Jornada Mundial de la Vida Consagrada ¿Consagrados? Fieles con experiencias espirituales desconocidas por sus pastores

Fieles meditando
Fieles meditando

"Hoy día son cada vez más los fieles laicos que, -como el autor del salmo 8-, tendidos en el desierto, en silencio y quietud, llegan a experimentar su consagración"

"Es necesaria una actitud contemplativa para permitir que tan solo el brillo de las estrellas, los rebaños, los montes, las aguas, el fuego, la brisa, suscite en el corazón el anhelo por resolver la inquietud más grande de la humanidad"

"Al salir de retiros espirituales de contemplación, los laicos experimentan el llamado a vaciarse de sus apegos, avaricias, prejuicios, intenciones, deseos, etc., para unirse a la voz del salmista"

La consagración es una experiencia espiritual de unidad con Dios. El ceremonial es solo la ritualización de esta experiencia. Puede haber ritual sin experiencia espiritual (tristemente constatado), como también existe la experiencia sin que nunca se llegue a un ritual litúrgico (hay muchos testimonios). El Espíritu es el que consagra. La institucionalidad eclesial lo simboliza en liturgias.

Hoy día son cada vez más los fieles laicos que, -como el autor del salmo 8-, tendidos en el desierto, en silencio y quietud, llegan a experimentar su consagración. Posiblemente en una experiencia de retiro en silencio contemplativo, que, como ese salmista israelita, permiten que la inmensidad del cielo inunde sus miradas. No son ellos quienes ponen sus ojos en la luna y las estrellas, son ellas las que colman sus corazones atravesando su mirada… y allí contemplan… Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos; la luna y las estrellas que has creado…, leemos de este místico salmista 8.

Contemplación
Contemplación Fundación SALMOS

Es necesaria una actitud contemplativa para permitir que tan solo el brillo de las estrellas, los rebaños, los montes, las aguas, el fuego, la brisa, suscite en el corazón el anhelo por resolver la inquietud más grande de la humanidad: ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él; el ser humano, para darle poder?

Más allá del ritualismo

Así, constatamos el creciente esfuerzo de fieles laicos y de miembros de la vida consagrada por llegar a esta experiencia, mediante prácticas espirituales que van más allá del ritualismo, de las devociones que esperan un beneficio casi ‘mágico’ caído del cielo, y que implican una profunda mirada, a la que no siempre son conducidos por sus pastores.

Para identificarse como una persona de ‘vida consagrada’, por tanto, conviene ser llevado al ritual cuando la experiencia espiritual se ha constatado; de lo contrario, todo se puede convertir en un formalismo institucional que corre el peligro de crear funcionarios de lo religioso. En este momento hay laicos que lo están logrando y buscan guías espirituales a su nivel. Por este motivo quienes han participado de alguna forma de consagración ritual están llamados a buscar urgentemente esta experiencia, de lo contrario, estarán incapacitados para guiar a otros que sí la tienen. Y como decía santa Teresa de Jesús, ‘los sacerdotes iletrados’ (refiriéndose a quienes no conocen estas experiencias) no conocen el camino, y por tanto pueden hacer perder a los fieles llamados a una espiritualidad más profunda.

Retiros contemplativos para laicos
Retiros contemplativos para laicos Fundación SALMOS

Ante tanta inmensidad, que ofrece la contemplación a la que acceden estos fieles, el corazón se desborda y se abre a descubrir la unidad que tiene con todo lo creado, despertando a su propia dignidad y a la grandeza de Dios reflejada en el universo. ¡Toda una experiencia cosmoteándrica!, diría Raimon Pánikkar. Algo que vivió san Francisco de Asís, y tantos otros, porque así lo vivió Jesús: Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidadQuiénes estamos en la misión del pastoreo ¿conocemos esta experiencia?

De allí que muchos místicos, al descubrir su propia dignidad y su verdadera identidad, han abandonado todo para seguir con sencillez la Voluntad de Dios, sin apegos, dependencias, avaricias, ni dobleces… Allí se descubre el secreto auténtico de la espiritualidad: la unión con el Cristo. Él es su verdadero Tesoro, -no como ideal sino vital,… al punto de gritar con san Pablo: Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo.

Hacerse uno con lo sagrado

Se considera a una persona verdaderamente consagrada cuando ha llegado a este nivel. Con-sacris, hacerse uno con lo sagrado. Todo gracias a la capacidad contemplativa que se despierta ante el universo, la comunidad en la que vive y el hermano herido a quien ha jurado servir. En este momento orante, todo el universo se vuelve hacia aquel que se expone ante semejante experiencia. Al salir de retiros espirituales de contemplación, los laicos experimentan el llamado a vaciarse de sus apegos, avaricias, prejuicios, intenciones, deseos, etc., para unirse a la voz del salmista. 

Tal vez estemos rodeándonos de ‘consagrados’ que no han sido ‘institucionalizados’ en un ritual, pero que están en capacidad de indicar a algunos pastores el camino de la sabiduría espiritual

¿De qué otra manera puede decirse alguien perteneciente a un instituto de vida consagrada, o un sacerdote, que es verdaderamente consagrado si su corazón no contempla su unidad con el universo, con el hermano, con la Presencia Divina que late en todo? Tal vez estemos rodeándonos de ‘consagrados’ que no han sido ‘institucionalizados’ en un ritual, pero que están en capacidad de indicar a algunos pastores el camino de la sabiduría espiritual.

La mejor oración en este día de la Jornada de oración por la Vida Consagrada pueden ser las palabras del salmista a las que estamos llamados a unirnos, como personas de oración, consagradas al servicio de Cristo: ¡Señor, dueño nuestro, ¡que admirable es tu nombre en toda la tierra!

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