Afirmar que nuestro Dios es Trinidad es semejante a decir que Dios es acogida, comunidad, relación, don que se da y se recibe, salida de sí para encontrarse con los seres humanos
Nos urge vivir hoy la experiencia del Dios Trinidad, del Dios comunidad que nos habla de una espiritualidad más comunitaria que individual, de un compromiso más social que intimista, de una iglesia más abierta a todos, “sin miedo a mancharse o herirse”, como tanto repite el papa Francisco
Ahora somos nosotros los que con la autoridad que nos viene del Hijo podemos seguir discerniendo y actuando conforme al impulso del Espíritu
El don del espíritu nos invita a ser gestores de perdón y reconciliación, de misericordia y acogida
Con Pentecostés, el tiempo de la Iglesia comienza y la fuerza que la sostiene es la del mismo espíritu de Jesús que se ha quedado en ella hasta el final de los tiempos
Pentecostés, es tiempo del Espíritu en la medida que nos abrimos a su acción y damos testimonio de ello
Con la experiencia de la ascensión de Jesús, la misión realizada por Jesús ahora depende de ellos, guiados por su Espíritu
El énfasis no está en que Jesús se va al cielo sino en que ahora los discípulos se dedican a predicar.
Celebrar la Ascensión significa hoy para nosotros, no quedarnos mirando para el cielo sino disponernos a anunciar a Jesús no solo con palabras sino respaldando dicho anuncio con obras.
La unión entre Vid y sarmientos es otra forma de hablar de la comunidad cristiana
La vitalidad de la comunidad depende de su unión con Cristo, de la comunión con su espíritu
La imagen de la Vid habla más de comunidad que de individuos, más de relaciones interpersonales de todos los sarmientos entre sí que de individuos relacionándose exclusivamente con Jesús
Jesús aclara que la misión que lleva entre manos no es la de un asalariado; su misión es dada por el Padre y si implicara dar la vida, no va a ponerlo en duda
En la comunidad de discípulos, no hay pastores y ovejas en el sentido literal del término, sino comunidad de vida donde todos cuidan de todos
Hay que pensar en una iglesia toda ministerial en la que el servicio garantiza el cuidado mutuo, la entrega asegura la vida en plenitud para todos
"Comienza a ser políticamente “correcto” que haya mujeres en todos los lugares. Sin embargo, afirmar tanto que a la iglesia le falta la participación de las mujeres puede esconder una afirmación más necesaria: a las mujeres les falta más conciencia de su dignidad personal y bautismal. Y, me parece que aquí, también hay mucho por trabajar"
"¿Qué pasa entonces con las mujeres en la iglesia que consideran “normal”, “mejor”, “voluntad divina”, “no necesario” o no sé que otra razón, ser excluidas en razón del sexo de algunas instancias eclesiales?"
"Algunas responderán que Jesús se encarnó en un varón. Eso es innegable. Pero ¿eso hace que el sexo masculino pueda tener privilegios? Si así fuera, no parecería que Dios respaldara la igualdad fundamental de todos los seres humanos, creados a su imagen y semejanza"
El Resucitado no es un espíritu en el sentido de desprecio de este mundo o una presencia distinta, haciendo cosas distintas
Sus palabras, sus signos, sus acciones simbólicas, a través de las cuales anunció el Reino de Dios, todas ellas son las que permiten que ahora se le reconozca como Hijo de Dios
Afirmamos creer en Jesús Resucitado, pero esto significa asumir su misma vida, con el riesgo, de correr su misma suerte
Con el Vaticano II se enriqueció la teología y la pastoral porque se entendió que Dios se revela en este mundo y es ahí donde hay que concretar la fe, el compromiso, el amor cristiano
(Jesús) no habla de almas, de cielos, de huida del mundo. Habla de la vida plena a la que están llamados todos los hijos e hijas de Dios, vida plena que supone la integralidad de lo que el ser humano es
Jesús hace presente a Dios en medio de su pueblo con gestos de servicio, de acogida, de misericordia, de romper barreras de exclusión como el acercarse a hablar con mujeres, con publicanos, con leprosos (todos aquellos que según la ley judía podían hacer impuro al que hablara con ellos) mostrando con sus actos que, efectivamente, Él vino “a dar vida y vida en abundancia”
