Tenía el alma tan blanca, por haberse bañado en el cielo que al principio le creímos un ángel…  Ernesto G. Castro (1940-2025).

Mabel y yo tenemos en la escalera de casa un gran cuadro, pintado al raspado, sobre fondo blanco, con letras oscuras de un poema de Augusto María, que dice:

Tenía el alma tan blanca por haberse bañado en el cielo

que al principio le creímos  un ángel

El cuadro va con la firma del artista salmantino Félix Curto, Prof. de Universidad, con una dedicatoria que dice: Para Xabier Pikaza “en recuerdo de mi madre".

Pocas veces he conocido una mujer más blanca y transparente que ella, la Sra. Recio, madre de Félix, mujer que era un ángel,  bañada en la leche del cielo. Pero tan pronto como pusimos el cuadro, presidiendo la escalera de la casa (imagen ) pensé: “Este cuadro, este poema es también un homenaje a nuestras madres, la de Mabel, la mía… y también a Ernesto, que estuvo tres días de niño en el cielo, y volvió para contarnos lo allí visto, sin palabras, como testigo viviente del cielo, hasta que ha fallecido volviendo a su cielo, desde Pontegrande de Ourense, su pueblo. A él,  con Pakita, su esposa, dedicamos Mabel y yo estas palabras de emoción contenida.

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Había vuelto del cielo

Yo no sabía nada de su vida anterior, pero noté en su ojos y en la forma de mirar algo distinto. Estábamos en Sarria, Lugo, preparándonos para el noviciado. Debía ser el año 1956. Vino el Provincial, que era A. Ibarrondo. Nos sentamos en el suelo del huerta y habló con nosotros, especialmente con Ernesto.

Puede ser una imagen de texto que dice "Rogad Dios en caridad por el alma de D. ERNESTO ONZALEZ CASTRO Fontecuberta-( ecino que falleció de confortado de 2025 los 85 años de edad, Santos Sacramentos. SU ESPOSA: Paki Ormaetxea. HE3A: HERMANOS:Benjamin(+)y Florentina(+ Adolfo(+) Chelo: osendo(+) Rosa: Modesta(Religiosa Divino Maestro): Martina Abelardo(+) Elena(+). Martin(+): José-Angel Lourdes: Pedro( Marijé: Marisol Juanito: yMaite(+) ERMANOS POL.: Berna: Ramón Sobrinos, primos demás familia ruegan una oración por asistencia conducción tarde Municipal Merca Iglesia Parroquial Santo Tomé Banxa-Celanova, donde celebrarán para proceder la intimidad familar favores por que anticipamos las gracas. Orense, 23 de mayo de 2025 FUNERARIA "NOSA SRA. DE LOURDES" 988.26.01.71"

Y comprendí al instante que era que distinto, aunque  no sabía decir por qué. Lo supe  unos años después, cuando estando ya en Salamanca, los dos escribiendo la tesis doctoral, el sobre Atanasio de Alejandría, yo sobre Ricardo de San Víctor, el Prof  Vicente Muñoz, que era de la misma orilla del río de Pontegrande de Arnoya (el pueblo de Ernest), quiso saber cómo había sido su “baño de cielo”

Vicente (gran profesor, Bu-Bu) preguntaba en serio, como él era y en serio respondió Ernesto, como él era, hecho ya un hombre, de unos 24 años:

-No recuerdo absolutamente nada. Yo debía tener unos tres años. Dicen que me dormí y quedé casi tres días en estado cataléptico. Compraron una caja blanca para enterrarme, con  un sudario blanco.  Me iban a enterrar ya, por lo que me han dicho, pero mi padre se negó rotundamente… y al tercer día empecé a moverme de nuevo, como si nada hubiera pasado, como si e hubiera dormido hace diez minutos.

- Algo tendrás que recordar, algo debiste ver  allá en cielo –insistió Vicente- porque todavía se te nota, eres un resucitado, eres demasiado bueno, alma de Dios, para ser de este mundo.

- No recuerdo absolutamente nada. Sólo sé que mis padres me llevaron, con la caja y el sudario blando, como llevaban a otros niños “resucitados” a la procesión do Corpiño, y me ofrecieron allí a Dios, metido en la caja…pero no recuerdo absolutamente nada.

  • Tú no recuerdas, pero nosotros lo sabemos….-respondió Vicente, que era la mayor autoridad  de España en ´Lógica Matemática y teoría de los sistemas formales…--. Tuviste que ver algo, te nota que tienes un baño de cielo, no lo puedes negar, nosotros lo sabemos.

….

Y así pasaron los días. Y aquel año (en mayo 1966) defendimos Ernesto y yo la tesis. La mía era más de trámite, pues la había preparado y defendido para estudiar después Sagrada Escritura, que era lo que me interesaba. La mística de Ricardo es importante, pero yo no me daba cuenta, andaba con san Pablo.

