"Quizá seria bueno que lo pensaras y que, dentro de unos días, renunciaras al episcopado" Mons. Adolfo Gonzalez Montes. Un programa teológico

Adolfo González Montes
Adolfo González Montes

RD publica, con fecha de hoy (25.5.2021), un decreto por el que el Papa Francisco "defenestra" al Obispo A. González Montes, es decir, concede a Mons.Antonio Gómez Cantero, Obispo Coadjutor de Almería, los derechos, oficios y facultades que competen conforme a la norma legal al Obispo Diocesano según el canon 381 (cf. también La Voz de Almería: El Papa destituye...).

Esos titulares (defenestra, destituye...) no son los propios en lenguaje eclesiástico, pero son los que corren por la calle. Sea como fuere, el hecho es que mi amigo y colega Adolfo G. Montes queda liberado de esos "derechos, oficios y facultades", permaneciendo como Obispo Titular, con plenas facultades sacramentales pero no administrativas.

No entro en esa distinción jurídica entre "poder sacramental" y "poder administrativo", aunque no la veo nada clara. Simplemente me atrevo a decirle a D. Adolfo, mi antiguo amigo y colega Adolfo (¡treinta años codo a codo en la facultad de Teología de Salamanca!) que me alegro, por la libertad que ese decreto le concede.

No entro en la forma en que has "realizado" tu función de obispo (paso al "tú", me sale mejor).  Es muy posible que mi visión del episcopado cristiano no sea sin más la tuya (aunque tengo la sospecha de que en el fondo-fondo es la misma).

De todas formas, quizá no eras tú el  más apropiado para este tipo de episcopado actual. Eras un gran profesor, has sido y eres una gran persona. Pero quizá ser obispo, en un tiempo de cambios como el nuestro, es algo diferente. La responsabilidad no es tuya, sino la de aquellos que se empeñaron en hacerte obispo.

    Algunos quisimos decirte entonces que no aceptaras, pero no nos atrevimos. Eran tiempo confusos, se veían demasiados intereses... Creo que se aprovecharon de ti para hacerte obispo,  y luego utilizarte; quizá los mismos que se aprovecharon ahora, porque en el fondo eres quizá demasiado bueno.

   Es muy posible que te hayas equivocado... Pero te has equivocado porque eres demasiado bueno para ser obispo en estos tiempos, en los que tengo la impresión de que este tipo de episcopado está terminando. Vendrá algo nuevo, y tú lo puedes preparar, pero no como obispo, sino de nuevo como pensador cristiano, en línea ecuménica, de principio, sin un tipo de responsabilidad administrativa.

Es muy posible que, a juicio de ciertas autoridades, hayas tomado decisiones que no responden a lo que se esperaba de ti como obispo... Es muy posible que, siendo tú quien eres,  como eres, no eras el más apropiado para ser obispo. Eso no va en contra de ti, sino a favor...

Es muy posible que algunos que creías amigos te hayan hecho el hueco. Eso viene de atrás, ya en la Universidad te utilizaron algunos.   Pues bien, lo que ha pasado ha pasado...

Has llegado a los 75 (creo que estás llegando,  yo tengo exactamente cinco años más que tú). Creo que es tiempo para que te adelantes y renuncies ya a este tipo de episcopado "formal/sacramental" que te dejan, pero sin funciones administrativas.

Es bueno que te adelantes, que renuncies ya. ¿Para qué? Para ser tú mismo, en libertad, cristiano católico, que es lo que eres, hombre en el fondo bueno, muy bueno, pensador cristianos, pero no para este tipo de episcopado en que estás metido.

 Me alegro de que puedas tener de nuevo libertad para ser quien eres, persona admirable, intelectual y profesor, a quien muchos hemos querido y admirado, un hombre quizá demasiado bueno-bueno, sensible, sin doblez, para ser obispo en estos tiempos

No entro, como he dicho, en disputas jurídicas, ni en interpretaciones de tu gestión como obispo (¡que no qería hacer, pero que quizá he hecho, perdona!), en tiempos como estos.... En conclusión, me alegro de que te hayan liberado de un tipo de episcopado, para que puedas recuperar tu "episcopado personal", tu tarea superior, al servicio de toda la Iglesia. Como obispo no puedes ya hacer mucho, como pensador cristiano puedes, volviendo a las raíces, con el recuerdo amigos que has tenido, como Setién, como J. M. Mardones (con quien me pusiste en contacto) etc. 

Adolfo, eres un hombre aún joven, te quedan los mejores años. Escribiste libros admirables, que siguen siendo recordados y utilizados... Dejaste sin acabar algunas obras que puedes y quizá debes retomar, para bien de la iglesia, de la racionalidad del cristianismo, de la identidad católica. 

 Recuerdo como si fuera hoy tu tesis doctoral con nuestro querido e inolvidable Mons. Setién, tus trabajos sobre la entraña social  y sacramental de la iglesia... Recuerdo las obras en que hemos colaborado, los congresos en que hemos pensado juntos, las tesis doctorales en las que hemos compartido mesa y juicio académico (¡siempre con libertad, con verdad, en momentos en que otros disentían de nosotros!), liturgias en que hemos celebrado el misterio, orado juntos, en la Vera-Cruz de Salamanca etc.

Conozco y admiro tu sensibilidad, quizá has tenido momentos de dolor,  en estos años de servicio episcopal que aceptaste por fidelidad a la iglesia. Gracias por todo lo que has hecho y vivido... y, sobre todo, gracias anticipadas por lo que aún tienes que hacer como cristiano, como teólogo, como hombre de iglesia. Un abrazo, Adolfo.