Tomás verdaderamente cree y ofrece una confesión de fe en sintonía con la confesión de fe de Pedro (Mt 16, 16) o de Marta, hermana de María y de Lázaro (Jn 11,27)
Posiblemente, los discípulos están intentando pasar desapercibidos para no correr la misma suerte que el maestro. Y en esa situación, contra toda esperanza, Jesús se les aparece y les regala -gratuitamente- el don de su mismo espíritu
La resurrección de Jesús abrió esa vida resucitada que se anticipa con sus dones escatológicos para vivirla en la historia cotidiana
La resurrección es una experiencia real (no demostrable) que tuvieron los discípulos/as, experiencia que transformó sus vidas porque del desánimo y el miedo pasaron a seguir anunciando la buena noticia que había traído Jesús
Es un canto de esperanza activa porque, una vez más, los cristianos, no nos resignamos con que las cosas sigan mal, sino que redoblamos el esfuerzo para seguir trabajando por transformarlas
Jueves Santo: Cuando el discípulo siente el amor incondicional de Dios hacia su propia vida, es capaz de testimoniar ese mismo amor de Dios a los demás
Viernes Santo: El viernes santo es día de silencio, de estupor, de dolor, pero también es día de conversión, de cambio, de valentía. Ojalá estemos entre los que asumen estas últimas actitudes.
Vigilia Pascual: El pregón pascual es más que un pregón litúrgico. Es la vida resucitada que podemos testimoniar en todos nuestros actos
Jesús no hizo gestos extraordinarios como calmar las aguas o multiplicar los panes en el sentido literal de la palabra
Jesús no fue un exorcista que sacaba demonios de las personas. Jesús fue un predicador que, con la autoridad de su Palabra y su coherencia de vida, liberaba a sus contemporáneos de tantos males psíquicos y emocionales que hacen que las personas tengan manifestaciones corporales extravagantes, agresivas, violentas
Esta confesión de fe, fue la que hicieron sus discípulos y discípulas, convencidos de que la muerte no había vencido el amor de Dios transparentado en Jesús, por el contrario, había resucitado y seguía vivo en los primeros seguidores, quienes se sentían llenos del Espíritu de Jesús
Jesús experimentó la posibilidad de decir: “Padre, líbrame de esta hora”. Pero no lo hizo porque supo mantener la fidelidad a la misión encomendada.
Será esa fidelidad la que podrá atraer a muchos hacia Él y no la propaganda de sus milagros o la abundancia de panes o cualquier signo extraordinario que entusiasma a la gente
Muchas personas quieren ver a Jesús, pero cabe la pregunta: cuál Jesús se presenta, qué evangelio se anuncia
"Todavía hay demasiados feminicidios. Mucha violencia contra ellas de muchos tipos. Hay también espacios laborales, educativos y, especialmente, en los niveles de decisión, a los que las mujeres llegan con mucha dificultad"
Ya no se considera el tema de los ministerios ordenados (temática que salió en la consulta al Pueblo de Dios) y, sobre el diaconado, dicen que se va a tratar, pero sería un “milagro” (aunque esperamos ocurra) que se permitiera para las mujeres, ya que, una porción de los participantes del sínodo considera que atender a esta petición supondría “una peligrosa confusión antropológica”
Lo que necesitamos no es que ellas “aporten” lo que falta, sino que repensemos cómo construir un mundo y sus estructuras donde mujeres y varones sean protagonistas
¿Cuándo se tomará en serio que su forma de organización debería ser distinta a la de la sociedad, mostrando con ello la igualdad fundamental de todas las personas, independiente de la responsabilidad que ejerzan?. Eso sería testimonio de sinodalidad
El Templo, en lugar de ser casa de encuentro del pueblo del Señor, se había convertido en lugar de exclusión para todos aquellos que, por su enfermedad, su etnia, su sexo, su ocupación, etc., no podían llegar sino hasta el patio e incluso de los que ni allí podían acceder.
Este gesto profético de Jesús busca mostrar la centralidad del ser humano por encima de cualquier ley, rito, tradición, costumbre, así sea en nombre de Dios