Comentario al Evangelio de la Conmemoración de los Fieles Difuntos Ojea: “Los cristianos somos una caravana de esperanza”
“Caminamos juntos como pueblo de Dios, somos peregrinos. Por eso no olvidamos a nuestros queridos difuntos, porque ellos han marcado nuestra vida”
“Si hemos vivido verdaderamente bien en comunión unidos a este santo pueblo fiel de Dios, vamos a reencontrarnos”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
En la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el obispo emérito de San Isidro, Mons. Oscar Ojea, inició su reflexión afirmando que “nuestra vida transcurre entre dos partos y entre dos partidas”. En palabras del obispo argentino, “la misma palabra castellana parto, partir indica dos realidades: una es cortar, partir, cortar, se corta el cordón umbilical. Y otra es parto en el sentido de salida, de partida, de comenzar algo nuevo. Nuestros dos partos son el nacimiento y la muerte. Cuando nacemos, cortamos una vida cómoda en el vientre de mamá y somos arrojados a la existencia, solitos, comenzando un camino nuevo, una aventura nueva que es la vida”.
La fe nos da el sentido de la vida
Continuando con su reflexión, el obispo señalo que “en el segundo parto, que es la muerte, nos cuesta cortar con este mundo, con la figura de este mundo, pero nacemos, salimos, partimos a una vida nueva”. Ojea recordó las palabras de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”. Para el obispo emérito de San Isidro: “la fe nos da el sentido de la vida. Vamos a partir, pero vamos a partir después de haber caminado juntos. Caminamos juntos como pueblo de Dios, somos peregrinos. Por eso no olvidamos a nuestros queridos difuntos, porque ellos han marcado nuestra vida”.
“Los cristianos no olvidamos nuestras raíces, las personas que han dejado una marca importante en nuestro corazón, personas de las que hemos aprendido tanto, personas de las de a partir de las cuales hemos recibido la fe y tantas enseñanzas. No abandonamos las raíces”, dijo Ojea. Por eso, continuó el obispo, “en este día en que encomendamos a los difuntos, recordamos los cristianos que somos una caravana de esperanza. Vamos caminando, y hay trechos del camino que vamos compartiendo más con algunos hermanos y con otros, y algunos parten antes que nosotros. Pero nuestra meta es el abrazo definitivo en la patria del cielo. Vamos a reencontrarnos con los seres queridos. Esto nos lo asegura la resurrección de Jesús”.
Partir es entrar en el gozo del Señor
Citó las palabras del capítulo 25 de Mateo: "Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor". Algo que Jesús hace, en palabras de Ojea, “hablando de aquel que ha cumplido, que ha sido fiel: entra en la alegría de Dios. Dios es alegría, partir es entrar en el gozo del Señor”. En ese sentido, “si hemos vivido verdaderamente bien en comunión unidos a este santo pueblo fiel de Dios, vamos a reencontrarnos”, afirmó. Para él, “la resurrección de Cristo, el primero de los resucitados, afirma el sentido de nuestra vida. Hemos nacido para vivir siempre. Hemos nacido para la eternidad y hemos nacido para vivir cada día más felices. En esta vida en la tierra, vamos creando las condiciones, vamos haciendo cielo en la tierra para que el cielo que encontremos sea verdaderamente pleno y definitivo”.
Finalmente, el obispo argentino pidió “que el Señor nos conceda la alegría del reencuentro, abrazados por él, en la casa del Padre, donde ya no habrá más pena, ni llanto, ni queja, ni dolor”.