La brigada élite del ejército gringo en Colombia

Luis Roja, en su articulo, nos introduce  en el camino por el cual, los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia se juntan para invadir a Venezuela. Un camino, sembrando masacres y muertos, para dejar libre la marcha de los mercenarios y militares estadunidenses hacia Venezuela.

« Las brigadas élites del ejército gringo que está enviando Trump a Colombia, son fuerzas que han actuado en Irak, Libia, Afganistán, Siria y cuyo propósito fundamental es invadir y entablar una guerra contra Venezuela y no combatir la droga »

Del primero de enero a la fecha se han dado en ese país 45 masacres, que arroja el resultado fatídico de 182 asesinatos a líderes sociales, excombatientes de la FARC, indígenas y niños

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A un paso para invadir a Venezuela 

Todo eso se desarrolla bajo los ojos del Episcopado Colombiano, del Vaticano y de la Alta comisionada de las Naciones Unidas por los derechos humanos, Michelle Bachelet,. Un silencio de ellos que contrasta mucho con las intervenciones, de esos mismos organismos, en Venezuela y Nicaragua.

Mientras que el papa Francisco esta escribiendo, por octubre prójimo,  una nueva encíclica sobre la fraternidad, Colombia y Estados Unidos preparan, por el mismo mes, una invasión  militar contra Venezuela, país reconocido por las Naciones Unidas como un país democrático, bajo la presidencia legitima de Nicolás Maduro. Se trata de la misma ONU de la cual ha hablado el papa Francisco en su intervención de septiembre 2015. En su intervención, el Papa llama a la comunidad internacional a respetar la Carta magna de los derechos, de los pueblos y personas, proclamados por esa misma Institución. Lo que vemos, ahora, de parte de Colombia, de Estados Unidos y de todos los que se hacen ciegos con sus silencios, es la ignorancia consciente completa de esos derechos, proclamados por las N.U.. 

No es demasiado tarde, de parte del Vaticano, de los episcopados de Colombia y E.U. y de la Alta comisionada de los derechos humanos, de alzar la vox para denunciar con fuerza un tal proyecto de intervención militar en Venezuela. Mas que nunca, si hay que hablar de fraternidad, hay que hacerlo antes que se comete esos crimines. Si el papa escribe una encíclica sobre la fraternidad, ella no debe servir a una diversión para hacer olvidar un crimen ya cometido o a cometerse en las semanas siguiendo su publicación. 

Sabemos que el Episcopado venezolano esta en la esperanza de esa invasión de Venezuela de parte de E.U. y de Colombia. Una revancha esperada desde la llegada de Chávez, en 1998, con su revolución del pueblo por el pueblo. Yo sé que el Vaticano puede intervenir y cambiar el rumbo de esa invasion con tal que se apegue a los principios de los Evangelios y de la Carta magna de las N.U.. 

Basta que el papa diga de una vez por todo: “Yo pido a los episcopados, a los dirigentes del estado del Vaticano y a todos los gobiernos cristianos que se respete el derecho internacional y que se ponga fin al intervencionismo no consentido por las N.U. y los pueblos victimas de ello. Que no haya complicidad con los invasores. El dialogo y el respeto de los derechos son el verdadero camino entre pueblos civilizados y cristianos.

Que esta declaración se haga de forma oficial tanto por el Ángelus del medio día que por un escrito difundido a todos les cristianos y, de une matera muy especial, a los gobiernos cristianos  de Estados Unidos y de Colombia.

Me permito recordar aquí las palabras recientes del Secretario general del Estado Vaticano, Pietro Parolin.

“Los errores y escándalos no deben ser cubiertos, sino reconocidos y corregidos o castigados, tanto en el campo económico como en otros. Somos muy conscientes de que el intento de ocultar la verdad no conduce a la curación del mal, sino a aumentarlo y empeorarlo”

Se trata de una declaración fuerte que puede cambiar muchas cosas en cuanto a los compromisos políticos del Vaticano en relación con América latina. Los cristianos deben saber la verdad sobre lo que se dice de un cierto Pacto, firmado en 2014, entre el papa Francisco y el presidente Obama. Los hechos que siguieron van por el lado de una complicidad entre los dos Estados, la cual puede explicar el comportamiento de los episcopados y del Vaticano en lo relacionado al golpe de Estado en Bolivia, a las sanctionnes y amenaza de invasion en Venezuela, a las amenazas de cambio de regimen politico en Nicaragua..  Fuera importante que el Secretario general del Estado Vaticano, Pietro Parolin, aclare la naturaleza de ese pacto, si pacto hubo.

Oscar Fortín 

NOTA: Dedico este articulo al padre Numa Molina, declarado positivo al coronavirus Covid-19. Se encuentra en tratamiento con la esperanza de vencer ese virus. Su lucha social y politisa es la misma que promovimos para que se respete las leyes internacionales y que los pueblos tengan la libertad de decidir de sus destinos.

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