El rumor, antesala de la noticia, corre como la pólvora por los despachos parroquiales de Mérida-Badajoz. El arzobispo Celso Morga podría haber pedido al Papa Francisco el relevo, por motivos personales. Y Bergoglio parecería estar dispuesto a concederle un arzobispo coadjutor (con derecho a sucesión). ¿Quién sería el elegido? Un hombre que ha estado en multitud de quinielas en los últimos años y que, por fin, parece haber encontrado su lugar: Fernando Chica Arellano.

Según cuentan desde la diócesis, tras la reciente muerte de su hermana, Celso Morga ha intensificado las peticiones para contar con un relevo, movimientos que pudieron intensificarse hace unas semanas, cuando viajó (en plena Plenaria) a Roma acompañando al alcalde de Mérida por la consecución de un año jubilar.

Otras fuentes, en cambio, apuntan a que Morga cumplirá los 75 años el próximo 28 de enero. Esto es, dentro de un mes. Y que no hay razones de salud detrás: el actual arzobispo se encuentra perfectamente desde un punto de vista médico.

En cuanto a su posible coadjutor, Fernando Chica Arellano, es el actual observador permanente de la Santa Sede ante las tres agencias internacionales de agricultura y alimentación con sede en Roma: FAO, PMA y FIDA. Nacido en Mengíbar (Jaén) en 1963 (está, pues, a punto de cumplir 60 años), el suyo sería un pontificado largo, y con una mirada puesta en el futuro a medio plazo. Desde su óptica romana, Fernando Chica conoce de primera mano muchas de las intenciones del Papa Francisco. También, para la Iglesia española. Como decimos, de momento, un rumor insistente, que podría convertirse, en pocas semanas, en noticia.