Un grano de mostaza

Mostaza
El grano de mostaza es esta pequeña semilla que se emplea para condimentar los alimentos. Cuando se siembra un grano de mostaza, éste crece y se hace un árbol frondoso donde pueden cobijarse los pájaros. Jesús empleó el ejemplo de esta semilla en dos ocasiones: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza dirías a este monte échate al mar y lo haría”. O también: “El Reino de Dios se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto, crece, se hace arbusto y los pájaros anidan en sus ramas”.

Esta pequeña semilla es un ejemplo de lo que nosotros podemos hacer. Ante todo no despreciar nunca los pequeños servicios que podemos prestar o los que los demás nos prestan a nosotros. No digamos nunca que no merecen la pena: Una sonrisa, un escuchar con atención al otro, una palabra amable o de ánimo al que está decaído son de gran ayuda. Es como el pequeño grano de mostaza que se desarrolla y en el que se pueden cobijar los que se acercan a nosotros.

Tener fe como un grano de mostaza puede mover montañas, es esperar contra toda esperanza: Dios está ahí. Y como el grano de mostaza que da sabor a las comidas, nuestro modo de obrar puede dar sentido a los que se codean con nosotros.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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