Habrá una intervención "mínima" en la basílica, tal y como estaba acordado con el Gobierno 'La base y la cruz': así será, con el plácet de la Iglesia, la resignificación de Cuelgamuros
"Se rompe la axialidad que tanto había caracterizado este monumento para producir una gran sombra, una gran grieta que facilita el encuentro, que invita al diálogo y que invita a una visión más plural, más democrática, donde se incluyan muchas perspectivas", explica el jurado
Fuentes gubernamentales y episcopales desmienten "tajantemente" que se vaya a expulsar a los benedictinos del Valle, como publicó un portal digital
'La base y la cruz'. Un proyecto "valiente" que "se enfrenta a la monumentalidad del conjunto existente" y que ha resultado elegido por un jurado internacional (con participación de la Iglesia) como ganador del concurso con vocado por el Gobierno para resignificar el Valle de Cuelgamuros, y cuya maqueta ha sido presentada este mediodía por el Ministerio de la Vivienda. Un proyecto que está 'bendecido' por la Iglesia de Madrid, al cumplir los requisitos pactados en su día en una negociación a tres bandas entre Gobierno, Vaticano y Arzobispado de Madrid.
Y es que el proyecto ganador se concentra en el exterior de la explanada, mientras la intervención en la basílica será "mínima", tal y como ha apuntado en rueda de prensa el secretario general de Agenda Urbana, Iñaqui Carnicero.
"Es un proyecto que con bastante valentía se enfrenta a la monumentalidad del conjunto existente. Propone una nueva visión de este conjunto monumental donde se definen los límites, donde se da más protagonismo a la naturaleza, hacia la arquitectura y donde se rompe la axialidad que tanto había caracterizado este monumento para producir una gran sombra, una gran grieta que facilita el encuentro, que invita al diálogo y que invita a una visión más plural, más democrática, donde se incluyan muchas perspectivas", ha asegurado Carnicero, quien añadió que, a través de una "gran losa", el público accederá a un círculo "abierto al cielo" que permite "reorganizar las circulaciones" y desde el cual se entrará al interior de la basílica, que se le harán "intervenciones mínimas".
A partir de este momento, según consta en el pliego de condiciones del concurso, se firmará un contrato de servicios con la propuesta y arracan dos fases: ocho meses para la redacción del proyecto y otros 40 para la realización de las obras en sí. La licitación de las obras se prevé iniciar en la segunda mitad de 2026. En total, el pliego estimaba en abril una duración del contrato de “en torno” a los 56 meses (cuatro años y ocho meses), incluyendo la duración del concurso. Aún así, el mismo pliego admite que es complicado “precisar con exactitud” la duración total.
Esta es la realidad, más allá de interpretaciones interesadas y noticias rotundamente falsas, como la que esta mañana ha publicado un portal digital (que como no cita no será citado), asegurando que el Gobierno expulsaría de inmediato a los benedictinos de Cuelgamuros. Una información que ha sido "tajantemente" desmentida por fuentes gubernamentales y eclesiásticas, que ven en esta maniobra un intento por 'cambiar el foco' de la actualidad eclesiástica, protagonizada por el escándalo de abusos que señala a Rafael Zornoza. Algo que, por otro lado, también están haciendo otras webs religiosas.