Iniciamos con éste la publicación de una serie de artículos que aparecerán en días alternos relacionados con el tema general "creacionismo-evolucionismo" que, suponemos, aportarán más claridad conceptual a quien tenga abierta la mente a la verdad. Don Manuel Barreda, como profesional de la medicina, lleva años estudiando, publicando y dando conferencias relacionadas con este asunto. El carácter esquemático de su exposición no es óbice para entender con claridad los puntos neurálgicos del tema.

Por MANUEL BARREDA

¿Qué es el creacionismo?

- El creacionismo CLÁSICO era:
(a) un asunto de fe, una creencia religiosa sustentada en relatos míticos como el del Génesis; también

(b )una convicción racional, hasta hace pocos siglos compatible con los datos (entonces) disponibles.

- El creacionismo CONTEMPORÁNEO, al que le es básicamente aplicable lo anterior, se ha revestido de un lenguaje y contenido científicos, permitiéndonos someter a prueba sus afirmaciones.

Concretamente el CREACIONISMO ACTUAL , se argumenta mediante:

1) La (supuesta) falta de argumentos evolucionistas (que adolecería de apoyo casuístico y empírico).
2) La (supuesta) inconstancia o falta de gradualidad del registro fósil: (a)La ausencia de eslabones intermedios entre especies y entre taxones mayores; (b) La falta de pruebas a favor de la evolución como hecho.

3) Las (supuestas) pruebas de la creación
• Aparición, repentina y sin precursores conocidos, de especies y taxones mayores.
• El diseño inteligente (DI), que a su vez se ampara en:
a) El principio antrópico (PA);
b) la (presunta) existencia de complejidades irreductibles (CI).

4) La existencia de un relato coherente con los hallazgos: El del Génesis bíblico, cuya veracidad se habría visto suficientemente confirmada, a diferencia de las teorizaciones científicas (éstas falsadas).


Los CREACIONISTAS afirman que:

1) El principio antrópico, en sus dos vertientes cósmica y planetaria, es una prueba racional y basada en datos de la existencia de Dios o una inteligencia creadora. El Universo está finamente regulado, lo que exige postular la existencia de Dios, entendiendo por éste a un creador sobrenatural, personal e inteligente.

2) No hay prueba alguna de evolución.
–-- No hay eslabones intermedios en el registro fósil.
• Las especies aparecen hechas y acabadas. No varían, no cambian hacia otras nuevas, ni surgen gradualmente de otras precursoras. Nada hay que apoye una evolución gradual. El registro fósil apunta a creación súbita.
• No existe un solo caso de especie actual cuyos ancestros se hallen bien documentados (esto es válido para especies como la ballena, el caballo; para taxones mayores, como los reptiles; y para reinos, como las plantas). Todas las variedades actuales son inmutables (salvo cambios menores intraespecíficos).

–-- No tenemos conocimiento de cómo apareció la célula eucariota o la pluricelularidad.

–--No existe un solo árbol filogénico elaborado desde hallazgos científicos ciertos. Todos reflejan, sin excepción, ideaciones mentales sin apoyo en datos. Se pretende que el modelo inventado case con los prejuicios del dogma evolutivo.

3) Hubo creación (uno o varios actos o etapas de creación).

–-Dos esenciales: vida bacteriana y algas unicelulares en un primer tiempo; vida pluricelular en un 2º (en el Cámbrico), ambos acordes con lo explicitado en el Génesis. Sin perjuicio de que se introduzcan intervenciones puntuales de Dios, a fin de dirigir el proceso de despliegue de la vida o introducir, en su apoteosis, al hombre.

–--El Génesis contendría la verdad: la única descripción no falsada.

--–Incluso refrendarían lo dicho diversos textos, incluso evolucionistas.

• Varios autores habrían reconocido (bien en despistes delatores extraíbles de su obra; bien en confesiones sinceras) que no hay base para su propio enfoque.

• El movimiento creacionista contaría con un número significativo de científicos y su número estaría creciendo... Existiría cierto hartazgo del sectarismo evolucionista (¿de qué otro modo definir la militancia, contra toda evidencia científica, en tal facción?). No obstante, aún son mayoría los evolucionistas, por razones difíciles de explicar: necedad, dogmatismo, prejuicio...