Por el contrario, tesis de Ernesto era de fondo, de las mejores que se han defendido en mucho tiempo en Salamanca, sobre un tema clave de la teología de todos los tiempos: Del Verbo Creador, a la Iglesia del Verbo Encarnado; del Dios que es Logos a la iglesia que es presencia y diálogo de los creyentes en el Verbo,  en línea de camino compartido (sín-odo) y de eucaristía compartida (simposio), según San Atanasio

  Casi mil páginas, con mucho griego, mucho latín, mucho concilio de Nicea, mucha teología de Atanasio. Cualquier lector interesado puede buscarla con facilidad, on line,  en Summa Upsa (Tesis doctoral de teología: Ernesto González Castro).

Está digitalizada, se encuentra con facilidad, en PDF, pero se puede digitalizar con facilidad, con un simple programa, para estudiarla.

No sé si muchos lo han hecho. Yo sé si muchos lo han hecho.  Entro de vez en cuando y miro, y recuerdo, las largas horas de diálogo que entonces tuvimos, sobre Atanasio y la Teología del Logos (diálogo) de Dios en Cristo y por Cristo, según san Atanasio.

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No entro en mi tesis, que está también allí, en el fondo de Tesis doctorales de Summa Upsa, se me hace ya menos importante. Pero la de Ernesto me sigue fascinando. Al teclear Summa Upsa Tesis Teología y buscar Ernesto González Castro me emociono de nuevo y miro y recuerdo, y me da inmensa pena saber que Ernesto nunca la quiso publicar, ni la inscribió oficialmente en la universidad, de forma que ha muerto como Candidato a Doctor, pero no como doctor con papeles (como yo en Biblia).

 Aquel niño ya adulto, bañado y limpio, por haber estado tres días, sin conciencia de mundo,    en el cielo de Dios me enseñó más de teología que casi todos los profesores posteriores.

   Ernesto sabía entonces mucho más latín y griego que yo y conocía perfectamente la teología alejandrina,  quizá la más honda teología de la cristiandad, con el riesgo arriano, con Atanasio, con el logos/verbo de Dios que se hace (debe hacerse) conversación y comunión de los hombres en l iglesia, en la vida social, en la política… Ernesto era entonces, ya ha sido siempre después el maestro de la palabra entre nosotros, de la palabra hecha silencio de misterio, porque uno que ha estado como él en el cielo no está ya para hablar de estas cosas en el mundo.

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   Pasó aquel Mayo 1965 en el que Ernesto y yo nos hicimos doctores (con Eliseo Tourón que se nos fue muy pronto) y el Provincial, que era Dionisio de Orense, me mandó a estudiar Biblia a Roma, aquel mismo otoño 1966 (pues te falta la Biblia…). Ernesto, en cambio, como sabio maduro, experto en Atanasio, patrística y teología, quedó de profesor en Poyo,  fue de los últimos profesores, el mejor, del Monasterio de Poio, a lo largo de dos años…

          Fueron sólo dos, y en otoño de y el 1968 yolví a Poio tras dos años de Biblia en Roma (¡algo habrás aprendido, me dijo Dionisio, el provincial: tienes que sustituir a Ernesto que va ahora para roma de Asistente General y de Estudiante). Así le dijo:

-Vas de Asistente General a Roma…, Pero no tienes casi nada que hacer. No tienes que tomar ningún trabajo de la casa., por favor…. Tienes por delante varios  años para estudiar, perfeccionar la tesis, escribir otra… Matricúlate en el Patristicum (el del papa actual, Prevost), junto al Vaticano…, Escribe otra tesis, luego vienes

     Así dijo el buen Dionisio a Ernesto, eran los dos casi del mismo río, casi del mismo pueblo. Pero Dionisio no conocía Ernesto, no conocía su temple de cielo, su honradez, su profesionalidad. Obedeció al Provincial, fue a Roma…pero vio que allí había que trabajar de Asistente. El P. General  solía andar por ahí, no era mala gente… Los demás, cada uno, se quedó a lo suyo, buscando un hueco para sus cosas…

Y Ernesto ocupó los años en hacer todo, todo, todo lo que hay que hacer en una casa general de Orden Pequeña. Asumió de esa manera, por pertenencia mercedario  y realizó todos los trabajo de organización, de administración y teología del la Curia General , porque el P. General, que era un chileno, buena persona, pero de otro temple, descargó sobre él y sobre algún otro parecido todo el trabajo de la casa. Hizo así todo menos estudiar oficialmente,  que él no era para eso, siendo Asistente General…. Hizo todo, menos hacer lo que hay que hacer para ser Monseñor, Nuncio, obispo y cardenal, la carrera que otros le habían deseado y deseaban para un mercedario.

