11.6.21. San Bernabé. Maestro de Pablo, una carta escrita a su nombre

San Bernabé - Parroquia Stella Maris (Málaga)

Bernabé . Uno de los personaje más significativos del Nuevo Testamento y del cristianismo primitivo, a quien se atribuye una carta/tratado donde se expone una visión alegórica del Antiguo Testamento.

Historia básica. El libro de los Hechos le presenta como judío originario de Chipre, que acepta el camino de Jesús y pone sus bienes al servicio de la Iglesia (cf. Hch 4, 37); era uno de los miembros más significativos de la comunidad de Jerusalén, asumió la misión de los helenistas* y se vinculó después a Pablo* a quien toma como colaborador en su misión a los gentiles (cf. Hch 9, 27; Hch 13-15), hasta que ambos se separan (Hch 15, 39) para seguir caminos diferentes, a causa de la interpretación de las relaciones entre judíos y gentiles, en el incidente de Antioquía.

El mismo Pablo ratifica en el fondo los datos anteriores (Gal 2, 1.9.13), afirmando que, al final de un largo trayecto compartido, ambos apóstoles se separaron por su manera de situarse ante las comidas compartidas. A pesar de ello, Pablo recuerda positivamente a Bernabé (2 Cor 9, 6), con quien sigue vinculando su estilo de predicación del evangelio.

Carta. Hacia el año 130 d.C., un autor desconocido tomó el nombre de Bernabé para publicar una carta/tratado que tuvo gran importancia en la Iglesia antigua y que, en algunos lugares y momentos, llegó a formar parte del canon del Nuevo Testamento. Esa “carta” es, por un lado, muy judía, una relectura de la Biblia israelita. Pero, al mismo tiempo, es profundamente antijudía, pues interpreta el Antiguo Testamento como un libro cristiano, que sólo se entiende en forma alegórica desde la perspectiva de Jesús.

A su juicio, los judíos no cristianos, que interpretan la Biblia en sentido literal (histórico, legal), destruyen su auténtico significado. En esa línea, Bernabé supone que las leyes y práctica rituales del Pentateuco Hebreo debían entenderse de manera alegórica, y que los judíos que las han tomado (y las toman) de un modo literal desconocen y pervierten su sentido. Así interpreta no sólo el sábado, sino la circuncisión y las normas dietéticas y sexuales de la Ley israelita.

Una carta con visión especial del Antiguo Testamento. Bernabé se sitúa cerca Marción*, y de su exposición se deduce que el Antiguo Testamento cerrado en sí mismo es anticristiano. Marción será más radical en lo externo al rechazar todo el Antiguo Testamento, excluyéndolo del canon. Pero Bernabé ha sido, al fin, más efectivo, pues ha logrado privar al judaísmo de su legitimidad histórica, de su diferencia religiosa y de su identidad teológica, aunque sigue conservando sus libros en el canon.

Él ha iniciando así una postura muy común en muchos grupos cristianos antiguos, que han tomado el Antiguo Testamento no como revelación en sí, sino como alegoría que debe interpretarse y aplicarse desde una visión posterior de Cristo. De todas maneras, su interpretación alegórica no ha sido un invento cristiano, pues un tipo de exégesis como la suya resultaba usual en muchos círculos judíos helenistas, y incluso palestinos, de su tiempo, aunque ellos la realizaran con fines distintos, sin romper la identidad del pueblo elegido.

Sea como fuere, esta carta ofrece una de las visiones más significativas de la exégesis bíblica de la primera mitad del siglo II d.C., tanto en perspectiva cristiana como judía, de manera que ha sido a veces incluida en el canon del Nuevo Testamento.

Texto tomado de Pikaza, Diccionario de la Biblia

El Gran diccionario de la Biblia - Librería ARS

Texto griego y traducción en D. Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, BAC, Madrid 1950. Cf. Ph. Vielhauer, Historia de la literatura cristiana primitiva, Sígueme, Salamanca 1991, 623-635.

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