"¿Qué tendría que hacer el país para no ser solo objeto pasivo de la estrategia trumpista?" "Necesitamos audacia": La Estrategia de Seguridad Nacional 2025 de EE. UU. y su impacto en Guatemala

Donald Trump
Donald Trump

"El 5 de noviembre de 2025, la Administración Trump publicó su National Security Strategy 2025: ¿qué significa esta Estrategia para Guatemala?, ¿qué riesgos reales implica para nuestra frágil democracia?, ¿qué oportunidades pueden emerger si el país actúa con inteligencia estratégica?, ¿qué escenarios se avizoran si seguimos siendo un actor pasivo?"

Introducción

El 5 de noviembre de 2025, la Administración Trumppublicó suNational Security Strategy 2025. Se trata de un documento programático de apenas 33 páginas que redefine de manera explícita la política exterior, de seguridad, económica y energética de Estados Unidos, con implicaciones directas para América Latina y, de manera particularmente delicada, para Centroamérica.

Al analizar el texto —en una versión en español no autorizada— surgieron preguntas inevitables: ¿qué significa esta Estrategia para Guatemala?, ¿qué riesgos reales implica para nuestra frágil democracia?, ¿qué oportunidades pueden emerger si el país actúa con inteligencia estratégica?, ¿qué escenarios se avizoran si seguimos siendo un actor pasivo?

Creemos. Crecemos. Contigo

El presente análisis ofrece una lectura crítica desde Guatemala, tomando como base lo que el documento afirma explícitamente—y lo que deja implícito— sobre el Hemisferio Occidental, migración, combate a los cárteles, reindustrialización, nearshoring y energía. No se trata de un ejercicio académico neutral, sino de una lectura política situada, desde un país históricamente subordinado, empobrecido y atravesado por redes de corrupción e impunidad.

¿Cómo aparece Guatemala en la Estrategia de Seguridad Nacional?

Aunque Guatemala no es mencionada de forma explícita, el documento define con absoluta claridad qué espera Estados Unidos del Hemisferio Occidental. En la práctica, nos vuelve a colocar en el lugar histórico del “patio trasero”, ahora bajo una versión recargada de la Doctrina Monroe que puede denominarse, sin exagerar, “Corolario Trump”. Cuatro ejes son especialmente relevantes:

-Reafirmación de la Doctrina Monroe, bajo la premisa de que ninguna potencia extrahemisférica debe tener presencia estratégica, económica o militar en la región.

-Bloqueo activo de China, Rusia y otros actores en puertos, infraestructura logística, telecomunicaciones, energía y recursos estratégicos.

-“Externalización” de la seguridad fronteriza, reclutando países que funcionen como murallas de contención migratoria, policial y militar.

-Aumento del despliegue militar estadounidense en el hemisferio —naval, aéreo, guardacostas y operaciones dirigidas— incluyendo el uso de fuerza letal contra cárteles.

Desde esta lógica, Guatemala es vista fundamentalmente como: país de tránsito migratorio, eslabón en rutas de narcotráfico y crimen organizado, territorio funcional para nearshoring, ficha geoeconómica en la disputa con China. No como socio con derechos, sino como espacio estratégico a controlar

¿Cuáles son los riesgos específicos para Guatemala?

-Riesgo de pérdida de autonomía y aumento de la injerencia estadounidense. Con el “Corolario Trump”, cualquier acercamiento estratégico de Guatemala a China, Rusia u otros actores como puertos, telecomunicaciones, energía, minería, tecnología, podría ser leído como amenaza a la seguridad hemisférica.

Los riesgos más relevantes en este punto son: Condicionamiento de ayuda, visas, cooperación, acceso a mercados, si Guatemala firma acuerdos “sensibles” con terceros; presión directa sobre el gobierno para revertir contratos o concesiones estratégicas en puertos, fibra óptica, redes 5G, minas con empresas no occidentales; reducción de márgenes de maniobra en política exterior. Así las cosas, la neutralidad o el “no alineamiento activo” se vuelven más difíciles y quedamos expuestos a represalias y sanciones.

