Desde el punto de vista de Dios - 1

Los hombres "ven" a Dios desde el fondo del valle. ¿Por qué no subir al Sinaí y ver lo que realmente piensa Dios, lo que pensaba Dios en el inicio de los tiempos?

Dejemos aparte “eso” de la evolución, que es un dardo envenenado y letal que Darwin asestó a las creencias fundadas en el Génesis y acudamos a las más “ciertas” enseñanzas del Antiguo Testamento.

Pregunta primera que se responde con un categórico “sí”. ¿Dios creó al hombre racional? De ello deduzco que si es así, porque así es, lógicamente no podrá Dios castigarme por usar la razón.

Poco sentido debieran tener proyectos, programas, propuestas, campañas, elecciones y también peleas, banderías y controversias acerca de por qué nombraron a este obispo y no al otro, en que la burocrática Iglesia se debate, frente a cuestiones fundamentales como las que asaltan a cualquier inteligencia que piense. Sí, es cierto que vista la realidad eclesial, todas estas quisicosas son las que sostienen a “su” Dios porque con ellas se sostiene la Iglesia. Pero ahora nos debatimos en el meollo de la creencia.

“Sananselmo” descubrió la existencia de Dios partiendo del pensamiento –hoy día se pretende lo mismo por la vía del “vitalismo”- pero no se dio cuenta de que un Dios “pensado” es un Dios destruido. Lo dijo el piadoso Kant, no yo.

Dejemos esto y tomemos otra perspectiva también racional: hay algo que no se suele tener en cuenta o que rara vez se presenta, al tratar el "asunto Dios", mirar las cosas bajo su punto de vista, ponernos en el lugar de Dios, situarnos en el segundo anterior a la creación, pensar en lo que pudo pensar Dios.

Bajo tal perspectiva es imposible concebir "eternidad", "omnipotencia" y “bondad” en Dios:

1º creando algo en un momento determinado,

2º creando lo que creó y

3º derivando esa creación en lo que es.

Comencemos por lo “obvio”, la eternidad. Si Dios es eterno, ¿dónde ponemos ese momento temporal de la creación? Respuesta: repugna a la inteligencia la introducción de la temporalidad dentro la eternidad.

¿Qué es más creíble, pensar que nuestra inteligencia no puede entender, todavía, determinadas cosas, en este caso el inicio del Universo o admitir la idea de un Dios eterno que introduce un elemento de temporalidad en su propia esencia?

Por otra parte, repugna que un Dios omnipotente y "omnitodo" sintiera “el placer” o la "necesidad" de crear un mundo: ¿Para qué necesitaba crear ese mundo? ¿Para su glorificación?

¿Necesita Dios ser glorificado? Y en ese caso ¿no tenía ya toda una corte y cohorte de ángeles conformados en ¡nueve! clases diferentes para atender a su enaltecimiento? ¿Qué le añadía dicha creación? ¿Lo hizo por vanidad? ¿Para mostrar su omnipotencia? Y dijo Dios: "Voy a crear una serie de animalillos que, después de evolucionados, me alaben y glorifiquen, pero a la vez se peleen unos contra otros tratando de imponer sus propias ideas de lo que yo soy: así me lo paso bien", ésa es la impresión que se deduce del "minuto anterior a la creación".

¿Lo hizo para mostrar su omnipotencia? Pero, omnipotencia ¿ante quién si no había nadie con o contra él? ¿No imaginaba que dichos hombres le iban a dar la espalda?

Más todavía: ¿no imaginaba que el conjunto de dichos hombres, la humanidad, –hasta donde sabemos— pasaría una gran parte de su existencia evolutiva sin conocerle? Me explico: si el hombre tiene una existencia terrestre como animal racional de cien mil años –y dependiendo de qué se considere humano otros llegan a los ochocientos mil--, ¿cómo es posible pensar que Dios dejara de "ser alabado como tal" por lo menos durante noventa mil años? ¿Tantos años sin saber nada de Jesucristo salvador? Inconcebible si pensamos en Dios.

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