El presidente de los obispos europeos visita Lesbos: "Europa se ha olvidado de esta gente" "No podemos hablar de una Europa cristiana si no estamos dispuestos a acoger a los migrantes"

El presidente de los obispos europeos, Jean-Claude Hollerich
El presidente de los obispos europeos, Jean-Claude Hollerich

"Esta misión está pensada para dar una señal a Europa ante las elecciones europeas" del próximo 26 de mayo, cuenta Jean-Claude Hollerich

"No se podrá hablar de la cultura cristiana, de una Europa cristiana, a no ser que estemos dispuestos a acoger a la gente necesitada"

"Desde aquí la sensación es que Europa se ha olvidado de esta gente, y eso duele". El presidente de los obispos europeos, Jean-Claude Hollerich, se encuentra estos días en la isla griega de Lesbos, visitando con el limosnero del Papa Francisco, cardenal Konrad Krajewski, los campos de refugiados de Moria y Kara Tepe. Y el prelado luxemburgués está sufriendo por lo que encuentra en los migrantes allí. "Si queremos que haya una Europa cristiana, estamos llamados a ayudarlos", advierte Hollerich.

"Esta misión está pensada para dar una señal a Europa ante las elecciones europeas" del próximo 26 de mayo, cuenta Hollerich a la agencia SIR, a propósito del viaje en el que Krajewski ha llevado cien mil euros por parte del Papa para ayudar a los refugiados. "Para mostrar que los refugiados son personas reales, hombres, mujeres y niños con dolor", continúa el prelado, quien se revela "profundamente entristecido" por la "gente enferma", por la "gente sufriendo" que ha conocido en los campos.

"El gobierno griego hace mucho" para ayudar a esta gente "pero se le deja solo para gestionarlo todo", denuncia Hollerich. "No podemos pedir al gobierno griego que haga más", advierte. "Lo que hace falta es nuestra solidaridad".

"El Papa está aún en Lesbos. Su corazón está con la gente"

"En esta línea quiero decir que sería útil crear corredores humanitarios", continúa el arzobispo de Luxemburgo. "Sería importante que las varias diócesis, las Iglesias en Europa, asociaciones católicas, parroquias, organizaran -con la ayuda de la Comunidad de Sant'Egidio, que ya los apoya- corredores humanitarios para dar a estas personas una nueva oportunidad, ofrecer la felicidad y bienestar de los que disfrutamos en Europa", explica Hollerich, añadiendo que el gesto sería una señal de que Europa "se solidariza con los pobres, que cuidamos de ellos, que nos importan". 

Pero no valen ya las palabras bonitas, a juicio del prelado luxemburgués. Hay que pasar ya a la acción, dado que "ya no podemos hablar de una Europa cristiana si no estamos dispuestos a acoger a los migrantes y a los pobres".

"Las elecciones venideras mostrarán si somos o no cristianos, si Europa aún preserva un vestigio del cristianismo", apunta Hollerich, explicando lo que está en juego el próximo 26 de mayo. "No se podrá hablar de la cultura cristiana, de una Europa cristiana, a no ser que estemos dispuestos a acoger a la gente necesitada", sentencia.

Hollerich revela que piensa que es precisamente por esto que el Papa le ha enviado a Lesbos, como manera de advertir a los votantes del viejo continente antes de que sea demasiado tarde. Pero según el prelado, Francisco tiene un mensaje también para los refugiados en Lesbos, más allá de los recados políticos.

"Nos dijo que aseguráramos a la gente que el Papa está con ellos", cuenta el religioso. "El Papa está aún en Lesbos. Su corazón está con la gente".

Refugiados en el campo de Moria, Lesbos
Refugiados en el campo de Moria, Lesbos

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