En un país con instituciones débiles y copadas por redes de corrupción, como es Guatemala, esto puede traducirse en decisiones geopolíticas tomadas por élites muy pequeñas bajo fuerte presión externa, sin deliberación pública y de espaldas a la ciudadanía.

Miles de migrantes, en la frontera de Guatemala con México

-Guatemala como "muro de contención" migratorio, es otro riesgo. La Estrategia en este punto afirma que la migración masiva es un problema que debe terminar y el rol de la frontera no es solo un tema administrativo, sino el eje central de la seguridad nacional. Este riesgo implica más acuerdos para que Guatemala actúe como país colchón, o sea retención de migrantes, controles más duros y exigentes, centros de procesamiento por todas partes y devoluciones aceleradas de migrantes. Además, implica exportación de modelos de control, como levantar muros, fomentar las detenciones, hacia el sur de México y el istmo centroamericano; por último, implica menor espacio para políticas humanitarias, de refugio o de regularización, porque la prioridad será “cooperación en seguridad”.

Los riesgos concretos para los guatemaltecos serán:Violaciones de derechos humanos en fronteras y centros de detención, más vulnerabilidad hacia las mujeres, niñez y juventud migrante, y la creación de economías ilegales y redes de corrupción alrededor de la gestión de la migración, favoreciendo la extorsión, la trata y el coyotaje protegido.

Pero el punto más importante y de fondo es que las causas estructurales de la migración guatemalteca, como la corrupción, el empobrecimiento de las comunidades, la violencia generalizada, y la crisis climática, quedan fuera del foco; el énfasis está en el control, no en la transformación.

-El riesgo de una creciente militarización interior con el pretexto de cárteles y crimen organizado. En este punto la Estrategia propone “despliegues dirigidos” para asegurar la frontera y derrotar cárteles, con uso de fuerza letal, como corrección al “fracaso” de una estrategia basada solo en aplicación de la ley.

Aplicado a Guatemala esto implicarefuerzo de la lógica de “guerra contra el narcotráfico”, con entrenamiento, equipos, inteligencia y doctrinas militares importadas; además, corremos el riesgo de que las Fuerzas Armadas retomen espacios de seguridad interna —ya frágilmente delimitados tras los Acuerdos de Paz— bajo el paraguas de la lucha contra el narco o las maras; y por último, ampliación de la cooperación de inteligencia, en cuanto a bases militares, centros de monitoreo, operaciones conjuntas, con poca transparencia ante el Congreso, la prensa y la sociedad civil.

En un contexto de debilidad judicial, de alta corrupción para la impunidad desde el sistema de justicia y presencia de estructuras clandestinas, esto puede derivar en abusos de poder, violaciones de derechos humanos y represión de la protesta social; también utilización del discurso de “seguridad” para perseguir líderes comunitarios, defensores de derechos humanos o periodistas incómodos, vinculándolos a supuestas redes criminales.

-Reindustrialización y nearshoring: oportunidad económica, riesgo de nuevo modelo maquila que no saca del círculo perverso del empobrecimiento. Aquí la Estrategia plantea una reindustrialización fuerte de Estados Unidos, con relocalización de producción y cadenas de suministro “seguras” en el hemisferio.

En esa lógica económica Guatemala podría convertirse enplataforma de ensamblaje y manufactura ligera,en proveedora de servicios y logística, y enfuente de materias primas como la agroindustria, minería y energía. Pero que a la larga solo es un espejismo o una oportunidad aparente en cuanto a más inversión, empleo e infraestructura, pero los riesgos son serios, porque se estaría reforzando un modelo de “maquila ampliada”, donde se darían los salarios bajos, una débil sindicalización, poca innovación y escasa transferencia tecnológica. Provocaría, además, una competencia entre países de la región para ver quién da más exenciones fiscales, menos regulaciones ambientales y laborales, lo cual implicaría una “carrera hacia el fondo” del precipicio. Por último, se daría una terrible expansión de proyectos mineros, hidroeléctricos y de cultivo de palma africana, etc., asociados a conflictos socioambientales, desalojos y criminalización de comunidades indígenas.

