"Sus libros han sido auténticas brújulas para quienes buscan un cristianismo liberador, abierto y lleno de esperanza" Xabier Pikaza: una voz profética que ilumina al mundo desde el Evangelio

Xabier Pikaza
Xabier Pikaza

"Es hablar de un Maestro que nos ha instruido con claridad y valentía, que ha dedicado su pensamiento y su corazón a abrir caminos nuevos para quienes desean vivir el Evangelio en plenitud"

"Sus reflexiones nos recuerdan que ser cristianos no significa instalarse en los privilegios ni en las seguridades, sino salir a la intemperie de la vida, acompañando a los que sufren, a los que buscan, a los que necesitan amor y esperanza"

"Los jerarcas de la Iglesia no siempre han sabido reconocer la riqueza de su pensamiento, ni la profundidad de su compromiso. Al contrario, muchas veces lo han silenciado o relegado"

Hablar de Xabier Pikaza es hablar de un hombre que ha entregado su vida entera a la búsqueda incansable de la verdad, al diálogo entre fe y cultura, y al compromiso con un cristianismo auténtico que no se deja domesticar por el poder ni por las estructuras dominadas por el capitalismo. Es hablar de un Maestro que nos ha instruido con claridad y valentía, que ha dedicado su pensamiento y su corazón a abrir caminos nuevos para quienes desean vivir el Evangelio en plenitud.

A lo largo de su vasta obra como teólogo, biblista y pensador, Pikaza ha sido un referente a nivel mundial en el estudio de las religiones, en el diálogo interreligioso y en la comprensión profunda de la Palabra de Dios. Sus libros han sido auténticas brújulas para quienes buscan un cristianismo liberador, abierto y lleno de esperanza. Nos ha detenido en medio de nuestras prisas, nos ha instruido con paciencia, nos ha desafiado con valentía y nos ha consolado con sabiduría.

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Pikaza

En un mundo marcado por la superficialidad, la indiferencia y el dominio de las instituciones de poder, la voz de Pikaza ha resonado como una voz profética, como una voz para los sin voz. Sus reflexiones nos recuerdan que ser cristianos no significa instalarse en los privilegios ni en las seguridades, sino salir a la intemperie de la vida, acompañando a los que sufren, a los que buscan, a los que necesitan amor y esperanza.

Un maestro de maestros

Resulta difícil resumir en pocas palabras la magnitud intelectual y espiritual de Xabier Pikaza. Ha enseñado en universidades, ha acompañado comunidades, ha investigado con rigor y ha compartido con generosidad el fruto de sus estudios. Pero, sobre todo, ha sabido hacerlo con un estilo cercano y accesible, siempre preocupado por traducir la profundidad teológica a un lenguaje que el pueblo pueda comprender.

Su obra es vasta y abarca desde comentarios bíblicos hasta reflexiones sobre la Iglesia y la sociedad, pasando por un diálogo constante con la filosofía, la cultura y las demás religiones. Gracias a él hemos aprendido a leer la Biblia con ojos nuevos, a descubrir en sus páginas no un libro del pasado, sino una palabra viva y actual que nos interpela aquí y ahora.

En cada página de sus libros late un deseo profundo de fidelidad al Evangelio y un amor inmenso a la humanidad. Pikaza ha sido y sigue siendo un referente mundial en el ámbito del pensamiento religioso, un hombre capaz de tender puentes entre tradiciones, de abrir horizontes y de mostrarnos que el cristianismo no es una ideología, sino una experiencia de vida en el amor.

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El sufrimiento de los profetas incomprendidos

Sin embargo, como tantos otros grandes profetas, Xabier Pikaza también ha sufrido incomprensión, rechazo y marginación por parte de quienes deberían haberlo valorado más. Los jerarcas de la Iglesia no siempre han sabido reconocer la riqueza de su pensamiento, ni la profundidad de su compromiso. Al contrario, muchas veces lo han silenciado o relegado, como también lo hicieron con otros grandes teólogos como José María Castillo, quienes, desde la fidelidad al Evangelio, se atrevieron a cuestionar las estructuras caducas y a señalar las incoherencias.

Es doloroso constatar cómo la Iglesia institucional, en lugar de acoger a sus mejores teólogos, a veces los margina y los hiere, privando al pueblo de Dios de su sabiduría. Y, sin embargo, esos hombres, en lugar de rendirse, han seguido adelante, firmes en su vocación de ser voz para los que no tienen voz, luz en medio de las tinieblas, esperanza para los que sufren.

Lo que se le ha hecho a Pikaza y a otros como él es, sin duda, una herida abierta en la historia reciente del cristianismo. Pero esa herida no ha logrado apagar su pasión, sino que ha hecho brillar aún más la autenticidad de su testimonio. Él ha mostrado que ser fiel al Evangelio significa estar dispuesto a perder privilegios y reconocimientos, pero nunca la esperanza ni el amor.

Un ejemplo que debería inspirar a toda la Iglesia

Hoy más que nunca necesitamos valorar y reconocer la grandeza de hombres como Xabier Pikaza. Necesitamos aprender de su humildad, coraje y compromiso con la verdad. Necesitamos escuchar su voz profética, porque en ella resuena la voz misma del Evangelio, esa voz que clama justicia, amor y misericordia.

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Sería un gesto profundamente significativo que el Papa León XIV, siguiendo el ejemplo de su predecesor Francisco, llamase a Pikaza, le agradeciera su servicio y le ofreciera palabras de aliento. Porque él, como tantos otros, ha vivido con fidelidad el Evangelio, ha acompañado a miles de personas en su fe y ha mostrado que la teología no es un ejercicio académico frío, sino un servicio a la vida, a la esperanza y al amor.

Conclusión: un faro que sigue iluminando

En Xabier Pikaza encontramos no solo a un gran teólogo, sino a un hombre íntegro, coherente, generoso y profundamente humano. Un hombre que ha puesto su inteligencia al servicio de la fe, y su vida al servicio de los demás. Un hombre que nos ha enseñado a mirar más allá de las apariencias, a leer los signos de los tiempos y a descubrir en medio de las dificultades la semilla de la esperanza.

Por todo ello, hoy queremos alabar profundamente su legado y agradecerle todo lo que nos ha dado y nos sigue dando. Gracias por detenernos en medio de nuestras prisas, por instruirnos con tus libros, por enseñarnos a vivir el Evangelio con autenticidad. Gracias por ser una voz para los sin voz, un maestro para los que buscan, un profeta para un tiempo necesitado de verdad.

Xabier Pikaza es, y seguirá siendo, un faro que ilumina nuestro camino, un testigo de que el Evangelio sigue vivo y actuante, y una inspiración para todos los que creemos que otra Iglesia y otro mundo son posibles.

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