Muestra al clérigo "mi apoyo y compasión en esta prueba que le afecta como pastor de almas" Sarah apoya al párroco tradicionalista francés detenido por saltarse las normas anticoronavirus
El sacerdote y el vicario de la iglesia de Saint-Eugène Saint-Cécile de París fueron detenidos la pasada semana tras la publicación de unas imágenes en las que se comprobaba cómo durante la Vigilia Pascual se incumplieron todas y cada una de las normas anti-coronavirus decretadas por las autoridades
Inasequible al desaliento, el cardenal Robert Sarah sigue sin querer jubilarse, y hundiéndose en todos los charcos que encuentra a su paso. El último ha sido un mensaje enviado por el ex prefecto para el Culto Divino al párroco y al vicario de la iglesia de Saint-Eugène Saint-Cécile de París, detenidos la pasada semana tras la publicación de unas imágenes en las que se comprobaba cómo durante la Vigilia Pascual se incumplieron todas y cada una de las normas anti-coronavirus decretadas por las autoridades.
El mensaje, leído este domingo durante la misa, Sarah quiso mostrar al párroco "mi apoyo y compasión en esta prueba que le afecta como párroco y, por tanto, como pastor de almas", al que le desea "valor y confianza inquebrantable en Dios".
"Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño", recuerda Sarah, dirigiéndose al cura detenido e investigado por saltarse la ley. Al tiempo, el purpurado ofrece "mi más ferviente oración" a los feligreses, a quienes visitó en marzo de 2015, comprobando "la acogida de una comunidad parroquial cuyo fervor me conmovió".

Mensaje del cardenal Robert Sarah
Estimado párroco,
"Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño" (Mt 26,31), dijo Jesús en la tarde del Jueves Santo, citando al profeta Zacarías: "Hiere al pastor y que se dispersen las ovejas" (13,7). Esta frase de la Sagrada Escritura me vino espontáneamente a la mente cuando leí los numerosos artículos y reportajes sobre la Vigilia Pascual de este año en la iglesia de Santa Eugenia-Santa Cecilia de París. Gabriel Grodziski, mi apoyo y compasión en esta prueba que le afecta como párroco, y por tanto como pastor de almas, y le pido que transmita a los feligreses de la Iglesia de Santa Eugenia-Santa Cecilia la seguridad de mi más ferviente oración, especialmente en el altar del Santo Sacrificio de la Misa. Recuerdo con alegría y agradecimiento mi exitosa visita en marzo de 2015, que me permitió apreciar la acogida de una comunidad parroquial cuyo fervor me conmovió.
Os bendigo a todos de corazón, encomendándoos a la Virgen Consoladora y a San José, Protector de la Iglesia Universal en este año dedicado a ella.
Deseándole valor y una confianza inquebrantable en Dios a la luz de la Pascua, que ahora celebramos con alegría, le ruego que crea en mis más cordiales sentimientos en Cristo resucitado, con la seguridad de mis oraciones por su ministerio sacerdotal en Santa Eugenia-Santa Cecilia.
Robert Card. Sarah