El extractivismo minero en América Latina: planteamientos, paralelismos y  presunciones desde el caso de Guatemala | Biodiversidad en América Latina

Si el Estado guatemalteco no regula con firmeza, el nearshoring se convierte en una nueva ola de extractivismo y precarización, y no en una oportunidad de desarrollo nacional. Esto sería nefasto para el país.

-Negacionismo climático y vulnerabilidad extrema de Guatemala, es otro altísimo riesgo. Aquíla Estrategia se centra en rechazar las políticas de “cambio climático” y de “cero neto”, proponiendo en cambio expandir petróleo, gas, carbón y nuclear como eje del “dominio energético” estadounidense.

Para un país como Guatemala con alta vulnerabilidad a huracanes, sequías, deslaves; con amplia población rural dependiente de la agricultura; y con una de las tasas más altas de desnutrición crónica infantil, esto significa una mayor exposición a eventos climáticos extremos,más pérdida de cosechas y medios de vida y más presión migratoria interna y externa.

En otras palabras, las decisiones energéticas de las grandes potencias aumentan los costos humanos, económicos y sociales que Guatemala debe soportar, sin ser causante principal del problema. ¡Qué bonito, no! Cometen una tremenda injusticia climática con los pobres.

¿Cuáles son las oportunidades para Guatemala? Si se juega bien la partida

Ciertamente no todo es amenaza o de alto riesgo para los pueblos la implementación de estas Estrategias de Seguridad Nacional de la Administración Trump. También hay márgenes donde Guatemala podría aprovechar el contexto para avanzar su propia agendas, si hay visión política, capacidad técnica y alianzas internas; pero también si hay firmeza, convicción y visión de país de parte de las autoridades; y una audaz resistencia pacífica de comunidades y pueblos organizadas.

-Negociar desde la integración regional. Si Centroamérica y, más ampliamente, América Latina responden de forma fragmentada, cada país será presionado aisladamente y lo harán añicos. Pero si Guatemala se mueve en coordinación con Belice, El Salvador, Honduras, México, Costa Rica, Panamá y República Dominicana; y lo hacen también, en bloques más amplios con el SICA, CELAC, etc.,puede negociar mejores condiciones laborales, ambientales y fiscales para inversiones de nearshoring; puede pactar mecanismos regionales de protección de migrantes; y puede exigir a Estados Unidos compromisos claros en combate a la corrupción y apoyo a una justicia independiente, y no solo a las fuerzas de seguridad.

-Usar la agenda de seguridad para fortalecer el Estado de derecho. La Estrategia pone como prioridad su propia agenda de seguridad, pero necesita instituciones capaces, policía profesional, aduanas no capturadas por redes de corrupción, sistema financiero menos permeable al lavado. Dadas estas condiciones Guatemala podría condicionar la cooperación a los siguientes aspectos: No más helicópteros y rifles sin reforma policial y judicial; no más convenios migratorios sin apoyo real a fiscalías independientes, tribunales idóneos y sistemas eficientes anticorrupción; vincular cualquier acuerdo de "lucha contra cárteles" a transparencia, rendición de cuentas y participación de la sociedad civil.

Es decir, tener la capacidad de usar la presión externa como palanca para reabrir la agenda de reformas democráticas y reconstrucción institucional, que el régimen de corrupción e impunidad encabezado por el nefasto gobierno de Jimmy Morales hizo colapsar , al no renovar el Acuerdo con la Comisión Internacional contra la Impunidad, la célebre CICIG,  y continuó el impresentable del gobierno de Giammattei, quien descaradamente cooptó toda la institucionalidad del país para alimentar sus redes de saqueo del Estado.

-Modelos de desarrollo más inteligentes. Guatemala puede aprovechar el nearshoring:no solo para maquilas, sino para encadenamientos productivos locales; formación técnica de alta calidad; clusters tecnológicos, agroindustria con valor agregado; y sectores verdes que impulsen las energías renovables, la adaptación climática, y una gestión eficiente del agua.

