El obispo de la diócesis más indígena y extensa de Brasil, acogido con gran alegría Vanthuy: “Conocer las comunidades es la primera misión que la Iglesia me confía”

Misa en la comunidad indígena
Misa en la comunidad indígena

Poder caminar en sinodalidad, hacer cosas juntos, el obispo no puede hacer nada solo

Jesús lo hará a su manera, "porque si me ha llamado a caminar con él, lo hará a su manera"

“Viene a servir a este pueblo por entero", como "alguien que viene con amor por nuestros pueblos indígenas, por la gente de esta tierra, alguien que viene a dar continuidad a lo que está en el corazón del Papa Francisco, que ha convocado un Sínodo para la Amazonía y quiere que la Iglesia se encarne dentro de la realidad en la que está nuestro pueblo”

"Primero, aquí hay que tener paciencia, segundo, mucha paciencia, tercero, no perder nunca la paciencia"

Conocer las comunidades de la diócesis de São Gabriel da Cachoeira es uno de los deseos de su nuevo obispo, Mons. Raimundo Vanthuy Neto, algo que por otra parte considera la primera misión que la Iglesia le confía. Son comunidades en las que acoger y compartir es algo que forma parte de su ADN, algo que llevan en la sangre, una herencia inmemorial de sus antepasados.

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El obispo no puede hacer nada solo

Un deseo de conocer a las comunidades y a quienes viven en ellas que tiene un objetivo, que no es otro que poder llevarlos en el corazón, un corazón que el obispo dice ser pequeño, pero que tiende a crecer. Junto con ello, poder caminar en sinodalidad, hacer cosas juntos, insistiendo en que el obispo no puede hacer nada solo.

Para ello, Mons. Vanthuy muestra una gran confianza en el Señor, pues considera que la presencia de Jesús es garantía de que las cosas se hacen bien, de que las cosas salen bien, de que se nos da lo que necesitamos. "Su presencia indica que nos hace descubrir lo que es realmente necesario para nuestra vida", destacó el obispo de la diócesis más indígena y extensa de Brasil. Una iglesia particular pobre, donde confiar en la providencia, es algo fundamental. Un hacer carne las palabras de Santa Teresa de Jesús, como él mismo citó: "Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta", y así asumir que "con Jesús, estamos libres de grandes preocupaciones".

Dom Vanthuy Ilha Duraka

Frente a la tentación de querer decirle a Dios lo que es bueno para nosotros, una actitud presente en la vida de la gente cuando las cosas no son como esperamos, el obispo dijo "ponerse totalmente en las manos de Dios", asumiendo que, en su nueva diócesis, Jesús lo hará a su manera, "porque si me ha llamado a caminar con él, lo hará a su manera".

Viene a servir a este pueblo por entero

De la visita también participaron sus familiares y amigos y los obispos de la diócesis de Roraima, donde hasta vivió su ministerio presbiteral el nuevo obispo, y el ahora obispo emérito de São Gabriel da Cachoeira, Mons. Edson Damian. El obispo de Roraima destacó que el nuevo obispo “viene a servir a este pueblo por entero", como "alguien que viene con amor por nuestros pueblos indígenas, por la gente de esta tierra, alguien que viene a dar continuidad a lo que está en el corazón del Papa Francisco, que ha convocado un Sínodo para la Amazonía y quiere que la Iglesia se encarne dentro de la realidad en la que está nuestro pueblo, para que pueda ayudar a esta gente a descubrir cada vez más a Jesucristo, a caminar a la luz del Evangelio y a escuchar las llamadas." Eso porque la Iglesia es católica y piensa en el bien de la evangelización en todo el mundo, queriendo siempre formar comunión.

Decoração indígena

Nunca perder la paciencia

Por su parte, Mons. Edson Damian, recordó a su sucesor el consejo que recibió de su predecesor, Mons. José Song: "primero, aquí hay que tener paciencia, segundo, mucha paciencia, tercero, no perder nunca la paciencia", algo que dijo haber experimentado desde que llegó en sus viajes por los ríos de la diócesis. En una diócesis pobre, el obsipo emérito subrayó que nunca falta de nada, "aquí he aprendido a vivir con lo estrictamente necesario, los indígenas nos enseñan a vivir en la sobriedad, con pocas cosas. Cuando se comparte, no hay carencia para nadie". Insistió en que "aprendemos a vivir con sencillez, con pobreza, y aprendemos con el testimonio de la fe".

Los indígenas que creen en Dios, como testimonió el catequista de la comunidad, van aprendiendo poco a poco el contenido de la religión y la espiritualidad, "conociendo la verdad, el amor de nuestra comunidad", insistiendo en que "la comunidad para nosotros viene de Dios". Don Hermelindo pidió "abrir el corazón para que desde nuestra fe creamos de verdad", para permanecer firmes en la fe, "porque fuimos bautizados en Cristo". Destacó el hecho de ser indígenas y el sentimiento de serlo en su comunidad, pidiendo abrir el corazón a Dios, insistiendo en que "lo que Mons. Vanthuy nos va a traer es amor, no dinero, para vivir como hermanos en nuestra comunidad".

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