ante los desastres que vemos ¿Son ignorantes nuestros políticos?

Reflexiones sobres la trayectorias de Ucrania y Gaza; sobre las migraciones y la democracia actual, y sobre la aparición universa de las extremas derechas

Y recomendación de un libro imprescindible de 4 sociólogos: "¿Qué falla en la democracia?"

Una gran pregunta que deja nuestra hora histórica a los historiadores futuros es esta: aquellos políticos ¿eran tontos? ¿O eran unos esclavos ignorantes que se creían libres? Tontos e ignorantes no pueden serlo: han llegado hasta ahí, tiene su formación etc.  No obstante veamos cómo actúan:

1. Ucrania: La gente de la calle vio en seguida que Ucrania no podía ganar esta guerra, aunque solo fuera porque son 143 millones de habitantes contra 40 millones. Los malos pronósticos eran rechazados como cuando Casandra pronosticaba la derrota de Troya, mientras los políticos nos llenaban de falsas seguridades. El gran argumento era que Putin es un criminal; pero cuando un criminal tiene parte de razón aún se vuelve más cruel. Y esa parte Putin la tiene.

Ahora, poco a poco van diciéndonos que nos preparemos para una guerra larga; que a lo mejor han de ir allí soldados europeos, mientras Ucrania está tratando de detener a muchos hombres de cierta edad que escapan para no ser llamados a filas. Nuestros “castigos” casi no han dañado a Rusia (le han abierto nuevos mercados en el Este) y nos han dañado a nosotros. Lo que se ha gastado en armas serviría para acabar con el hambre en el mundo, esa hambre que nunca podemos extinguir. Vamos dando pequeños pasos en dirección a la catástrofe. Y los políticos parecen ignorar algo tan elemental como que una derrota de Rusia significaría la entrada en escena de armamento nuclear.

   Y sin embargo la solución existía: bastaba con que la OTAN hubiese cumplido su palabra de no extenderse hacia el Este, dejando a Rusia como cuando J. Kennedy se enteró de que había misiles rusos en Cuba…

2.Gaza: ¿Se puede ser tan ciego, tan insensible y tan duro de corazón como para seguir llamando “derecho a defenderse” al pequeño holocausto palestino? Los estudiantes de EEUU ven más lucidamente que sus políticos. Por eso hay que hacerles callar como sea. Hubo un filósofo ingenuamente optimista que decía que hay en la naturaleza “una ley de armonía preestablecida”. Si la hubiese, sucedería que cuando muere en Gaza un niño o una mujer, automáticamente muere también un niño o la esposa de un político occidental. Y no habríamos llegado a 9000 niños muertos en Palestina.

3. Sánchez. Después de sus “ejercicios espirituales” vuelve con más fuerza para defender la democracia. ¿Aún no se ha enterado que es precisamente la democracia lo que está en crisis? Hermano Sánchez: le recomiendo muchísimo un libro titulado ¿Qué falla en la democracia? (de 4 sociólogos famosos: Klaus Dörre, Nancy Fraser, Stephen Lessenich y Harmut Rosa). Lo mejor y más valioso que aún queda en nuestras pseudodemocracias es la libertad de expresión, información y crítica. Y eso mismo ya se va evaporando con la aparición de las redes sociales, las fakenews, calumnias y demás, que tienen más audiencia entre el público ya desconfiado y crédulo hoy.

4.- Migraciones: Hacemos leyes y planes para controlarlas, pero no lo único que tendríamos que hacer: una especie de “plan Marshall” para África y demás, que podría haberse financiado con todos los millones inútilmente gastado con Ucrania. Pero si vamos nosotros a pescar a lo grande en las costas de Senegal y compramos sus tierras para cultivos comerciales nuestros, nadie podrá impedir que la gente emigre. Aparte de que los inmigrantes se han vuelto necesarios por nuestra falta de población joven ¿Quién está cuidando hoy a la mayoría de nuestros ancianos?

5.Extremas derechas. Mucho miedo en Francia porque puede ganar Le Pen y miedo en EEUU porque va a ganar Trump. Pero a esas derechas extremas no hemos sabido entenderlas: solo condenarlas. No hemos sabido ver que valen no por lo que dicen sino por lo que significan y que son una falsa respuesta a un problema verdadero: que nuestras democracias están sirviendo a otros intereses que no son ciudadanos: intereses de grupos económicos de presión. Así como una subida de la fiebre no trae la salud pero revela que estamos peor, la aparición universal de derechas extremas revela una enorme pérdida de prestigio y credibilidad de nuestras democracias. Se van pareciendo a aquella “democracia orgánica” de Franco, que permitía algunas pequeñas libertades con tal que no tocasen al sistema. También hoy, el sistema económico permite algunas pequeñas libertades, pero porque no molestan a su dictadura brutal. Como ya dije otra vez, los “medios de manipulación”, aunque ellos no son creyentes, tienen mucho más interés en que las mujeres sean sacerdotisas que en que varones y mujeres cobren lo mismo: de esto no dicen nada aunque las diferencias son a veces del 20%...

La gravedad de esta crisis de la democracia es que no tiene soluciones a nivel nacional, ha de resolverse a nivel mundial y ello la hace mucho más difícil. Y nuestro sistema económico es como la droga: dígale usted a un drogadicto que la heroína acabará haciéndole mucho daño: le entrará por un oído y le saldrá por el otro. Y sin embargo, hablando ahora de mi pasado, dos veces me ha tocado dar la extremaunción a un chaval y a una chavala heroinómanos que no llegaban a los 30 años…

Todo bien difícil: por eso será bueno cerrar evocando la letra de una canción catalana: “quan pressentim veient la branca nua que malgrat tot l’ametller florirà, quan esperem al cor de la nit crua la nostra alegría ningú no ens la prendrà, la nostra alegría ningú no ens la prendrà”[1].

[1] Como sabemos, al ver ramas secas que, sin embargo las flores vendrán, cuando esperamos en la noche oscura, de nuestra alegría nadie nos privará…

Volver arriba