Dentro de apenas una semana, el cardenal Omella dirigirá su último discurso como presidente de la Conferencia Episcopal española. Un discurso de despedida y balance de cuatro años intensos, en los que se ha puesto de manifiesto la dificultad para que la Iglesia española mire con decisión hacia los caminos que, desde Roma, traza el Papa Francisco.

Atrás quedaron las ilusiones depositadas en los que entonces (días antes del confinamiento por el coronavirus) eran denominados 'hombres del Papa' en España, Omella y Osoro quienes, contra pronóstico, lograron presidencia y vicepresidencia de la CEE, ante el candidato más conservador, Jesús Sanz. ¿Qué pasará ahora?

A una semana vista, todos los números apuntan a que el nuevo presidente de la CEE será el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, quien en una entrevista exclusiva con RD admitía estar dispuesto a asumir este encargo. El otro gran candidato, considerados por muchos la gran apuesta de futuro de Francisco para España, el cardenal Cobo, ha insistido en bajarse de esta supuesta carrera (entre los obispos, oficialmente, no hay campaña electoral), y tratar de convencer a los no pocos obispos que le instan a dar un paso al frente que, ahora, no es su momento.

Y es que, el arzobispo de Madrid cuenta a su favor con la edad (tiene 58 años), el hecho de tener un puesto asignado, por estatutos, en la Comisión Ejecutiva, la concentaración de poder de la capital de España y, sobre todo, su puesto clave en el dicasterio de Obispos, donde tanto él como monseñor Satué (los intentos por colocarle en la 'rosa' de candidatos a la CEE son ciencia ficción) tienen el cometido expreso del Papa de cambiar el rostro del episcopado español, una tarea que Bergoglio considera urgente.

Pugna por la Vicepresidencia

Así las cosas, la gran pelea -salvo sorpresa mayúscula, en forma de un candidato que hoy por hoy nadie ve con fuerza en el sector renovador, o en una solución de consenso que alzara al arzobispo de Sevilla- estará, de un lado, en la vicepresidencia, y del otro, en la Comisión Ejecutiva.

En este sentido, fuentes consultadas por RD alertan de la intención del sector conservador de "ir a por todas" y tratar de colocar como vicepresidente, ni más ni menos, que al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, el principal crítico (junto al sempiterno Munilla) a la apuesta del Papa por una Iglesia más abierta. Para ejemplo, el botón de 'Fiducia Supplicans'. En esta tesitura, Cobo sí podría dar un paso al frente y aceptar la vicepresidencia, algo que Argüello no vería con malos ojos, especialmente para no dar la sensación de una elección que supusiera un nuevo desafío a Roma.

Apuesta para la Ejecutiva

¿Quiénes podrían componer la Ejecutiva? Dando por hecho la presencia de Cobo (arzobispo de Madrid),y del secretario Magán, pocos dudan que entre los siete miembros restantes se encontrarán Argüello, Sanz o Saiz Meneses, quedando cuatro plazas libres. Hoy por hoy, nuestra apuesta colocaría en el 'Consejo de Ministros' de la CEE a José María Gil Tamayo, Joseba Segura (en otras circunstancias, un posible candidato a la presidencia), Francisco Prieto (el arzobispo de Compostela está siendo muy valorado por sus hermanos obispos y, como Cobo, es un hombre de futuro) y el arzobispo de Burgos Mario Iceta, sin desdeñar al arzobispo de Valencia, Enrique Benavent.

Todo esto, claro está, a falta de una semana, en la que todo puede moverse, y en la que caben (auqnue mínimanente) sorpresas de última hora.