Desde que el Papa Francisco ha llamado a la recuperación de Venezuela, con motivo de la beatificación del medico de los pobres, José Gregorio Hernandes, la isquierda, dirigida por Juan Guaido, no sabe como presentarse ante un Nicolas Maduro que abre la puerta a ese dialogo sobre la base de la Constitucion venezolana, del reconocimiento del Estado de derecho y del respeto al derecho internacional. Por supuesto el auto-proclamado presidente, Juan Guado, tendra que dar cuenta del dinero del pueblo venezolano que Washington puso entre sus manos. Rumores hablan de mucha corrupción y malvasacion del uso de ese dinero.

Parece que el Papa Francisco no quiere involucrarse directamente en ese dialogo, a pesar del hecho que tiene buenas relaciones con el catolico presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El cardenal Porras seria su alter ego para representarle en la futura negociacion. El cardenal se presenta como un mediador independiente, capaz de objetividad y, sobre todo, atento a la defensa de los intereses del pueblo humilde y pobre. 

En cuanto a su objetividad, hay que poner varios puntos de interrogacion ????????. De toda evidencia, por el cardenal, el gobierno es el gran responsable del fiasco de un régimen que no supo responder al bien común del pueblo. Por otro lado, se queda completamente ciego frente a todos los factores exteriores que no pararon, desde el principio de la revolución bolivariana: las amenazas de invasion, las acciones terroristas y desestabilizadoras del gobierno y muchas otras cosas. El informe de las N.U. nos confirma muchos de esos hechos.

https://www.celag.org/informe-de-la-onu-sobre-el-impacto-de-las-sanciones-a-venezuela/

En los últimos años  se multiplicaron las sanciones, sostenidas por Estados Unidos con una cierta complicidad del Episcopado venezolano y del Vaticano por no denunciar con fuerza esas sanciones criminales, realizadas fuera del derecho internacional.

Todos nos recordamos la gran mission de la ayuda humanitaria, promovida por Washington y el episcopado venezolano. El gobierno de Nicolas Maduro sospechaba una mala intención de parte de los promotores de esa ayduda humanitaria, sostenida con fuerza por parte del episcopado venezolano.

Para que las cosas salgan correctas, Nicolas Maduro pidió que la Cruz roja internacional se encargué de hacer entrar al país esa ayuda internacional y que sea, ella, responsable de la distribucion de esa ayuda humanitaria. Estados Unidos no quiso saber nada al respecto y se mantuvo firme para que los camioniones entren en territorio venezolano. El motivo lo supimos rápidamente. La ayuda humanitaria era una cobertura para disimular armas para generar disturbios en el país.

https://www.telesurtv.net/news/venezuela-camiones-quemados-ayuda-humanitaria-guarimbas-20190225-0037.html

Es muy cuiozo que el episcopado venezolano, tan implicado en la llegada de esa ayuda humanitaria, que  haya dicho nada del engaño, sostenido por Estados Unidos y la oposición radical de Venezuela. Es bien posible que el episcopado ya lo sabía todo y que estaba de acuerdo con la operación. Unos años anteriores había llamado a la desobediencia civil de los Venezolanos y Venezolanas para promover las guarimbas. 

Me parece que una disculpa del episcopado se imponía para todas las acusaciones en contra del gobierno por no dejar pasar los camiones antes de conocer el contenido de cada uno de ellos. Se ha acusado al presidente Maduro de todas las etiquetas negativas. Ese silencio nos indica que sabían ya algo al respeto.

El papa Francisco en su Enciclica Evangelii Gaudium llama la atención sobre el hecho de no confundir ideología con realidad. " En otras palabras la realidad debe imponerse con los hechos y no con suposiciones.

Yo termino diciendo que la Iglesia no se identifica solo con las jierarquias eclesiales sino tambien por el Pueblo de Dios.

https://www.religiondigital.org/humanismo_de_jesus/Pueblo-Dios_7_2348835108.html

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