La COMECE y la votación sobre el aborto en la UE: “No es un apoyo real a la libertad de las mujeres”

(SIR).- "Una visión centrada exclusivamente en los derechos individuales corre el riesgo de comprometer una comprensión auténtica de la persona, que se ve así disminuida y ya no se reconoce en su unidad ni en su dimensión relacional y social. No creo que este enfoque represente un verdadero apoyo a la libertad y la responsabilidad de las mujeres". Con estas palabras, el arzobispo Mariano Crociata, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales Católicas de la Unión Europea (COMECE), comentó a SIR sobre la votación de ayer en el Parlamento Europeo, que adoptó una resolución para mejorar el acceso al aborto en Europa mediante un mecanismo voluntario de solidaridad financiera por 358 votos a favor, 202 en contra y 79 abstenciones.

“La decisión del Parlamento Europeo”, explica Crociata, “de apoyar una iniciativa ciudadana que promueve el acceso al aborto, incluyendo la provisión de instrumentos financieros para apoyar los servicios relacionados, independientemente de las diferentes normativas nacionales, pone claramente de manifiesto la orientación ideológica de las instituciones europeas sobre cuestiones fundamentales de la persona y la vida humana”.

“No creo”, añade el presidente de los obispos de la UE, “que este enfoque represente un apoyo real a la libertad y la responsabilidad de las mujeres. Con el debido respeto a cada individuo, sigo creyendo que es esencial afirmar el valor innegociable y la dignidad inherente de todo ser humano, desde su inicio en el útero, pasando por cada etapa y condición de su existencia, hasta su conclusión natural. Sigo convencido de que solo mediante un debate serio y un diálogo auténtico es posible desarrollar una conciencia compartida del valor del ser humano en su integridad, desde el principio hasta el final de la vida”.

Menos ideología y más ayudas

La víspera de esta votación, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) publicó una declaración en la que expresaba su “seria preocupación” por el objetivo general de esta iniciativa. “En el debate sobre el aborto”, escribieron los obispos en su declaración, “lo que se necesita no es una mayor división ideológica, sino políticas prudentes que verdaderamente protejan y apoyen a las mujeres, salvaguardando al mismo tiempo la vida humana no nacida»”.

La COMECE también expresó su profunda preocupación por “los posibles efectos que los repetidos intentos de eludir las competencias nacionales y el principio de subsidiariedad por razones ideológicas podrían tener en las sociedades europeas y en el proyecto europeo en su conjunto, especialmente en el actual contexto crítico y altamente polarizado”.