"Levántate del suelo, porque hemos sido hechos para el Cielo. Levántate de las penas para mirar hacia arriba. Levántate para estar frente a la vida, no sentado en el sofá. Levantarse para decir «¡Aquí estoy!» al Señor, que cree en nosotros"
"Para Dios no eres un perfil digital, sino un hijo, que tienes un Padre en el cielo y que, por tanto, eres hijo del cielo"
"Hoy vivimos de emociones rápidas, de sensaciones momentáneas, de instintos que duran instantes. Pero así no se llega lejos", explicó el Papa, poniendo como ejemplo "los grandes logros" alcanzados por deportistas, artisas o científicos, que "no se alcanzan de golpe"
"No nos dejemos paralizar por la melancolía, tendamos la mano a los demás. Escapemos de nuestro «por qué» preguntándonos «para quién»: ¿para quién puedo hacer algo? ¿Para quién puedo donar mi tiempo?"
"Joven que quieres tomar las riendas de tu vida, ¡levántate! Abre tu corazón a Dios, dale gracias, abraza la belleza que eres; enamórate de tu vida. Y después, ¡ve! Sal, camina con los demás, busca a los solitarios, colorea el mundo con tu creatividad, pinta las calles de la vida con el Evangelio. Levántate y vete"