Atencia 3. TRANCES DE NUESTRA SEÑORA y3

Nido de poesía: Nicolás de la Carrera
26 may 2014 - 08:46
mvatencia311
mvatencia311

En la poesía de María Victoria Atencia, desde su primer poemario “Arte y parte” (Adonáis 1961), domina, en el tema religioso, la exaltación fervorosa. Así, escribe en “El monte”: “Señor: / Para verte más cerca necesitaba el monte. / Allí tu casa estaba tan natural...”; y prosigue más adelante: “Esperaba el invierno para decirte fuego; / en cambio en primavera te hablaba de tus plantas / como si yo tuviera, en crear, arte y parte”. Preguntada, en entrevista, qué autores han influido en su obra, responde: “De entre los españoles Manrique, San Juan de la Cruz, Góngora... Posteriormente Guillén, Aleixandre...” No podía faltar, entre los más valorados, el místico de Fontiveros. Ni el poeta del “Cántico de las criaturas”, de quien afirmaba: “Hay incluso quienes convierten en poesía cuanto tocan: San Francisco de Asís, por ejemplo.” Pero volvamos al santo avileño. En “Conversaciones y poemas”, nos confidencia María Victoria:

“Para mí, y creo que no solo para mí, es el mayor poeta en nuestra lengua. Nada me estremece más, aparte de “El cantar de los cantares” y, por supuesto, Shakespeare. Cuando nos quedamos hasta muy altas horas entre amigos, nos gusta leer, repartiéndonos sus voces, el “Cántico espiritual”; un poema que tiene además muy diversas “lecturas” y no me refiero solo al tono con que puede leerse. Guillén ya se ocupó de esto con todo detenimiento.”

bblanco15
bblanco15
etoile101
etoile101

Cerraremos por hoy el desfile de nueve poemitas de los 38 que figuran en la exquisita edición de 1997. La imagen que acompaña a los versos de "La mano" es un fragmento de un lienzo de El Greco, un prodigioso ballet de corazones relacionándose a través de las manos. A la izquierda, acaricia Santa Ana, la madre de María, la cabeza del niño, mientras en el otro lado es José quien mima un pie de Jesús.

Protagonista principal, un desnudo varoncito se aferra a la mano de la madre que le alimenta. María Victoria, en sus próximos versos, describe a la madre riendo y jugando con una mano chiquita del cachorrillo.

bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
santaanaconsafa1
santaanaconsafa1
bblanco
bblanco

LA MANO

Cuando tras aseada con las aguas lustrales,

por juego la acaricio y la entibio en mi pecho,

qué pequeña esta mano que encaro con la mía,

juego de amor y risas a la orilla del sueño:

su mano recental, que intenta levantarse

y que me desposee y colma al mismo tiempo.

bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
etoile101
etoile101

En "Portal", quien habla parece que es María Victoria que, por esta vez, se distancia en el tiempo y acerca la Navidad a su casa, en un belén sacramental de pastores en oración y figuras de barro y ternura por el salón de casa. Hasta el buey y la mula se ofrecen a calentar el corazón de una Victoria que se niega a renunciar a su fe primera, que demanda un soplo de calor, un vientecillo de esperanza...

bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
nacimenroj1
nacimenroj1
bblanco
bblanco

PORTAL

Algún año, en ajado encaje inglés que aviven

cimas de terciopelo carmesíes y un bosque

de acebo y de ciprés, al filo de la noche

y de la chimenea, estarán en sus barros,

orantes, los pastores, y María -encendido

su rubor por las velas- y su esposo y el Niño.

(Y una mula y un buey, con los ojos de endrina,

ofrecerán su vaho para encubrir mi yelo.)

bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
etoile101
etoile101
bblanco
bblanco

La mejor introducción que se me ocurre a "El viento" es el análisis del quehacer lírico de M. V. que desarrolla Santos Dominguez cuando nos habla de un ejercicio constante en la poetisa "de hondura meditativa, de delicadeza en la contemplación estética y de búsqueda de trascendencia y de fusión con una realidad más alta a través de la mirada sutil a la naturaleza o de la experiencia amorosa..."

bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
durero5
durero5
bblanco
bblanco

EL VIENTO

Se levantaba el viento perdido en los caminos

y me sentí morir sin cobijo de albergue,

ni siquiera sabía bajo cuántas estrellas.

En el momento propio de la fecha gloriosa,

para acallar su hambre le llevé hasta los labios

toda una vía láctea de esplendor y silencio.

bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
biblia341
biblia341
bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
sepacolorin
sepacolorin
bblanco
bblanco

MARÍA VICTORIA ATENCIA

Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana

bblanco3
bblanco3
enlaces8
enlaces8

0. Primera poeta española que gana el Reina Sofía

SAZÓN

PIEDAD RONDANINI

1. Trances de Nuestra Señora 1

NUESTRA SEÑORA ENCINTA

PLENITUD

LOS ANIMALES

2. Trances de Nuestra Señora 2

VICTORIA

LA LUZ

EL HUECO

3. Trances de Nuestra Señora y3

LA MANO

PORTAL

EL VIENTO

4. Letanías a la Virgen y Epitafio para una muchacha

LETANÍAS DE NTRA. SEÑORA EN LA NOCHE DE NAVID.

EPITAFIO PARA UNA MUCHACHA

5. Marta & María

SAN JUAN

LA MONEDA

MARTA Y MARÍA

6. Cuatro poemas con alma

LA BELLEZA

4 DE OCTUBRE

LA MARCHA

SUCESO

7. Tres poemas con niños

EL AMOR

EPITAFIO

POEMA PARA LOS DIEZ AÑOS DE UNA NIÑA

bblanco
bblanco
bblanco15
bblanco15
sepacolorin
sepacolorin
bblanco
bblanco

También te puede interesar

Lo último

stats