marginan a los ancianos cuando más necesitan compañía y consuelo».

El Santo Padre recuerda que este Año Jubilar es un momento propicio para construir una sociedad más humana y fraterna, donde las personas mayores encuentren estima, afecto y redes de apoyo que les devuelvan la esperanza y la dignidad. Nos llama a ser protagonistas de una verdadera «revolución de la gratitud y del cuidado», mediante la visita frecuente a los ancianos y la creación de espacios de oración y comunidad con ellos.

«Os esperamos para compartir juntos este día de fraternidad y gratitud por la vida de nuestros mayores que son pilares de nuestra historia y de nuestro futuro».