"Claves en la asistencia sanitaria, nadie se acordó de ellos durante la pandemia" Farmacéuticos: Una vocación de servicio

Farmacia
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"Los profesionales de farmacia, los boticarios, son unos agentes sanitarios claves en la asistencia sanitaria, ya que, siempre en primera línea y con una clara vocación de servicio"

"En los momentos más duros de la pandemia, cuando los ciudadanos cada noche aplaudían a los profesionales de la sanidad, pocos de nosotros pensábamos en los boticarios"

"En pocos días, ha habido dos importantes acontecimientos relacionados con los boticarios. Hace un mes, el 22 y 23 de octubre, en el monasterio de Vallbona de les Monges, se celebraron las XV Jornadas de Historia de la Farmacia"

"La otra noticia es que el próximo lunes 22, la Real Academia de Farmacia de Cataluña acogerá como nuevo académico, al amigo Joan Muntané Bartra, doctor en Farmacia y en Ciencias Biológicas"

"A pesar de que a menudo son olvidados, estos profesionales 'trabajan duro para ayudar a los enfermos a salir de la enfermedad', como decía el papa Francisco. El ejemplo lo encontramos en las boticas que, hace siglos, tenían los monjes"

Los profesionales de farmacia, los boticarios, son unos agentes sanitarios claves en la asistencia sanitaria, ya que, siempre en primera línea y con una clara vocación de servicio, atienden a los pacientes en largas jornadas de trabajo. Y es que, mientras que los centros de salud, durante la pandemia, visitaban a los enfermos telemáticamente, las farmacias siempre han estado abiertas, atendiendo de una manera presencial a los ciudadanos que necesitaban un medicamento o un consejo de estos excelentes profesionales de la salud.

En los momentos más duros de la pandemia, cuando los ciudadanos cada noche aplaudían a los profesionales de la sanidad, pocos de nosotros pensábamos en los boticarios. También el papa Francisco se olvidó de los farmacéuticos cuando elogió el trabajo abnegado de los sanitarios. Por eso el 16 de abril de 2020, el papa Francisco dijo: “Estos días me han “reñido”, porque me he olvidado de agradecer a un grupo de personas que también trabajan”. Y es que al papa le dijeron: “Te has olvidado de los farmacéuticos”, porque unos días antes, Francisco había agradecido el trabajo incansable de los médicos y de las enfermeras. “Pero me olvidé de los farmacéuticos”, decía el papa. “Ellos también trabajan duro para ayudar a los enfermos a salir de la enfermedad”. Y el papa acabó diciendo: “También oramos por ellos”.

En pocos días de diferencia ha habido dos importantes acontecimientos relacionados con los boticarios. Hace un mes, el 22 y 23 de octubre, en el monasterio de Vallbona de les Monges, se celebraron las XV Jornadas de Historia de la Farmacia, que trataron sobre la “Historia y patrimonio de las antiguas farmacias monásticas, conventuales y hospitalarias”.

En estas jornadas, con la presidencia de honor de la abadesa de Vallbona, Anna Maria Camprubí, hubo tres interesantes conferencias relacionadas con el servicio de las farmacias de los monasterios y conventos.

La primera de ellas, “Las farmacias monásticas y conventuales”, estuvo a cargo de Miquel Ylla-Català, presidente de la Real Academia de Farmacia de Cataluña. El Sr. Ylla-Català disertó sobre el papel de las farmacias monásticas, unas entidades que “formaban parte del servicio que se daba al peregrino que se acercaba a los monasterios”. Por eso el Sr. Ylla-Català destacó la importante “contribución de estas farmacias monásticas en la salud de los ciudadanos”.

La segunda conferencia, “Los capuchinos y el cultivo de las hierbas medicinales”, estuvo a cargo de fray Valentí Serra de Manresa, que destacó “la contribución de los capuchinos de la Cataluña de los siglos XVIII y XIX en el cultivo de las plantas medicinales”.

Conferencia de fra Valentí Serra
Conferencia de fra Valentí Serra

La tercera de las conferencies de estas jornadas, “La cerámica farmacéutica en las boticas”, estuvo a cargo de Josep Mª Rovira.

Entre las numerosas comunicaciones científicas de estas jornadas, todas ellas interesantes, hubo una que llevaba por título, “La farmacia del monasterio de Montserrat a través de dos monjes del monasterio”, presentada por el P. Ignasi M Fossas, monje de Montserrat y médico y M. Rosa Buhigas, presidenta de la Societat Catalana de Història de la Farmàcia.

