"La Iglesia tendrá que reinventarse para mejorar su presencia como fuente de consuelo" Mariano Delgado, decano de la facultad de Teología de Friburgo: "Las sociedades necesitan chivos expiatorios"

Mariano Delgado
Mariano Delgado

¿Qué hace que las teorías de conspiración sean tan interesantes para partes de la Iglesia Católica? Se trata de la lucha por la modernidad, dice el historiador de la iglesia Mariano Delgado

"Las medidas de emergencia de nuestros gobiernos han llegado hasta la libertad religiosa. Algunos han entendido que esto significa que hay un sistema detrás de estas medidas que va dirigido contra la Iglesia. No se dan cuenta de que son parte de las medidas generales que afectan a todos los cultos, para proteger la vida"

"Yo creía que el cardenal (Müller) era suficientemente inteligente como para no dejarse instrumentalizar por estos grupos"

"Quizá sería necesario reactivar las pequeñas comunidades eclesiales en los barrios y círculos vecinales con 'nuevas formas de ministerio' para hombres y mujeres"

(kath.ch).- El arzobispo Carlo Maria Viganò es uno de los más conocidos oponentes del Papa Francisco. En una declaración sobre la crisis del coronavirus asegura que hay una serie de fuerzas "interesadas en crear pánico entre la población". Se trata, a su juicio, de "potencias extranjeras" y "unidades supranacionales" con intenciones poco claras e "intereses políticos y económicos muy fuertes".

Mariano Delgado no es una persona que se escandalice fácilmente. El decano de la Facultad de Teología de Friburgo le dice a kath.ch: "Todo esto es en realidad tan ridículo que se desacredita a sí mismo". El historiador de la iglesia prefiere al jesuita Baltasar Gracián: "El mejor desprecio es no hacer aprecio".

Sin embargo, el teólogo ve a la Iglesia Católica una y otra vez receptiva a las teorías de conspiración. "El mundo es más complicado de lo que podemos imaginar. Por eso algunas personas anhelan explicaciones simples y simplificadas en gran medida. Es una vieja motivación: Las sociedades necesitan chivos expiatorios".

¿Qué conexión ve usted entre la Iglesia Católica y las teorías de la conspiración?

Hay una larga conexión: desde la Revolución Francesa, el catolicismo ha tenido dificultades con el mundo moderno. Ha habido teorías de la conspiración a lo largo de los siglos XIX y XX. La modernidad fue vista como una revuelta contra la moral tradicional para frenar la influencia de la Iglesia Católica. El liberalismo, el comunismo, el sionismo o la masonería mundial eran a menudo los culpables.

Viganó

¿Y hoy, en el siglo XXI?

Las medidas de emergencia de nuestros gobiernos han llegado hasta la libertad religiosa. Algunos han entendido que esto significa que hay un sistema detrás de estas medidas que va dirigido contra la Iglesia. No se dan cuenta de que son parte de las medidas generales que afectan a todos los cultos, porque, para proteger la vida, todos los esfuerzos son pocos. Hay que soportar dichas medidas con estoicidad, siempre que sean proporcionales y claramente limitadas en el tiempo.

¿Qué argumento de la petición de Viganò puede ser comprensible?

Se puede hacer una llamada de atención de otra manera, sin recurrir a las teorías de conspiración. Evidentemente, hay que estar atentos a que nadie nos quite las libertades y los derechos fundamentales para un ejercicio abusivo del poder bajo el pretexto de contener la pandemia y salvar vidas. Por lo tanto, está bien mantenerse alerta para que las medidas de emergencia sean proporcionadas y limitadas en el tiempo. No somos súbditos, sino ciudadanos libres que eligen a sus gobernantes y les otorgan un mandato bien limitado, sin perjucio de la libertad y el bien común. En situaciones como ésta, cuando se restringen por mor de la "salud" libertades y derechos fundamentales, es de especial importancia el control de los gobiernos por los parlamentos.

Facultad de Teología de Friburgo
Facultad de Teología de Friburgo

"El Concilio Vaticano II nos ha dado una forma más ardua, pero más interesante de tratar con el mundo moderno: el discernimiento de los espíritus, el esfuerzo del concepto. No debemos tener miedo de pensar de forma diferenciada"

El Cardenal Müller apoya la petición de Viganó, y, sin embargo es un huésped bienvenido en la diócesis de Coira (Suiza)

El catolicismo en Suiza está fuertemente influenciado por el Concilio Vaticano II y su opción diferenciada ante la modernidad. Pero también hay una insatisfacción más fuerte que en otras partes respecto a la recepción liberal del Concilio. Estos grupos han encontrado últimamente en los obispos de Coira un cierto apoyo y consideran al cardenal Müller una de sus referencias. Yo creía que el cardenal era suficientemente inteligente como para no dejarse instrumentalizar por estos grupos.

¿Cuál cree que debe ser ahora la actitud predominante?

Velar por las libertades, también la libertad religiosa, los derechos fundamentales y el bien común. Es cierto que hay que buscar una salida de la pandemia que proteja a los más vulnerables y salvaguarde el principio de la justicia social. Pero también es cierto que esto no debe conllevar una merma de libertades o un cambio radical de nuestro modo de vida, tan impregnado por códigos culturales de impronta latina y católica (no somos nórdicos o centroeuropeos: si lo fuéramos, ellos no vendrían a visitarnos atraídos por nuestro modo de vida).

En el aspecto religioso, la Iglesia tendrá que reinventarse para mejorar su presencia como fuente de consuelo e instrumento de salvación en medio del sufrimiento: Quizá sería necesario reactivar las pequeñas comunidades eclesiales en los barrios y círculos vecinales con "nuevas formas de ministerio" para hombres y mujeres. Y en lo económico hay que salvaguardar también ciertos principios fundamentales: que "a la larga" el Estado no puede gastar más de lo que ingresa; que hay que proteger a los más vulnerables, pero que también hay que mantener los incentivos para que la gente emprendedora se sienta motivada a emplear su talento en generar trabajo y riqueza; que, como decía ya nuestro Luis Vives en el siglo XVI, hay que unir la subvención de los pobres con su promoción, es decir exigiendo y fomentando que hagan por su parte lo que mejor puedan para salir de una existencia subvencionada, que no es la forma más digna de vivir como ciudadanos libres.

Müller
Müller

Volver arriba