No voy a decirte en lo que sigue nada nuevo. Simplemente recojo las páginas que te dediqué en mi Diccionario de Pensadores cristianos (372-373)  hace unos años. Destaqué y valoré allí tu pensamiento, tu acción al servicio de la Iglesia. Alguien me ha dicho: Xabier, has dejado bien a tu amigo Adolfo...  Aquí mantengo lo que dije en el diccionario, y te lo repito, como amigo antiguo y actual, como admirador de tu obra.

Mons. Adolfo González, elegido presidente de la Subcomisión para las  Relaciones Interconfesionales - Iglesia Española - COPE

González Montes, Adolfo (1946- ).

Teólogo y obispo católico español. Estudió en la Universidad Pontificia de Salamanca y en la de Tubinga. Ha sido miembro de la Comisión Teológica Asesora de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la "Societas Oecumenica Europea" y profesor de Teología fundamental en Salamanca desde 1977 hasta 1997, año en que fue nombrado obispo de Ávila y después de Almería.

Ha analizado la razón política del cristianismo, en diálogo con la tradición luterana, ocupándose de la identidad eclesial del catolicismo, en un trabajo siempre abierto hacia el diálogo ecuménico. Entre sus obras académicas destacan: Religión y nacionalismo: la doctrina luterana de los dos reinos como teología civil (Salamanca 1982); Reforma luterana y tradición católica: naturaleza doctrinal y significación social (Salamanca 1987); Lagracia y el tiempo (Madrid 1983); Fe y racionalidad: una controversia sobre las relaciones entre teología y teoría de la racionalidad (Salamanca 1994); Reforma luterana y tradición católica: naturaleza doctrinal y significación social (Salamanca 1987).

religion y nacionalismo | adolfo gonzalez montes

Tiene un valor especial su Enchiridion oecumenicum I-II (Salamanca 1986/1993) donde recoge los textos básicos del diálogo ecuménico entre las iglesias y confesiones cristianas en el siglo XX. Pero su obra teológica más significativa es Fundamentación de la fe (Salamanca 1994); se trata de una Introducción a la teología cristiana o, quizá mejor, un manifiesto de vida cristiana.

Fundamentación de la fe. Introducción a la teología – Secretariado  Trinitario

Éstos son sus centros de interés:

- La fe cristiana debe dialogar (ha dialogado y sigue dialogando) con la razón. Por eso el creyente ha de superar todo fundamentalismo y toda actitud de ciega sumisión a un hipotético dictado del capricho de Dios, tanto en plano intelectual como social. Siendo en sí mismo un (el) misterio, Dios habla a través de la razón, como lo muestra la historia de la teología y lo ratifica el hecho de que el cristianismo moderno haya sabido aceptar la crítica de la razón ilustrada, manteniendo su propia identidad. Por eso, como dice González Montes, la teología cristiana sigue siendo comprensión crítica y razonada de la fe.

 Dentro de la teología cristiana existen diversas tendencias o variantes, unidas a las diversas confesiones. Los protestantes acentúan la novedad y el carácter vinculante de la revelación bíblica y después, cuando especulan, tienden a construir sistemas de teología secularizada (como muestra gran parte de la gran filosofía clásica alemana, a partir de Kant). Los ortodoxos destacan el valor de la tradición, expresada sobre todo en los Padres de la Iglesia, elaborando una teología que está más vinculada con la vida de las iglesias. Los católicos, aceptando el valor de Escritura y de la Tradición, pero confían también, de forma especial en el valor de razón, que es signo de la naturaleza creada por Dios; desde ese fondo, ellos han concedido una importancia especial a las formulaciones dogmáticas.

Enchiridion oecumenicum: Relaciones y documentos de los diálogos  interconfesionales de la Iglesia Católica y otras iglesias cristianas y  declaraciones ... 2 Biblioteca Oecumenica Salmanticensis: Amazon.es: Adolfo  Gonzalez Montes: Libros

La teología cristiana debe mantenerse en diálogo con el pensamiento de las otras religiones. Así lo ha destacado González Montes, al estudiar de un modo especial y muy profundo el kalam o doctrina musulmana y la mística budista. El kalam tiende al positivismo coránico, con el riesgo de desembocar en un tipo de integrismo irracional; el budismo tiende a renunciar a todo pensamiento discursivo, pudiendo desembocar en un vacío también irracional. El cristianismo, en cambio, debe dialogar con la razón; por eso necesita expresarse en forma de teología.

  • Imagen de Iglesia: Eclesiología en perspectiva ecuménica de Adolfo González  Montes: New Hardcover (2008) | Librería ARS

- La singularidad cristiana va ligada a la historia de Jesús, entendida como revelación plena de Dios, y a la tradición de la iglesia, tanto antigua como moderna. Los cristianos creen que el mismo Jesús hombre (en su mensaje, vida, muerte y pascua) es el logos o palabra de Dios y así lo confiesan, vinculados a una Iglesia que mantiene y proclama la confesión de Jesús. En esa línea, la teología constituye la expresión y despliegue racional de una fe que no pertenece al teólogo en cuanto individuo, sino a toda la iglesia. Así lo han destacado, de un modo especial, los documentos episcopales de Mons. González-Montes, obispo-teólogo muy comprometido en el despliegue de un diálogo ecuménico en el que la Iglesia católica proponga y promueva su propia identidad, ante las otras iglesias.

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