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          Nos vimos alguna vez en Roma. Yo le decía “matricúlate en el Patristicum” o en el Oriental, Haz que esta iglesia de Roma empalme con la Alejandrina, con la Siria, te necesitamos… Pero no sirvió de nada. Ernesto conoció muy por dentro la iglesia romana, con Papa y Cardenales, con dicasterios, escuela de nuncios/diplomáticos de  iglesia y obispos,  y todo eso y más pudo ser pero todo lo fue dejando; no era de los trepas, de la iglesia del poder establecido

. Pensó que en ese momentos, a principios de los setenta, era necesario un diálogo con el marxismo humanista, estudió a fondo a E. Bloch, le parecía que era necesario vincular la iglesia de la palabra de Atanasio con la iglesia de la presencia y compromiso social… Todavía era a tiempo de asumir la herencia del Vaticano II, pero al fin tuvo la certeza de que era imposible… La iglesia de Roma era sólo poder, poder y poder (como dice de esos años, con palabras más fuerte que las suyas y las mías, el futuro Cardenal Congar…

Pudo haber sido, y era, el mejor blochiana del momento, más agudo a mi juicio, que el mismo Moltmann,,, pero terminó dejando también ese camino. La iglesia era otra cosa, y él quiso ser de esa iglesia diferente, la de Atanasio, navegando en falúa Nilo Arriba y Nilo abajo, escapando dela policía imperial. Así me decía, “la iglesia romana se ha vuelto policía”. Yo estoy en ella, pero no juego su partido Soy de otro lugar  estoy en el exilio.

  Yo te tomaba el pelo: Eres del Ponte-Grande del Arnoya, o fillo do músico, devoto da Virxen pequeña do Cristal, casi veciño de Fila-Nova dos infantes, como los montes del mosteiro pequeño de Cela-Nova.

          Había estado en el cielo, era un cielo de persona, no era para este mundo.  Cuando volvió por España, tras el 1974,  ya apenas tenía ilusiones de iglesia establecida, con Atanasio, con Bloch. A pesar de eso, pensó en un momento que podía dedicarse a la investigación y la enseñanza en la iglesia oficial,  dictó dos cursos preciosos sobre Bloch y la esperanza, en diálogo con la patrística, dos cursos en Salamanca, pero también eso lo terminó dejando… Escribió los mejores trabajos que hay sobre los Santos de la Merced y sobre San Pedro Nolasco, pero también eso lo fue dejando a un lado, pues había otros que no querían ver así las cosas….

   Cuando hablábamos salía siempre la misma conversación. Esta iglesia romana no tenía obispos, como Atanasio… Se había convertido en una iglesia del poder absoluto, con obispos recaderos no pastores, hombres sin palabra, en una iglesia que se estaba auto-destruyendo, al poner la jerarquía de poder clerical sobre la comunión eclesial de las comunidades….

  Desde hace 40  años me seguía repitiendo lo mismo, en gran paz, sin estridencias, ni críticas externas. Somos exilados, hijos de María (la del Concilio de Éfeso)… Yo le decía:

-Escribe esto, fomúlalo…Lo que tu llevas casi 50 diciendo es lo que apenas se atreve a decir el Papa Francisco…

- Yo no soy para escribir teorías… para eso estás tú… Ya no leo apenas libros, voy por los archivos… Paso tiempo en Simancas, mucho tiempo en Tolosa, en al Archivo General de Gipuzkoa…. Allí veo y siento el latir del tiempo. Cuando llegue, llegará el cambio. Yo no lo veré, tardará todavía un tiempo…

   Y al cabo de un tiempo, a principio de los ochenta de siglo pasado, cuando parecía que la historia de Ernesto en la tierra se estaba terminando, encontró finalmente su cielo, Pakita de Orendáin,  ella fue cielo (el cielo que le estaba esperando desde el comienzo, cuando sólo tenía tres años y quedó dormido en cielo tres días y tres noches.

  Yo conocía Paquita de Orendáin, desde años atrás… y cuando les vi juntos, sin que tuvieran que decirme nada, supe que eran el cielo de Dios, la iglesia verdadera, uno para el otro y con el otro. Tengo alguna foto de su boda en la ermita de Meaga, sobre el mar de Getaria, entre los mejores viñedos de txakolí de la tierra. Ésta es la historia hermosa de cómo Ernesto encontró su cielo y de cielo y de cómo Pakita encontró en Esnesto el suelo.

    Entre las imágenes  además del cuadro de F. Curto (tenía el alma tan blanca), el el recuerdo que le dedica Pakita, en euskera y castellano y la nota necrológica, van unas últimas fotos de Ernesto con Pakita y con E., la niña siberiana que habían adoptado (en el último viaje que estaban haciendo por Galicia), con fofos en las que estamos con ellos (con Ernesto y Pakita), Joana y Manuel R. Losada de Penela y Brasil, con Mabel y conmigo, la casa del Pita-Leku de Pontegrande (Ourense)…

Goyan Bego, arriba el corazón Ernesto…Nos has dejado en la tierra por un poco de tiempo, has ido a ver a tu padre, o músico de Ponte-Grande,y nos siguen acompañando en el camino a todos y cada uno, empezando por ti, Pakita,  a quien quiero aquí dar las gracias por lo que has sido para para, una antesala del cielo verdadero.

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