"Es un llamamiento fuerte y unánime a la paz, que debe construirse con gestos concretos de solidaridad y momentos de oración". Así reza el comunicado final del Consejo Episcopal Permanente de la CEI, reunido el 27 de mayo en Roma bajo la dirección del cardenal Matteo Zuppi.
Ante el "drama de la guerra, que une trágicamente a diferentes partes del mundo", y la violencia que "no parece cesar ni en Ucrania ni en Gaza", los obispos italianos han invocado un "alto el fuego inmediato", denunciando "el inaceptable tributo que están pagando pueblos enteros" y reiterando la necesidad de que "se garantice siempre el derecho internacional humanitario".
Consigue el libro despedida al papa Francisco
En línea con lo subrayado por el presidente en su introducción, el Consejo ha reiterado "la urgencia de un compromiso, propositivo y eficaz, por una paz que, como la definió el papa León XIV, sea 'desarmada y desarmante'".
Se trata de un compromiso que se inscribe en la línea del pontificado del querido Papa Francisco, "cuyas enseñanzas proféticas siguen siendo un faro para quienes tienen a corazón el presente y el futuro de la familia humana". El Consejo ha confirmado, por tanto, "la disponibilidad de la Iglesia en Italia para promover y apoyar todos los esfuerzos para que callen las armas, se liberen los rehenes y se encuentren soluciones políticas adecuadas para que todos los pueblos puedan vivir en seguridad".
