Evangelio de Juan, catequesis de cuaresma

19.3.17: Dom 3º de Cuaresma, Catequesis de la Samaritana (Jn 4). Se trata de aprender a descubrir y a recibir el agua más alta, con la mujer del pozo de Siquem, a la que Jesús ofreció el amor y agua de su propia vida.
26.3.17, Dom 4º de Cuaresma. Catequesis del ciego de Siloé (Jn 9). No basta beber y compartir el agua, hay que ver, como enseña Jesús al ciego de Jerusalén, a quien dominan las leyes de la ciudad sagrada, por la que camina como un maldito ciego. Pues bien, Jesús abre sus ojos para que vea y viva de un modo autónomo.
2.4.17. Dom 5º de Cuaresma. Catequesis de Lázaro (Jn 11). No basta beber y ver… Hay que vivir (es decir, resucitar), como dice Jesús a Lázaro, para que salga del sepulcro y viva de forma nueva.
Presenté la pasada semana la primera catequesis (la del agua del pozo de Siquem) y seguiré presentando las dos siguientes, para fijar así las claves de la catequesis cuaresmal de este año 2017. En ese contexto quiero presentar y comentario del Evangelio de Juan con el que mis lectores podrán realizar estas catequesis de un modo personal. Será bueno dejar de lado otro libro, para asumir y recorrer este camino de conversión pascual de cuaresma con el evangelio de Juan.
Johannes Beutler, Comentario al Evangelio de Juan, Comentarios a NT, Verbo Divino, Estella 2016, 576 págs.
J. Beutler nació el año 1933 en Hamburgo (donde tuve ocasión de conoce a su familia, el año 1967). Ingresó en la Compañía de Jesús en 1954, y se especializó en Sagrada Escritura en el Instituto Bíblico, donde se doctoró con una tesis sobre testimonio en el evangelio y las cartas de san Juan (Martyria: traditionsgeschichtliche Untersuchungen zum Zeugnisthema bei Johannes (= FThS 10, Knecht, Frankfurt am Main 1972).
Ha enseñado Exégesis del Nuevo Testamento en la Facultad de Sankt Georgen, Fráncfort, en la Universidad Gregoriana y en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (1998-2007) y también en diversos lugares de América Latina (donde pude conocerle, en la Universidad Iberoamericana de México, el año 1999). Ha publicado varios libros sobre la tradición del Discípulo Amado: Habt keine Angst. Die erste johanneische Abschiedsrede (Joh 14), (SBS 116, KBW, Stuttgart 1984), Studien zu den johanneischen Schriften, (KBW, Stuttgart 1998) y Die Johannesbriefe (Pustet, Regensburg 2000). Su obra cumbre, condensación y compendio de sus trabajos anteriores, ha sido ese Comentario del evangelio de Juan (edición original: Das Johannesevangelium. Kommentar. Herder, Freiburg 2013).
Había en castellano tres buenos comentarios a Juan, aunque todos algo antiguos: R. E. Brown, El evangelio según Juan I-II. Cristiandad, Madrid 1979; J. Mateos y J. Barreto, El evangelio de Juan. Análisis lingüístico y comentario exegético, Cristiandad, Madrid 1979 y R. Schnackenburg, El evangelio según san Juan I-III, Herder, Barcelona 1980.
Ahora, después de más de treinta y cinco años, han aparecido, al mismo tiempo, dos nuevos comentarios, que son muy buenos, cada uno desde su perspectiva. Uno es el de J. Zumstein, El evangelio según Juan I (Jn 1-12) y 2 (Jn 13.21), Sígueme, Salamanca 2015 y 2016 (original francés del 2007 y 2014), y otro éste de J. Beutler que ahora presento.
Este comentario de J. Beutler se sitúa en un espacio intermedio entre la exégesis profesional, de tipo más científico (representada por el Instituto Bíblico de Roma) y el trabajo de campo del autor, realizado sobre todo en el contexto de América Latina.
