¿Dupla en la portavocía, con el auxiliar y una mujer, también jefa de prensa? César García Magán, salvo sorpresa o renuncia, será el nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal

César García Magán
César García Magán

¿Ha habido, y hay, otros candidatos? Sí. Especialmente tres: el obispo auxiliar de Compostela, Francisco Jose Prieto, candidato propuesto por Argüello; el obispo auxiliar de Madrid, José Cobo, seguramente el preferido por buena parte de los obispos, y de trabajadores de la Casa; Arturo Ros o Javier Vilanova; o una suerte de continuidad, en las figuras de los dos vicesecretarios: Fernando Giménez Barriocanal y Carlos López Segovia

Lo que sí parece claro es que el episcopado apuesta por un obispo para la Secretaría General, con el argumento de que la organización de la Casa de la Iglesia y las negociaciones con el Gobierno merecen una persona que esté dentro de todas las reuniones, y con capacidad de decisión, y eso -lamentablemente en el caso de la Iglesia española- no puede hacerlo, aún, un laico

Entre los nombres para la jefatura de Prensa, sorprenden los de Marieta de Jaureguízar (ex responsable de prensa de la JMJ de Madrid y actual coordinadora de comunicación de los propagandistas), se dejan caer otros, como los de Laura Daniele o Marisa Salazar (ambas de Cáritas) o alguna directora de comunicación de diócesis del sur

Con todo, quien más posibilidades tiene sería la actual directora de Ecclesia, Silvia Rozas, lo que supondría un auténtico soplo de aire fresco para la deteriorada imagen de la Casa de la Iglesia. ¿Se atreverán los obispos a apostar por esta figura? En todo caso, esta decisión no tiene por qué tomarse esta misma semana, pues corresponde única y exclusivamente al Secretario General

Este miércoles, alrededor de las 10 de la mañana, y salvo sorpresa mayúscula, o renuncia personal, el obispo auxiliar de Toledo, César García Magán, será nombrado secretario general de la Conferencia Episcopal española, sustituyendo a Luis Argüello, quien renunció -como adelantó en exclusiva RD- al cargo tras no ver posible compaginar el cargo con el Arzobispado de Valladolid.

Una tesis, la de Argüello, que ha pesado, y mucho, a la hora de buscar candidatos a sucederle. Una vez convencidos de que el prelado no iba a dar marcha atrás en su decisión, el principal candidato siempre fue (y así lo contamos aquí, en marzo) García Magán, a quien sus pares consideran un excelente diplomático, con don de gentes y capacidad de organización (no en vano estuvo en la Secretaría de Estado, y es vicario general de Toledo), aunque no pocos le achacan cierto conservadurismo, lo que no es poco común entre el episcopado español, todo hay que decirlo.

César García Magán, obispo auxiliar electo de Toledo
César García Magán, obispo auxiliar electo de Toledo

Otros candidatos

¿Ha habido, y hay, otros candidatos? Sí. Especialmente tres: el obispo auxiliar de Compostela, Francisco Jose Prieto, candidato propuesto por Argüello; el obispo auxiliar de Madrid, José Cobo, seguramente el preferido por buena parte de los obispos, y de trabajadores de la Casa; o una suerte de continuidad, en las figuras de los dos vicesecretarios: Fernando Giménez Barriocanal y Carlos López Segovia. 

En el caso de Cobo, las dificultades son evidentes, por su trabajo al frente del Arzobispado de Madrid, codo con codo con el cardenal Osoro, quien no estaría dispuesto a desprenderse de su principal colaborador. El propio Cobo, además, ya habría dejado claro que Madrid le absorbe todo el tiempo del mundo y dejando claro que, como sucedió con Argüello, no podría compatibilizar ambas responsabilidades. Y no está el patio para que Cobo haga un 'Sebastián' (el prelado dimitió como obispo de León al ser nombrado secretario general).

José Cobo, durante el breafing en la sede de la CEE
José Cobo, durante el breafing en la sede de la CEE

La opción de Prieto, favorecida por el final del doble Año Santo Compostelano y los avances en la alta velocidad, ha ido desinflándose con los meses, al igual que otras posibilidades. En cuanto a Barriocanal, a quienes algunos -interesadamente- pretenden colocar en la carrera, el vicesecretario de Asuntos Económicos repite, por activa y por pasiva, que no pasa por su pensamiento aceptar la Secretaría General. Algo que sólo podría cambiar si, llegado el caso, los obispos no logran consensuar un nombre. Que parece que está, en la figura de Magán. Salvo, como decimos, sorpresa mayúscula, que podría venir de la mano del auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, que haría que Omella se quedara sólo con un auxiliar. Y que no podría descartarse pues, como novedad, los obispos tendrán dos días para debatir sobre nombres (la elección de sondeo solía ser lunes noche, y la elección martes mañana, algo que ha cambiado). Otro "tapado", como señalamos en su día, es el auxiliar de Valencia, Arturo Ros.

Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona
Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona

Secretario... ¿y portavoz?

Lo que sí parece claro es que el episcopado apuesta por un obispo para la Secretaría General, con el argumento de que la organización de la Casa de la Iglesia y las negociaciones con el Gobierno merecen una persona que esté dentro de todas las reuniones, y con capacidad de decisión, y eso -lamentablemente en el caso de la Iglesia española- no puede hacerlo, aún, un laico.

Cosa bien distinta es si García Magán optará, o no, por separar la Secretaría General de la Portavocía. Aunque no hay ninguna claridad al respecto, quienes conocen al obispo auxiliar de Toledo sostienen que "está perfectamente capacitado" para asumir ambos encargos, una opción que también ha avalado, en público y en privado, el portavoz saliente. 

Silvia Rozas
Silvia Rozas

Una mujer al frente de la Oficina de Prensa, fórmula alternativa

Otra cosa es que pueda buscarse una fórmula alternativa, en la que ya se está trabajando, consistente en que secretario y portavoz sigan siendo la misma persona, aunque se potencie la figura del 'jefe de prensa', dándole un estatus similar al de Matteo Bruni en la Sala Stampa (puede ejercer como voz en circunstancias determinadas, aunque la portavocía como tal seguirá en manos del Secretario). Un suerte de 'dupla'.

En este sentido, se está valorando, con bastante fuerza, la figura de una mujer, periodista, para acceder a este puesto, en el que sucedería a Josetxo Vera, actual responsable de Prensa de la CEE y cuyo trabajo no ha sido bien valorado ni por los profesionales de la comunicación ni por los trabajadores de la Casa de la Iglesia.

Entre los nombres, sorprenden los de Marieta de Jaureguízar (ex responsable de prensa de la JMJ de Madrid y actual coordinadora de comunicación de los propagandistas), se dejan caer otros, como los de Laura Daniele o Marisa Salazar (ambas de Cáritas) o alguna directora de comunicación de diócesis del sur. Con todo, quien más posibilidades tiene sería la actual directora de Ecclesia, Silvia Rozas, lo que supondría un auténtico soplo de aire fresco para la deteriorada imagen de la Casa de la Iglesia. ¿Se atreverán los obispos a apostar por esta figura? En todo caso, esta decisión no tiene por qué tomarse esta misma semana, pues corresponde única y exclusivamente al Secretario General.

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