Ecos del 8 de marzo desde la Amazonía La mujer amazónica toma la palabra y alza su voz

La mujer amazónica toma la palabra y alza su voz
La mujer amazónica toma la palabra y alza su voz

"promover un trato digno y justo a las mujeres en la Iglesia no es una cuestión de sensibilidad feminista, sino de la búsqueda de una mejor respuesta a las exigencias del Evangelio"

"La Iglesia en la Amazonía quiere ampliar los espacios para una presencia eclesiástica femenina más incisiva"

El mismo 8 de marzo tuvo lugar un encuentro on line desde diversos puntos de la Amazonía en el que mujeres ligadas a la REPAM mantuvieron un diálogo sobre la situación de la mujer en aquel lugar del mundo. 

El encuentro estuvo dinamizado por la abogada Lily Calderón. 

Además de denunciar las dificultades que afronta la mujer, los signos de machismo que perviven en la sociedad, también reivindicaron el papel de la Iglesia para dar un cambio a todo esto. 

Todo esto quedó expresado en un documento: El Manifiesto de las mujeres amazónicas que reproduzco íntegramente a continuación:

Manifiesto de las mujeres amazónicas

En el Día Internacional de la Mujer, las mujeres de REPAM (Red Eclesiástica Panamazónica) y CEAMA (Conferencia Eclesiástica Amazónica) nos unimos en solidaridad con todas las mujeres del mundo para celebrar nuestros logros, reafirmar nuestro compromiso con la igualdad de género y la justicia social, inspiradas en el ejemplo de Jesús. de amor y misericordia. Y reflexionar sobre los desafíos que aún afrontamos, expresando nuestro dolor por nuestra Iglesia afónica, temerosa de abrazar y actualizar el Concilio Vaticano II, de responder al mensaje liberador de Aparecida, según la experiencia eclesiástica del Continente, temerosa de lo diferente que no reconoce, no valora y no resalta:  

Reconocer el compromiso de esta acción, que se materializa en la presencia, obras y servicio de las mujeres –congregaciones religiosas femeninas y grupos laicos- de la región Panamazónica en actividades pastorales, catequesis, pastoral social, misiones, voluntariado y capacitación.  

Que la presencia de mujeres sea significativa es imperativo. Que su ministerialidad, liderazgo y protagonismo sean ampliamente reconocidos. En nuestra Iglesia hoy queremos acceso a funciones y servicios eclesiásticos que “implican estabilidad, reconocimiento público y el mandato del obispo” (Qam, 103). Y no sólo pasivamente, sin voz ni voto en las estructuras de toma de decisiones eclesiásticas, como en los consejos parroquiales y diocesanos, sin reconocimiento del papel ministerial que Jesús reservó a las mujeres y sin acceso a la diaconía.  

Las mujeres siguen estando en desventaja, a pesar de su gran participación en la vida y el servicio pastoral. Las mujeres siguen viviendo en un contexto violento de machismo, autoritarismo, clericalismo, marginación, invisibilidad y exclusión, problemas que no permiten avanzar en la comunión y la sinodalidad.  

Recordamos fuertemente que promover un trato digno y justo a las mujeres en la Iglesia no es una cuestión de sensibilidad feminista, sino de la búsqueda de una mejor respuesta a las exigencias del Evangelio y del deseo sincero de contribuir para que nuestra Iglesia Madre responda a las necesidades concretas. necesidades de la sociedad y a sus requerimientos actuales.  

La asamblea continental y los procesos de escucha sinodal son un llamado a una reflexión más profunda sobre la plena participación de las mujeres en los diferentes órganos eclesiásticos, para aceptar la realidad de las fallas relacionales entre los diferentes sujetos eclesiásticos (especialmente entre hombres y mujeres), que son también fallas estructurales que afectan la vida de las mujeres y de toda la Iglesia.  

Por justicia y dignidad, exigimos un papel diferente en nuestra Iglesia hoy. Es una vieja exigencia que exige ir más allá de las meras afirmaciones de una Iglesia sinodal y en salida. Necesitamos que nuestra voz tenga fuerza vinculante y promueva la erradicación de todas las formas de autoritarismo, discriminación y exclusión de las mujeres en la Iglesia y la sociedad.  

Que nuestra Iglesia haga cambios en sus estructuras y procedimientos para crear espacios donde la dignidad bautismal común, la igualdad y la corresponsabilidad en la misión no sólo sean afirmadas, sino ejercidas y practicadas.  

Escuchar y poner en práctica lo que el Espíritu clama y llama en los diferentes procesos de discernimiento, porque ya hay claridad sobre los desafíos pastorales a afrontar, si queremos hablar de justicia, igualdad y respeto irrestricto a los derechos humanos de las mujeres en el mundo. vida de la Iglesia: erradicar la justificación de las jerarquías de poder de unos sobre otros y afrontar el clericalismo.  