J. Beutler conoce y supone los grandes problemas del origen y desarrollo diacrónico del texto, a través de las diversas etapas de su formación (tal como ha destacado, de forma muy precisa S. Vidal, Evangelio y Cartas de Juan. Génesis de los textos juánicos, Mensajero, Bilbao 2013), pero utiliza más bien una metodología sincrónica, estudiando el texto de Jn como unidad literaria, teológica y eclesial, poniendo especialmente de relieve sus relaciones con otros tipos de “judaísmo” (y de cristianismo). De esa forma ofrece un comentario fiel al texto y abierto en forma de catequesis a la vida de la Iglesia, al compromiso critiano.
Beutler divide el evangelio de Jn en 33 perícopas (en 6 grandes unidades: cf. índice en http://www.verbodivino.es/libro/4265/comentario-al-evangelio-de-juan---epub), y las estudia en dos niveles. En el primer nivel, analiza cada perícopa y unidad en sí misma. En el segundo sitúa la redacción del evangelio en el contexto social, cultural, religioso y político de su tiempo, ofreciendo así una visión general de su mensaje, desde la perspectiva de los grupos judíos y cristianos antiguos (y desde los problemas de la actualidad).
Juan (el autor del evangelio) redacta su texto en diálogo (y disputa) con los fariseos, que son ya (tras la guerra del 67-70 dC) el único grupo con autoridad real dentro del judaísmo. Desde esa perspectiva reescribe la historia de los sinópticos, colocando la purificación del templo al comienzo de la vida pública de Jesús, y desarrollando un lenguaje figurado que nos lleva de las parábolas sinópticas a las grandes alegorías teológicas. Dos son desde ese fondo sus elementos básicos de Juan que han configurado la historia del cristianismo posterior.
(a) La visión trascendente de Jesús, que actúa y habla como Verbo Encarnado, desde una perspectiva superior, de fondo divino, insistiendo así en una cristología desde arriba.
(b) La relación específica de Jesús, como Hijo Eterno de Dios, con el Padre, tema que ha marcado toda la teología cristiana, desde una vertiente superior (eterna), que se ha expresado en el “dogma” de la Trinidad.
(c) La catequesis cristiana, en línea de profundización personal y eclesial. Ciertamente, Juan supone de algún modo el conocimiento de Jesús que ofrecen los sinópticos, especialmente Marcos. Por eso, retomando los elementos básicos de la historia de Jesús, él ofrece una meditación experiencial y una aplicación catequética de los grandes misterios de la vida de Jesús, como ha puesto de relieve este comentario de Beutler.
En un sentido más preciso, Juan ha desarrollado una serie de catequesis de tipo bautismal y eucarístico, cristológico y eclesial, entre las que destacan las tres ya citadas: La samaritana y el agua, el ciego de Siloé y la visión, Lázaro y la resurrección. Al lado de ellas ofrece este evangelio otras catequesis ejemplares entre las que pueden contarse:
Catequesis del agua convertida en vino, paso a la nueva alianza
Catequesis del pan de vida, Eucaristía
Catequesis del paralítico de la piscina, el poder de la fe
Catequesis de la Última Cena…
Ciertamente, hay en el NT otras obras fundamentales, empezando por las cartas de Pablo y el evangelio de Marcos, con Mateo y la doble obra de Lucas. Pero sin el evangelio de Juan la historia posterior del cristianismo hubiera sido distinta, mucho más pobres, como ha puesto de relieve este comentario de J. Beutler, que nos permite penetrar en la entraña eucarística y trinitaria, bautismal y creyente del evangelio de Juan.
Ciertamente, hay otras obras de catequesis en el N. T., entre ellas el evangelio de Mateo, en línea más fiel al judaísmo de base de las comunidades, a la fidelidad ética, al compromiso a favor de los pobres… Pero si el evangelio de Juan nuestro conocimiento de Jesús y de la transformación cristiana habría quedado muy deficiente.
Así lo ha puesto de relieve J. Beutler. Por todo eso, por sus análisis concreto del texto, por su fijación de su contexto socio/religioso y, sobre todo, por su estudio de carácter divino de Jesús, este comentario marcará durante años el estudio del Cuarto Evangelio y del cristianismo primitivo, ofreciendo nuevas bases para la experiencia y estudio del Dios Trinidad.