Espiritualidad benedictina: 'Vida consagrada' en vez de 'vida religiosa' El carácter perenne de la vida monástica

"Hoy en día, sobre todo en países secularizados, es difícil, por no decir 'imposible', comprender o al menos ver la actualidad o la relevancia actual de los monasterios"
"Este texto es a propósito de Alfredo Simón (ed.), Espiritualidad benedictina. El documento Proposiciones sobre la vida benedictina (1967), Zamora: Ediciones Montecasino, 2024, 274 pp."
"Nuestros parabienes por esta publicación meritoria que sin duda será de provecho sobre todo para los que deseen inspirarse en la herencia benedictina para las muchas cuestiones candentes tanto de la eclesiología como de la espiritualidad"
"Esta última va más allá de las fronteras de lo que hoy en día se denomina, desde tiempos de Juan Pablo II, vida consagrada, pues también comprende a otras tradiciones religiosas"
"Nuestros parabienes por esta publicación meritoria que sin duda será de provecho sobre todo para los que deseen inspirarse en la herencia benedictina para las muchas cuestiones candentes tanto de la eclesiología como de la espiritualidad"
"Esta última va más allá de las fronteras de lo que hoy en día se denomina, desde tiempos de Juan Pablo II, vida consagrada, pues también comprende a otras tradiciones religiosas"
| Macario Ofilada Mina
Hoy en día, sobre todo en países secularizados, es difícil, por no decir ‘imposible’, comprender o al menos ver la actualidad o la relevancia actual de los monasterios. Ciertamente, la iglesia católica no ha acaparado, a lo largo de la historia, esta tradición peculiar, pues está presente también en otras tradiciones religiosas. En un mundo que se está convirtiendo en una aldea global, un sector destacado de esta metrópolis global es la vida monástica a la que muchos acuden, si bien solo por curiosidad o con mentalidad turística. Pero este hecho demuestra un interés creciente por lo religioso o por lo espiritualidad en este mundo cada vez más secularizado.
A esta luz no debe olvidarse la inmensa e impagable aportación secular de los monasterios a todas las civilizaciones y no solo a la occidental. Más no debe olvidarse el hontanar de toda esta aportación que comúnmente se denomina ‘espiritualidad’, que, pese a su aspiración trascendente, cada vez más ha desvelado su sabor telúrico. Una espiritualidad es, ante todo, un empeño humano, no solo tiene alas sino que también pies, corazón y, sobre todo, cabeza. Está en el tiempo pero no está destinado para el tiempo, séame permitida esta paráfrasis de lo de estar en el mundo mas sin ser del mismo de los Evangelios.
La espiritualidad comprende varias dimensiones y para comprenderlas es preciso siempre tener en cuenta lo contextual. Tras el Concilio Vaticano II que puso de manifiesto la necesidad de una contextualización más actual o más en acorde con los tiempos, mas sin perder el sabor de lo perenne que siempre apunta hacia lo trascendente, la familia benedictina fue la pionera en la renovación de sus monasterios. Prueba de ello son las Proposiciones sobre la vida benedictina de 1967 que constituye el corazón de este volumen que estamos reseñando. Este texto no es solo una respuesta al desafío del Concilio pero sobre es un recordatorio a toda la familia benedictina.

El mérito de este volumen no solo consiste en reproducir tal cual dicho documento, junto con un anexo (las catequesis monásticas de Benedicto XVI, un papa que puso su pontificado bajo el patrocinio del padre del monacato occidental y también un gran estudioso del mismo tema) sino en la introducción que nos ayuda a iniciarnos en la lectura de los documentos.
En dicha introducción, desde la perspectiva eclesiológica brindada por el Concilio Vaticano II, se expone cómo en las Proposiciones la familia benedictina ha respondido a las exigencias de los nuevos tiempos. Y esta exigencia sigue, pues el Concilio, sobre todo para la vida religiosa, ha desembocado en Vita Consecrata cuya preferencia es la expresión ‘vida consagrada’ en vez de ‘vida religiosa’, lo cual en sí es un desafío para la elucidación de la identidad monástica. El panorama llega hasta el magisterio del Papa Francisco que con Fratelli tutti (2021) sigue abriendo nuevas perspectivas también en este nuevo pontificado de sabor agustiniano cuyos despliegues iniciales todos estamos presenciando.
No puede desvincularse todo ello de la reforma litúrgica en que la familia benedictina sigue desempeñando un papel clave. No solo debemos a monjes benedictinos las grandes aportaciones de dicha reforma sino que sobre todo en lo referente al Oficio Divino, el proceso de racionalización, sobre todo en la ejecución de mismo oficio teniendo en cuenta los diversos quehaceres cotidianos. En otras palabras, dicha racionalización es una constante llamada para una simbiosis más práctica y llevadera entre oración y trabajo, Ora el Labora, como rezara el lema benedictino.
Más que una contextualización histórica con miradas en el pasado, dicha introducción es una mirada hacia adelante teniendo en cuenta también los pasos o hitos más recientes para que todos podamos formarnos una idea más cabal de lo que podría aportar la espiritualidad benedictina en el futuro. Nos hubiera gustado una presentación más detenida mas ello habría rebosado los límites intencionales de esta publicación modesta que asimismo podía habernos ofrecido una renovada traducción de la regla benedictina hacia la cual todos los posteriores documentos, incluyendo las catequesis del papa Benedicto XVI, han de volver como fuente de inspiración para que todos podamos salir adelante con lo mejor de la herencia benedictina frente a los retos de estas calendas.
Nuestros parabienes por esta publicación meritoria que sin duda será de provecho sobre todo para los que deseen inspirarse en la herencia benedictina para las muchas cuestiones candentes tanto de la eclesiología como de la espiritualidad. Esta última va más allá de las fronteras de lo que hoy en día se denomina, desde tiempos de Juan Pablo II, vida consagrada, pues también comprende a otras tradiciones religiosas.

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