En el cenobio de Montserrat, como dice esta comunicación, “había de existir un servicio médico-sanitario adecuado, para acoger a los peregrinos y también para atender a los monjes, ermitaños y servidores del monasterio”. Este trabajo estudia “la presencia en el monasterio de Montserrat de una farmacia, anterior a su desaparición el 1812, en base a las obras de dos monjes”. Una de estas obras es la “Theorica i Practica de Boticarios. Antonio Castell (1592)”, y la otra, el “Tratado de Remedios (Manuscrito 829), Francisco Balfagón. 1711”.

Cabe recordar que, como pide la Regla de San Benito, a lo largo de la historia los monasterios acogían (y continuamos haciéndolo también hoy), a los huéspedes y a los peregrinos, que en más de una ocasión, después de un largo camino, llegaban al cenobio cansados o con heridas y que los monjes cuidaban y curaban con los remedios que tenían en la botica.

Botica del monaserio de Silos
Botica del monaserio de Silos

También llegaban al monasterio los pobres y los enfermos, que, como pide San Benito, han de ser acogidos como a Cristo. Y por eso era tan importante la presencia del monje enfermero, al cual San Benito, en su Regla, le dedica el capítulo 36. El padre de monjes pide que se cuide a “los enfermos, de tal manera que sean servidos como si fuesen Cristo” (RB, 36:1). Y por eso San Benito quiere que haya un enfermero, “un servidor temeroso de Dios”, que ha de ser “diligente y solícito” (RB 36:7) para poder cuidar a los enfermos.

La otra noticia relacionada con los boticarios, es que el próximo lunes 22, la Real Academia de Farmacia de Cataluña acogerá como nuevo académico, al amigo Joan Muntané Bartra, doctor en Farmacia y en Ciencias Biológicas, Premio Joan Amades 1992, de la Generalitat y Premio de investigación Josep Egozcue 2021. El discurso de ingreso como académico correspondiente del Dr. Muntané, farmacéutico de Puigcerdà, lleva por título: “Las cuatro estaciones del mundo agrícola tradicional de Cerdanya. Entre la etnobotánica, la antropología y la literatura”.

En este discurso, el amigo Joan Muntané hablará de los siguientes temas:

-La casa como unidad familiar

-La gastronomía a lo largo del día y de las fechas señaladas

-El invierno con días cortos y noches largas desde Todos Santos

-La primavera, cuando la naturaleza se vuelve a despertar y la Pascua

-El verano y el sol que quema y que requema prados y sembrados y marca el fin y la Virgen de Agosto

-El otoño, la recolección de los frutos, tiempo de ferias, cuando el ganado baja de la montaña

El farmacéutico Joan Muntané
El farmacéutico Joan Muntané

El amigo Joan Muntané también recoge en su discurso el santoral, vinculado especialmente al mundo agrícola, las rondallas, creencias populares y juegos de los niños, así como las plantas medicinales. Otro punto de su discurso será la medida del tiempo: las sombras, los relojes de sol, los campanarios, las granizadas y los temporales.

En su discurso, Joan Muntané quiere agradecer a los labradores, pastores y vaqueros que le han explicado sus pequeños secretos, o lo que es lo mismo: la gran sabiduría.

Con este discurso, el boticario Joan Muntané quiere rendir homenaje al mundo agrícola tradicional, heredero de una cultura centenaria de la Edad Media, que nos transporta a la cuna de la Cataluña Carolingia.

Estas dos noticias nos muestran que las farmacias, (las de ahora y las monásticas de hace siglos), son centros dedicados a ayudar a los enfermos las 24 horas del día, con un calendario rotativo por lo que se refiere a las guardias. Por eso los farmacéuticos, con un trabajo ejemplar y totalmente vocacional, ofrecen un servicio público, y muy cercano, a la ciudadanía. Y es que desde el inicio de la pandemia (como han hecho siempre los botecarios), las farmacias han estado abiertas y al lado de los pacientes.

A pesar de que los farmacéuticos a menudo son olvidados, aunque están en la primera línea de servicio a la sociedad, estos profesionales “trabajan duro para ayudar a los enfermos a salir de la enfermedad”, como decía el papa Francisco. El ejemplo lo encontramos en las boticas que, hace siglos, tenían los monjes (ejemplos del buen samaritano) en las farmacias conventuales y monásticas y también en los farmacéuticos de nuestros tiempos, como el amigo Joan Muntané, boticario de vocación.

Farmacia del monasterio de Vallbona de les Monges
Farmacia del monasterio de Vallbona de les Monges

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