Para hacer esto se requiere:una política industrial propia:bancos promotores del desarrollo humano, integral y sostenible; alianzas entre universidad–empresa–Estado; y una firme defensa de estándares laborales y ambientales.

Guatemala tiene oportunidad para el nearshoring - Revista Summa

¿Cuáles son los escenarios posibles para Guatemala?

Escenario 1: Alineamiento acrítico: entregándose como boba

El gobierno se alinea sin matices con la Estrategia; es decir, acepta todas las demandas en migración y seguridad; abre su territorio para operaciones militares y de inteligencia; y no pone condiciones en absoluto para inversiones y proyectos extractivos.

Las consecuencias probables serían: Más recursos de corto plazo, elogios diplomáticos, apoyo selectivo a las élites gobernantes. Pero a mediano plazo: más dependencia, mayor conflictividad social, erosión democrática, consolidación del viejo régimen de corrupción para la impunidad y aumento de vulnerabilidad climática y económica.

Escenario 2: Alineamiento negociado y selectivo: atenta como un lince

Guatemala reconoce que Estados Unidos seguirá siendo un actor central, pero, delimita claramente líneas rojas en el campo de los derechos humanos, no acepta militarización en sus territorios y defiende el respeto irrestricto  a las comunidades indígenas y campesinas, acuerda cooperación en seguridad con criterios de legalidad y supervisión de la sociedad civil, condiciona parte de la cooperación a avances medibles en combate a la corrupción y fortalecimiento institucional y aprovecha la competencia geopolítica  con EE.UU. y la  Unión Europea para diversificar socios sin romper relaciones.

Ciertamente este es el escenario más difícil y desafiante, porque requiere liderazgos políticos con visión y operadores audaces, competentes y visionarios; requiere diplomacia profesional y proactiva y consensos internos mínimos pensados con sentido de país.

Pero también es el escenario con más posibilidades de aumentar la capacidad del Estado, de mejorar  las condiciones de vida de todos los ciudadanos y mantener márgenes de autonomía y libertad.

Escenario 3: Resistencia desordenada o "desalineación" improvisada

Un gobierno guatemalteco, actual o futuro, decide confrontar la estrategia estadounidense, buscando acercamiento abrupto con China, Rusia u otros; rechazando acuerdos migratorios y de seguridad sin proponer alternativas; y usando el trillado discurso soberanista pero mantiene prácticas de corrupción interna, entonces las consecuencias probables serían, por un lado, sanciones, recortes de ayuda, presión financiera, aislamiento selectivo; y por otro lado, posible uso instrumental del tema de corrupción y derechos humanos para debilitar al gobierno, sin necesariamente fortalecer a la ciudadanía. Entonces, el país queda atrapado entre bloques, pero sin capacidad propia.

¿Qué tendría que hacer Guatemala para no ser solo objeto pasivo de la Estrategia de Seguridad Nacional de la Administración Trump?

Para concluir, planteo algunas claves que ayuden a las autoridades y a los ciudadanos a ser proactivos, creativos y audaces:

-Diagnóstico realista: saber que Estados Unidos no es un socio neutral, sino una potencia con agenda clara; pero también que es un actor ineludible. Ellos nos tienen amigos, sino intereses.

-Fortalecer el Estado de derecho: sin justicia independiente, cualquier “cooperación” se convierte en herramienta al servicio de redes de poder locales. Un sistema de justicia tan podrido como el guatemalteco aleja toda cooperación. Urge recuperar el sistema de justicia de las mafias que lo cooptaron.

-Apostar por una integración regional inteligente, no solo retórica. Que sea eficiente y beneficiosas para todos los países

-Colocar la crisis climática al centro de la relación bilateral: exigir corresponsabilidad, financiamiento, tecnología para adaptación y transición energética justa.

-Involucrar a la sociedad civil, a los pueblos originarios, la academia, las iglesias, la mujer, las juventudes en el debate estratégico: no dejar que la relación se negocie solo entre cancillería, cascos militares y élites empresariales.

Bandera de Guatemala
Bandera de Guatemala

Volver arriba