El arzobispo de Bamberg: "No somos revolucionarios. Queremos mejorar la Iglesia" Monseñor Ludwig Schick, sobre el proceso sinodal alemán: "No habrá un cisma, sino que emergerá una Iglesia reformada"

Los obispos alemanes
Los obispos alemanes

Junto a 230 delegados (69 de ellos, los miembros de la Conferencia Episcopal de Alemania), monseñor Schick ha hecho lo posible por crear "una buena base para la discusión", un clima de trabajo proactivo para arrancar un proceso que durará dos años y que reflexionará sobre el celibato sacerdotal, el clericalismo, la moral sexual o el papel de la mujer en la Iglesia

La Iglesia alemana ha iniciado la reflexión de un cambio, pero teniendo claro que "el Evangelio y la doctrina dogmática de la Iglesia son normas inmutables"

El arzobispo de Bamberg (Alemania), Ludwig Schick, ha ofrecido declaraciones a las agencias de prensa después de haber participado en la celebración del primer tramo del camino sinodal alemán, este fin de semana.

Junto a 230 delegados (69 de ellos, los miembros de la Conferencia Episcopal de Alemania), monseñor Schick ha hecho lo posible por crear "una buena base para la discusión", un clima de trabajo proactivo para arrancar un proceso que durará dos años y que reflexionará sobre el celibato sacerdotal, el clericalismo, la moral sexual o el papel de la mujer en la Iglesia.

"No somos revolucionarios. Queremos mejorar la Iglesia", ha explicado el prelado alemán, respondiendo a las críticas de carácter conservador que ha originado la celebración del sínodo alemán. "No habrá un cisma, sino que emergerá una Iglesia reformada", ha asegurado.

Arrancó el Sínodo alemán
Arrancó el Sínodo alemán

Por último, ha aclarado que celebrar el sínodo resultaba básico en un contexto de "crisis de la Iglesia 'ad intra et ad extra' (hacia dentro y hacia fuera)", marcado por el destape de escándalos de abuso sexual a menores por parte del clero (y sus tumbativas cifras). Por eso, ha apuntado, la Iglesia alemana ha iniciado la reflexión de un cambio, pero teniendo claro que "el Evangelio y la doctrina dogmática de la Iglesia son normas inmutables".

"No habrá un cisma, sino que emergerá una Iglesia reformada"

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