Nos duele mucho que este sistema sexista, conservador y clericalista todavía exista, con pocas oportunidades para las mujeres en una Iglesia dominada por los hombres. Nos duele que en muchos espacios eclesiales exista una “teología patriarcal de subordinación, control y dominación de personas, grupos y comunidades en relación a valores como el estatus social, la raza, el género y la religión”.  

También nos duele el silencio ante la grave vulneración de los derechos de las mujeres, la discriminación de género, la violencia machista, la brecha salarial, la falta de representación de nuestras mujeres líderes, el aumento de los feminicidios, las amenazas, el acoso y los asesinatos de mujeres defensoras. de los derechos humanos y el medio ambiente. Frente a la explotación y el abuso moral y sexual, los riesgos sociales provocados por la implementación de grandes proyectos de infraestructura, la explotación de recursos naturales por parte de grupos económicos y políticos, el avance del narcotráfico y la falta de políticas básicas que garanticen los derechos inalienables de las mujeres. y sus territorios en la Amazonía, pedimos a las autoridades civiles un mayor compromiso en la defensa de la vida de las mujeres, gestoras de la vida de la humanidad.  

El Espíritu nos llama a la conversión, porque ha llegado el momento de tomar medidas concretas para renovar y reformar nuestros procedimientos y disposiciones institucionales y estructurales, a fin de permitir la participación plena y activa de las ministras en los procesos de gobernanza y de toma de decisiones, dándoles voz y voto en los órganos de decisión de la Iglesia.  

Por lo tanto, nos animan a pedir un cambio radical, que es esencial si queremos lograr la sinodalidad. La Iglesia en la Amazonía quiere ampliar los espacios para una presencia eclesiástica femenina más incisiva. ¡La II Asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad es una oportunidad más para que nadie quede excluido!  

Manaos-AM, 8 de marzo de 2024  

Centro Mujer y Amazonia  Centro de la Mujer CEAMA

Non solum sed etiam 

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Por otro lado y en la línea de visibilizar todo el trabajo de la mujer amazónica en Euskadi se está presentando una exposición de pintura bajo el título AMA  LUR  ZONIA que próximamente viajará hasta Suiza. (El título juega con la expresión en euskera AMA LUR (madre Tierra) y AMAZONIA).

Los estudiantes de la Escuela de Arte y Oficio de Vitoria-Gasteiz, España, junto con Mila Bretón, profesora del curso de retratos, han abrazado una propuesta innovadora: utilizar el arte como una herramienta de defensa de los derechos de la Amazonía y sus pueblos. Conscientes de la interconexión entre todos los seres humanos y la necesidad imperante de solidaridad, han emprendido un proyecto de gran impacto.

Durante el transcurso del año 2023, han trabajado en la creación de 40 retratos que representan a diversos pueblos indígenas que enfrentan situaciones dolorosas de avasallamiento. Entre estos pueblos se encuentran el Pueblo Warao (Ecuador), Pueblo Maraguá (Brasil), Pueblo Kichwa (Ecuador), Pueblo Tsimane (Bolivia), Pueblo Shawi (Perú), Pueblo Awajún (Perú) y Wampis (Perú). El objetivo de estos artistas es poner de manifiesto tanto el sufrimiento y rechazo ante las diversas formas de explotación, como la esperanza y vitalidad representadas en los retratos llenos de color.

Mila Bretón, en referencia a esta iniciativa, señala que:"Hay muchos que lo tienen todo y lo controlan todo. Somos muchos los que tenemos conciencia del respeto y la empatía, pero no es suficiente. Necesitamos más belleza en la vida. Estamos despojando a la naturaleza de su belleza, así como a los pueblos que luchan por sobrevivir sin causar daño a nadie.”

Los efectos devastadores del cambio climático son una evidencia tangible de que el paradigma tecnocrático, con su lógica de crecimiento infinito e ilimitado, está poniendo en peligro la vida en toda la PANAMZONIA y en el planeta en su conjunto. La naturaleza continúa siendo devorada y agredida a un ritmo alarmante. La explotación y aprovechamiento de los recursos naturales han llevado a la exclusión e, incluso, expulsión de las poblaciones tradicionales de sus territorios.

Este tipo de iniciativas nos recuerdan que todos tenemos un papel que desempeñar en la defensa de los derechos humanos y la preservación del medio ambiente. Cada acción, por pequeña que sea, suma y contribuye al cambio. Es por ello que esta exposición ha sido posible gracias al trabajo coordinado de REPAM, la Escuela de Arte y Oficio, MEDICUS MUNDI y ALBOAN.

Del 1 al 27 de marzo, los 40 retratos que representan a comunidades indígenas de Perú,

Bolivia, Brasil y Ecuador están siendo exhibidos en los espacios del Centro Cívico Aldabe de Vitoria-Gasteiz y posteriormente viajarán hasta Suiza. Esta exposición no solo busca sensibilizar a la comunidad local sobre la situación de los pueblos amazónicos, sino también inspirar acciones concretas en defensa de la justicia ambiental y los derechos humanos.

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